La desaparición de Ed Roux

La desaparición de Ed Roux

BlueWriter

27/11/2019

Prologo:

19 de diciembre 2015.
*Ed estas seguro que es buena idea? Amber se reía mientras se veía al espejo, lucía un vestido rojo brillante pegado a su piel tenía su cabello largo pelirrojo ondulado cayendo por sus hombros de lado a lado.

«Este vestido me hace sentir escandalosa, acaso no crees que mis posaderas se ven increíbles» -hablaba con la voz más dulce que lo normal, era claro que estaba bromeando para hacer que Ed dejara de verla tan firmemente.
Veía como Ed la observaba mientras ella se observaba en el espejo antiguo con las esquinas desgastadas y el aroma nulo de la madera vieja, Ed estaba hipnotizado viendo como Amber destacaba de todas las maneras posibles.

Ed se levantó de la cama de Amber, recorrió el cuarto con su mirada, todo a detalle como si fuese la última vez que lo vería. La cama ancha con diferentes peluches a su alrededor, las sabanas de colores, su lampara de lava que le regalo a Amber en su primer aniversario, todas las fotografías Polaroid en la gran pared de madera. Tomo un aliento suave y se acercó a Amber.

Cariño luces increíble- Ed tomo a Amber por la cintura, ella sonreía al verse junto a él.

La sonrisa de Ed desapareció por un momento…
Amber creo que debo decirte algo, yo sé que este será un día difícil ver como tu madre se vuelve a casar., pero quiero que sepas que pase lo que pase siempre estaré aquí. Sabes hay días en los que siento que desaparezco; que ya no podremos vernos o algo malo nos pueda suceder, pero quiero que sepas que siempre te estaré mirando siempre estaré cerca. Nada ni nadie podrá separarnos te lo prometo… – Ed le tomo las manos y se puso en una rodilla. Amber Sintió una punzada en el pecho y su garganta era doloroso lo que Ed acababa de decir.

Ed continúo hablando
Sé que esto sonara como una locura, pero así es mi amor por ti, loco inexplicable e infinito. -tomo una bocanada de aire antes de pronunciar las siguientes palabras- Me harías el gran honor de poner este anillo en tu dedo y ser mi …-trago saliva antes de pronunciar la palabra faltante- esposa…
Amber lo miraba fijamente a los ojos con la boca entreabierta y la mirada perdida en los ojos azules con tonos grises de Ed. Nunca se había sentido tan vulnerable.
Ed yo… yo ACEPTO!
Brinco, grito y Ed tomo a Amber entre los brazos.
Te amo Ed.-Amber lo miraba con lágrimas en los ojos
Yo te amo hoy y siempre Amber-Ed la beso sin pensar que sería una última vez.
Y partieron hacia la boda de su madre, aunque nadie tenia esa idea, de que siempre estaban siendo observados era claro que nadie sabia que seria la ultima vez que vieran a Ed Roux.

Capitulo 1.

Actualidad:

