UN GRITO.

Cuando me grité el amor
plasmaré, mis sentimientos
que reflejan pasiones y pesares,
añoranzas que llevan los vientos,
anhelos o esperanzas.

Indomables surgen los gritos
de lo más profundo, de mi alma
que se convierten en poesía
un canto a la hermosura de tu amor.

Irremediables, bramidos
desbordados en los rincones de
la vida que aclaman
consuelo de tu amor.

Mi Grito del alma en el deseo de un amor
correspondido se junta en un mismo
sentir bajo la dulzura de un idilio

En el sonar de mi grito que se funde
su alma bajo los gemidos intensos
de mi amor correspondido.

Que retumbe mi grito en debilidad
del sonido sutil del silencio, que los campos
se llenen de regocijo mientras susurra
los vientos al compás del sonido mi amor.

Quebrantada y enferma se encuentra
mi alma, poco a poco, se destruye
y siento que me quedo vacío,
mi cuerpo, mi ser agoniza.

La escucho gritar en su gran grito de agonía,
la miro, la admiro como si fuera los últimos
gritos que estremecen mi alma en su plena agonía.

Mi canto mi grito de amor, que
en mormullos se expresan
su dolor, su calma, en una conjugación de colores
de un arcoíris de pasiones, que se pierden
en los capullos de las flores
plasmando lo que se lleva adentro
y exponiendo lo que siente.

Por más que mi grito loco
es un grito desgarrado,
de quien solo lo expreso y del rencor
ya no espera nada.

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