El sol entraba por una abertura de la cortina, era tan exacto el rayo de luz que me ha dado directamente a los ojos, parpadeo unas cuantas veces el cielo se veía ligeramente obscuro; el gris de las calles de Portland Seattle, pero el gris de mi habitación se estaba haciendo insoportable, se sentía solo, emanaba un dolor de cabeza insoportable o la culpa era de la botella de vino blanco que yacía en el suelo junto con unas colillas de cigarros, la ceniza regada por la alfombra no tan nueva una alfombra ya rígida, daba asco seguir viendo la casa era como si la noche anterior hubiese una fiesta de adolescentes y la han destruido, como explicar que fui yo misma. El cuadro a la vista de mi cama de Ed y mío estaba perdiendo su color dorado, mis paredes verdes menta se veían grises a la vista del clima de afuera, el armario vacío de madera negra y bordados blancos, un espejo enorme en donde podía ver mi cara al amanecer, importado de la gran lejana China. Comencé a salir de la cama lentamente soltando pequeños gruñidos al levantarme ahí fue cuando escuche mi estomago gritar, comenzaba a punzarme apresure el paso y me lanzó en mis rodillas a vomitar. Todo mi cuerpo se llenó de escalofríos, odiaba vomitar era mi miedo más grande me vuelvo vulnerable, la vulnerabilidad solo me hace débil y torpe.
Me deshice de mi ropa y entre a la ducha, dejé que el agua caliente se resbalara sobre mi cuerpo. Mas tarde me dispuse a salir a correr por lo menos despejar mi mente de la resaca, abrí la puerta principal y mi cuerpo se llenó de escalofrías una vez más, odiaba eso al igual.
Creo que el invierno llego-me dije a mi misma.
Empecé a trotar por el parque la gente comenzaba a aparecer trotando, con sus mascotas o hijos todo el parque comenzaba a llenarse a las 8 de la mañana en domingo. Los minutos transcurren y yo sigo trotando, imaginando que sería si todos no fuese una tragedia en mi vida. ¿Si Ed estuviera aquí conmigo como viviría mi vida en estos momentos tan grises?

Sentada en el gran sillón color champan tan suave que sentías estar en un malvavisco enorme, tome el celular y recorría con la mirada las llamadas perdidas, pero ninguna era de mi madre Jeanne.

Mama ya no llamaba estaba muy ocupada en Paris fornicando con el hombre rico.

16 de abril 2018
Madre en serio de nuevo te vas? -gritaba como loca en el celular no pide tener una semana tranquila y Sam su nueva pareja se iba de nuevo de viaje.

Él quiere que salgamos de aquí además ya no puedo verte así hija Ed ya no volvera entiende eso. Ya no está, está muerto; me deprime verte así. -decía mi madre.

¡¡COMO PUEDES DECIR ESO SOY TU HIJA MALDITA SEA COMO PUEDO DEPRIMIRME SI TE HAZ IDO DE MI VIDA!!-Estaba histérica nunca me sentí mejor, tanto enojo que tenía por sacar.

Hija cuando te sientas preparada para avanzar y dejar atrás a Ed, llámame estaré en Paris. Y si necesitas a alguien aquí estaré. -suavemente me lo dijo y colgó el teléfono.

¿Mama? ¿MAMA? – Maldición! Grite, avente el celular y me tumbe de rodillas. El nombre ee Ed aun me atormentaba. Actualmente.
2 pastillas recetadas por mi admirable psicologa después y otra botella de vino tinto me sentía más tranquila, lo único que me mortificaba era el hecho de que mañana regresaría a la CIA , apestando a alcohol.
Que gran manera de decir que tuve vacaciones increíbles.
El timbre del teléfono me dio un susto y salpique vino en mi camisa.
Joe decía el identificador.
Genial.
Conteste el teléfono.

Capitulo 2:

Hola- Quería sonar un poco más animada o Joe se preocuparía y me daría otra semana de vacaciones, no es que eso sea malo solo que estar encerrada tanto tiempo me deprime o empiezo a tener problemas conmigo misma.

Joe.-Intente decir de la misma manera pero me era imposible Joe siempre carecía de actitudes divertidas o risueñas el ser encargado de la CIA debe ser difícil además el alcohol comenzaba a hacer su efecto.

Te di estas vacaciones para que fueras a ver a tu madre creí que eso quedaba estructurado no lo crees. Haría que te despejaras un poco de. -se detuvo en seco.

¿De qué Joe? No es nada que te incumba a ti sabes. Es mi maldita vida tú no tienes que meterte. Y dilo di su nombre es ED. ED.-era más que obvio que escuchaba la voz de borracha por la línea.

Vas a tener que ir a de nuevo al psicólogo o te despides de este trabajo. Eres fuerte para esto, además esto paso hace tiempo, debes dejarlo ir ya. -decía más tranquilo. Era extraño escucharlo hablar pacíficamente sin tener que escuchar el dialogo o parloteo.

Suenas igual a mi madre sabes. -dije provocando un leve bufido de mi parte como si fuera una adolescente rebelde ya comenzaba a sentirme estúpida, no soy yo.

Mejórate, Amber. Te veré aquí mañana sobria. -dijo recalcando lo último y colgó el teléfono. Era claro que sabía sobre mi noche de alcohol siempre sabría cuando estaba ebria o no. Cuando mentía o no, ya que a pesar de todo era mi padre.

Dos de la tarde el día más lento de la semana y la borrachera quemaba mis ojos. Dispuesta a sentarme de nuevo comencé a pensar en papá, en la vez que no supe de Ed por 3 días completos, nada de llamadas, mensajes su casa siempre se encontraba vacía, recuerdo como reacciono a la situación, llegue a creer que él era parte de su desaparición.

23 de diciembre 2015.

No era propio de Ed vacilar conmigo, no hubo pelea alguna, ningún disgusto después de su propuesta o inclusive en la boda de mama; comenzaba a preocuparme.

Papa por favor debes ayudarme Ed está desaparecido! – exclamaba con furia, Joe se mantenía firme viendo hacia la ventana viendo aparecer la majestuosa nieve cayendo por su casa y rellenando las calles de blanco, haciendo todo lo demás, impetuoso y peligroso.

-Amber solo porque no te hable tienes que preocuparte han pasado 3 malditos dias, tienes que calmarte hija.

-No quiero calmarme quiero que salgas a buscarlo ayudarme a mi a buscarlo, puede estar en peligro

-No lo dudo siempre lo vi como alguien peligroso. -bufo.

-No puedes decir eso de él, nos vamos a casar pronto deberás aceptarlo,

-Claro casarte con un hombre muerto.

Nunca sentí mas enojo en mi vida, la sangre hervía por todo mi cuerpo y mis músculos se tensaban y comenzaban a doler quería gritar golpearlo hasta que entiendes lo que estaba pasando.

-Amber él se encuentra «desaparecido»- tomo sus dedos dejando el pequeño vaso de whiskey a un lado de el gran piano negro haciendo comas referentes al chiste macabro, estaba jugando con la vida de la persona a la que ella amaba con locura» que se encargue la policía de eso yo estoy realmente ocupado con asuntos que valen mi tiempo y toda mi carrera.

-Olvidaste tu reputación al igual padre. Si tu no planeas ayudarme, lo hare yo sola. -Tome un abrigo encapuchado con olor a Ed, guantes rojos y una furia desatada en mi cuerpo, era una chica enojada. Estaba dispuesta a buscarlo hasta morir en ese entonces.

Actualidad:

Parpadee un par de veces al darme cuenta de ese recuerdo tan triste en mi cabeza sosteniendo el vaso azul de vino, las copas eran para gente que no quería abusar del vino mismo. El teléfono comenzaba a sonar y saco un susto de mi una vez más, levante mi cuerpo con pesadez y era imposible el que no me hubiese arrastrado hacia el teléfono, me sentía mareada y atolondrada.

¿Hola? -dije apenas en un susurro.

Ayúdame a llegar a casa. – Sonó el clic de la llamada terminada. No podía ser él, estaba alucinando, pero, es difícil no reconocer su voz después de pasar años esperando oírla de nuevo. ¿Mi mente acaso divagaba entre lo que pudo ser o no, pero realmente escuche eso? ¿O me odiaba ya tanto que cree esto por mi cuenta? No estaba tan borracha comencé a reírme ante tal comentario ignorando la llamada por completo, regresé a mi pequeña cama con las grandes intensiones de caer en un profundo sueño.

En el sueño me vi envuelta en una brisa tibia adentrada en un bosque hermoso, pero maligno a simple vista, sabía que si me adentraba las posibilidades de salir eran nulas, fue entonces cuando sentí el roce de una mano sobre mis nudillos, mi cuerpo se llenó de escalofríos y sentía el corazón latir más fuerte aun y cuando estuviese dormida esto era estar viva todos mis sentidos activos por un roce, él estaba ahí. Ed estaba ahí, estaba vivo y aunque varias facciones cambiaron lo pude reconocer de inmediato, se acercó más a mí, pero yo no podía abrir la boca, estaba estupefacta por su belleza y su simple presencia, me tomo por la cintura con una mano y con su otra mano rozo mi mejilla.

¿Aquí estoy Amber y tú? -Susurro mientras miraba a mis ojos su imagen inundaba todo mi ser, su nombre salió de mi boca con tanta delicadeza. Solo pude pronunciar su nombre. Mis ojos se llenaban de lágrimas mire sus labios roce su nariz con la yema de mi pulgar así estaría todo el día escuchaba golpeteo de algo en el cielo, los dos miramos hacia arriba.

Despierta-susurro Ed antes de que pudiese verlo una vez más desperté con un jadeo asustada temblando y con las mejillas mojadas.

Me levanté de mi cama y corrí hacia la puerta enojada, triste y aun un poco borracha, pero al abrir la puerta mis emociones se rebajaron a hielo.

¿Y a ti que carajos te paso? – Adeline me miraba de arriba a abajo.

Nada lo siento me atrapaste en un… buen sueño. -dije viendo al suelo.

¿Lo siento, pero un pajarito me dijo que mañana entras a trabajar y no quería que te la pasaras encerrada te parece si salimos a algún lado a divertirnos?

Adeline estoy cansada, borracha y sin humor de salir. -dije sonriendo.

¿Pues claro que no y menos si no te quitas esas fachas- miro mi camisa supo inmediatamente de quien era, acaso has ido a su apartamento de nuevo?

NO claro que no la tengo desde hace unos meses y la acabo de encontrar. No mentía sentía que me moría cuando no la encontraba.

-Esta claro que no quieres salir cierto. – me miraba era extraño todo aquel que me veía solo propiciaba lastima, ¿acaso eso estaba provocando mi propia presencia?

El resto de la tarde quede sola una vez mas a pesar de todo sentía felicidad, me gustaba estar sola, era increíble saber que podía sufrir en silencio y solo aquí podía sentir la presencia de mi alma de mis sentimientos. Me sentía completa, pero a la vez no tan feliz como quisiera ser.

Los parpados comenzaban a pesarme, era claro que ya era hora de dormir para mí, había veces en las que amaba dormir eran las únicas ocasiones en donde podía ver a Ed o no tener que pensar en nada mas solo ver oscuridad hasta escuchar la alarma del reloj para empezar la misma rutina que hacía desde el día 1 de saber que el caso de Ed ya estaba cerrado.

La misma brisa comenzaba a acurrucarme y llevarme a un paseo por mi antiguo sueño, deleitada de lo que mi mente hacia al dormir me distraje, viendo todo tipo de árboles enormes, el pasto mas verde que había visto, un rio calmado con agua cristalina, todo el entorno era pacifico que se sentía estar en el paraíso. Estaba tan concentrada que tropecé con él, sabia que estaba aquí siempre estaba aquí, era patético saber que aun no puedo verlo sin llorar incluso en mis sueños.

Cariño por favor no, no llores aquí estoy Ed venia lentamente hacia mí, me tomaba entre los brazos; coloque mi cara en su pecho y el metía su nariz en mi cabello. Levante la mirada quería verlo, era necesario una dosis de su rostro para mantener su recuerdo con vida, ahí estaba aun cuando yo sabía que no era real él estaba ahí. Mi Ed. Su cabello castaño caía un poco por su frente sus ojos esos ojos que hacian sentirme tan vulnerable, el pequeño lunar que se divisaba por la orilla gris de ellos, todo en el era exactamente igual.

Ed donde estas, prometí encontrarte alguna vez, pero ya no puedo seguir así, ya no sé que hacer conmigo misma, es como si todos se olvidaron de ti y tu recuerdo me atormenta todas las malditas noches. No se si pueda seguir buscándote.

Lo sabrás, alguna vez, te lo prometo. Decía Ed, divise una sonrisa en su rostro siempre le sonreía a situaciones así de complicadas. – Él se esfumaba una vez más, era como si lo mas bello de los sueños se fuese haciendo polvo, y no podía sentir a Ed se desvaneció de mi como siempre lo hacía.

Capitulo 3:

Desperté con una sonrisa en mis labios mi cuerpo se sentía rígido la calidez se comenzaba a desprender de mi cuerpo, me sentía en paz por un momento. Tome las pastillas donde se encontraba mi lampara de cristal, la correa aun tenía el dije con la pequeña flor, fije mi mirada a los medicamentos que me tomaba actualmente, las alucinaciones estaban empeorando, el estrés post traumático no me dejaba cerrar los ojos por la noche. El reloj hacia su tic tac usualmente pensaría en callarlo, pero ignore su molesto ruido, la hora ya marcaba las 6:23 de la mañana, aún era temprano pensé camine hacia la cocina era como un imán mi cuerpo por las mañanas siempre prender la cafetera, tenerla lista el olor de café salva vidas. El sol no volvió a salir hoy; la llovizna resonaba en mis ventanas, me senté en mi pequeña mesa de comedor viendo hacia la ventana, la taza entre mis manos soltaba humo que entraba por mi nariz. Mientras tomaba el café sentía como al cerrar un mínimo los ojos podían verlo ahí sentado al frente mío, esa parte de mi mente era la que odiaba la que me hacía recordar que Ed no estaba aquí.

*02 de junio 2015*

Ambas mentes se juntaban cuando leían el libro favorito de los dos sabes- decía Ed.

A veces dices cosas tan románticas que a veces no tienen sentido o dan pena oír cariño-dije viéndolo a los ojos.

¿Deberíamos huir sabes? Ed me miraba fijamente con un toque enorme de miedo y seriedad.

¿Sabes que no puedo hacerlo, tengo mucho por terminar, pero nunca eh entendido porque quieres huir? ¿Acaso mi padre tuvo otra charla contigo? -dije mientras me levantaba del pasto.

No para nada eh evitado a Joe desde hace tiempo Am, Joe no es tanto el problema, es solo que temo perderte alguna vez Amber, las cosas se pueden volver complicadas para los dos sabes. -dijo Ed tomando mi mejilla.

Ed pase lo que pase yo estaré a tu lado, entiendes? Eres lo mejor que me ha pasado encontraremos la manera de salir de esto sea lo que sea que te atormente Por otro lado nos casaremos pronto, estoy pensando en un trabajo que nos deje buen dinero sabes para poder irnos de aquí, sabes poder huir como dices, pero ahora no puedo, tengo que terminar aquí todo. – lo miré mientras me acercaba a sus labios, pero sentí a Ed tenso.

¿Qué pasa Ed? – lo mire exasperada, hace meses no era el mismo.

¿Tengo que irme se alzó y se adentró al otro lado de la calle Amber lo miro irse, porque siempre tenía que irse?

***

A unos kilómetros de Roma Italia, base secreta.

El frió de las aguas negras helaban hasta los huesos, detenerse sería inútil lo atraparían de inmediato o sabrían que se había ido de nuevo. Miro a su alrededor la madrugaba dificultaba la salida, salió del agua intentando hacer el menor ruido posible; caminando unos cuantos kilómetros dentro del bosque vi una silueta, pero no era difícil de distinguir quien era.

¿Dan? -la voz salió tan baja pero sus sentidos se agudizaron en este lugar.

Nora dame el paso por favor no debo tardar mucho, tengo una misión. -Dije intentando no voltear a todos lados tal vez la oscuridad le evitaría de verle la ropa mojada y no haría más preguntas.

¿Te vas? ¿A dónde? -dijo ella. Excelente hizo más preguntas.

¿Mira solo déjame salir sí? -Dan intento sacar ventaja se acercó a ella tan cerca que la acorralo al árbol más cercano. Su respiración se escuchaba acelerada, era obvio que estaba interesada en él. ¿Las veces que quiso hacer esto eran nulas, pero porque no aprovechar?

Mira Nora no debo tardar, solo dame el pase te parece- le rozo la mejilla con el pulgar y dio un brinco.

Yo… No puedo hacer eso-Nora recupero su postura aclarando su garganta.

Al apartarse del árbol vio que Dan ya no estaba.

Comenzaría la búsqueda pronto.

***

Al llegar al trabajo todos se han lanzado encima vi como Nannette corría desde su escritorio hacia mí sabía que sería un golpe duro, la distancia en la que estaba y corría a toda velocidad, solo cerré los ojos hasta sentir su cuerpo chocando hasta casi caer al suelo. Reía junto con ella, pero al mismo tiempo sentía la tristeza solo un segundo. Veía a Joe salir de su oficina con un hombre tan guapo, usaba un uniforme con un abrigo negro, el cabello negro le caía casi por los hombros, tenia los ojos azules glaciales era extraño ver a papá bueno a Joe con alguien mas joven que no fuera Damien. Joe se acercaba a mi junto con el hombre a su lado con sonrisas amplias o maliciosas realmente no podría diferenciarlas se acercó a mí y estrecho su mano nos saludamos formalmente y el solo me dedico una sonrisa.

Amber que bueno tenerte de vuelta. -Decía Joe.

Gracias es bueno estar de regreso. -Solté su mano, Suspiré alargando mi mano hacia el hombre de lado de mi padre.

Amber Watson mucho gusto. -hable firmemente.

Oh si claro, Amber este es el comandante Beau Archer. -Joe se aclaraba la garganta al ver los segundos se mas que pasaba observando a Beau.

Es un placer Detective Watson. -Contesto ignorando por completo a mi padre. El me miraba fijamente con una media sonrisa, soltó mi mano y camine de regreso a mi vieja oficina. Me relaje un segundo inhala exhala me dije a mi misma, tome unos archivos recientes. «Niña con la edad de diez años, fue encontrada después de 4 años de búsqueda exhaustiva, para la sorpresa de su familia ella no parece ser la misma todos sus recuerdos fueron removidos quedo en blanco hablaba como si la hubieran entrenado militares para una guerra o trabajos ilegales.»
Sentía un ardor en la garganta, esta gente era despiadada, e buscado a John Steel por tanto tiempo que cada vez que encuentro un caso nuevo de el solo me dan mas ganas de arrancar una a una sus extremidades. Las ansias de fumar comenzaron a aparecer en mis dedos, tomaba la pluma entre mis dedos y apreté con fuerza intentando evadir la sensación, concentrarme en la misión nueva en Roma. La pequeña pluma negra dio un ligero crujido la fuerza que produje hizo su efecto partiéndola a la mitad.

Camine por los pasillos, el chillido de mis botas comenzaba a molestarme, el tecleo de las laptops se juntaba junto con los murmuros, camine mas rápido hasta encontrar la salida. Tome el encendedor y el cigarrillo, el humo comenzaba a salir, fume una calada solo unos cuantos segundos hasta soltarlo.
Disfrutando de un cigarro. – una voz se situaba por donde acababa de salir.

Solo era Beau dije para mí misma.

Capitulo 4:

Una semana transcurrió; lo más difícil aún no se había hecho, el entrenamiento era agotador mi cuerpo se sentía aplastado adolorido al terminar el día solo quería llegar a casa, en un segundo me sentía la mujer más poderosa y ahora solo quería llegar a casa.
Las últimas dos horas me mandaron a la oficina a hacer las tácticas que se harán en Roma, odiaba hacer tácticas me mantienen encerrada en una habitación. No podía concentrarme con esas imágenes tan extravagantes en mi cabeza imagine a Beau en mi habitación su torso esta descubierto era definido parecía estar en la piel de un ángel me sonreía tan seductoramente que me hacía sonrojar el inclusive pensar que estaba haciendo ahí. Solté un jadeo al oír que Nan tocaba la puerta esa era señal ya nos podemos ir a casa. Beau no se ha acercado mucho conmigo desde el día del cigarrillo si tan solo no se hubiese acercado tanto talvez no estaría atolondrada desde entonces, Nan me estaba esperando con una sonrisa enorme.

-Que tienes para mí-le dije, Nannette podía ser una excelente compañera, pero si necesitaba saber algo como cuando atacaría la comandante de Rusia a Joe (realmente sacarla a comer o besuquearse a escondidas) Nan lo sabe todo.

Joe hablo con los del comité y nos vamos dentro de unos días, iremos de encubierto. Vamos por Steel, Watson lo tenemos. -decía ella con una mirada sombría, ella sabía cómo era respecto a Steel.

-Pero las estrategias aún no están completas el permiso de las armas? los fondos todo eso aún no se lleva a cabo. -dije era claro que estaba evitando hablar de John ahora.

-Joe lo hace por algo. Tenemos que irnos descansar-dije dándome su mano y partimos hacia los autos.

Estaba lloviendo intensamente, el cielo se volvió gris con negro y los árboles de movían ferozmente, parecía como si una tormenta estuviera aproximándose. La lluvia comenzó a mojar un poco mi cabello, mientras subía a mi auto me distraje viendo a Beau a lo lejos, Beau era exactamente el tipo guapo, el que yo creía apuesto a morir, hace tiempo que no sentía algo así por otro hombre. Sali del auto de nuevo, me acerque a Beau y el me miraba con una sonrisa siempre estaba sonriendo era espeluznante.

Hola Beau. -acaso eso era nerviosismo en mi boca, que bien Watson demuéstrale que tan insegura eres.

Detective. -sonaba sereno.

Tiene planes para el fin de semana-mis pies eran mas interesantes que su cara.

¿No desafortunadamente no tengo, pero podría tenerlos si aceptas salir conmigo, te parece 8 de la noche? Estaré seguro de llevarte a casa de regreso si eso te parece. – La sorpresa me invadió un poco de miedo se lucia en mis ojos.

Si suena excelente, quiero decir, si suena estupendo bueno estupendo es una palabra fuerte seria que si está bien. -cállame de una vez por dios.

Se acerco a mi y beso mi mejilla, mientras se alejaba decía a las 8 no lo olvides. Corrí de nuevo hacia mi auto arranque y salí hacia mi camino, la lluvia realmente parecía que no se iba a detener mejor aún puedo quedarme en casa tampoco es como que planeaba ir a algún lado. Me sentía un poco desorbitada no tenía razones realmente.

¿Soy yo o te noto demasiado alterada Amber? -alguien estaba a un lado mío. Era Ed.

El vehículo se descontrolo mis manos iban de un lado al otro estaba fija viéndolo pude ver a Ed tomar el volante y acomodarlo de nuevo en mis manos, esto no esta pasando me lo repetí tantas veces tu no existes, tu no existes, olvidé por un momento que el auto aún no estaba bajo control las llantas chirreaban y mi corazón latía con fuerza. Mis ojos parpadearon tantas veces y me detuve, por fin temblando voltee a ver mi lado de copiloto esperando que fuera mi imaginación asustada de ver. Ed me miraba con preocupación, una pequeña mueca se asomaba en sus labios.

Cariño acabo de llegar ten más cuidado o nos terminaras matando. -soltó una pequeña risa estaba temblando no podía decir nada.
Iba a pronunciar una palabra, pero decidí ir por lo fácil como azotar mi cabeza contra el claxon esperando que fuese una broma mala de mi cabeza volví a dirigir mi mirada al frente ignorando cualquier sucedido y me incorpore de nuevo en las calles.
Lo estaba ignorando Ed estaba en mi auto…

¿Sorprendida? -hablo de nuevo sus manos estaban abiertas y hacia gestos extraños de sorpresa, realmente podía ser él o serian esas malditas pastillas regrese mi mirada a donde él estaba, pero ya no seguía ahí.
Sorbe mi nariz y seguí manejando, 15 minutos después al fin llegué a casa tenía el estómago y las ideas revueltas no podía hablar sonaba como una maniática. Las cosas que sentía por Beau el miedo y la excitación desaparecieron en un instante; esta situación saco todo mi interés.

Como llegaste hasta aquí Ed JA como si fuese a contestar, mejor debería pensar en otra cosa, algo que no intente matarme comencé a desvestirme para ponerme algo más cómodo encendí la televisión y fui a buscar algo de comer.

Había pollo, lasaña y vino, que triste.

La comida estuvo excelente a pesar de que fuese hecha en un microondas y la botella de vino inclusive mejor, me sentía relajada a menos que sean las 3 pastillas que tome ya estaban empezando a jugar con mi mente la televisión sonaba distorsionada; abrí la segunda botella de vino, tal vez no la mejor idea.
Tomé un cigarro de la mesa de la sala y me senté en el sofá a fumar solo analizando u olvidando la situación de hoy. Me enfocaba más en como salía el humo de mi boca que en y quien se ganaría el millón de dólares cuando el teléfono comenzó a sonar.

-Hola? -volví a fumar un poco más.

-Amber? Hija soy yo, pero espera antes de que pienses en colgarme hay algo que debo o querrás saberlo, aunque creo que me arrepentiré si lo hago no importa aquí va.

-Me asustas que pasa? -dije viendo mis uñas

-Ed está vivo. O al menos eso parece. -Soltó rápidamente.

El vaso que sostenía temblaba entre mis manos, pero en lugar de dejarla caer di un largo trago.

– ¿Bien, ahora esperas que te crea? TU misma lo dijiste ED ESTA MUERTO se tan amable de no marcarme a estas horas déjame en paz intento emborracharme. -Azote el teléfono tome el cigarro otra pitada y otra hasta que se acabó.

-Algunos no saben cómo soltar las noticias lentamente no lo crees cariño, eso lo tiene de especial tu madre. -Por favor de nuevo no de nuevo, Ed estaba ahí frente a mí. ¿Oh vamos no te quedes ahí no quieres acercarte un poco más? – tenía una sonrisa enorme tentadora seductora. O era el vino y el hecho de no tener sexo en años. Estaba nerviosa, mareada y excitada mi realidad se hacía cada vez más borrosa y extraña.

¿Eres Ed? o simplemente me estoy volviendo loca, toque mi frente y lo veía Ed me veía con el ceño fruncido, solo me estaba dando respuestas una ilusión.

-Supongo que, si ya perdiste la cabeza, pero sabes algo- él se acercaba hacia mi lentamente- eso está bien para mi. -Susurro en mi oído erizándome por completo, ESTO NO ES REAL ESTO NO ES REAL me lo dije múltiples veces, pero Ed seguía ahí a centímetros de mí.

-DONDE DEMONIOS ESTABAS, exclame ME DEJASTE ED ME DEJASTE -comenzaba a llorar las lágrimas ya estaban cayendo, me dejaste con un anillo en el dedo, ¡si supieras como fueron estos años y ahora te apareces como si nada ocurriese! -Grite y grite.

-Sh.. puso sus brazos alrededor de mi cuerpo esto se sentía tan real tan cálido y confortante pero no era real. Pero quería disfrutarlo tanto como fuese posible, alce mis manos a sus mejillas y roce mis yemas por su rostro como en mi sueño su rostro se mostraba serios labios en línea recta y sus ojos solo me miraban fijamente, sus manos subieron por igual a mis mejillas y comenzó a limpiar mis lágrimas.

-No puedo decirte, además no tenemos mucho tiempo algún día sabrás lo mucho que lo siento…-Soltó. -Pero créeme tendremos tiempo… alguna vez.

-Eso qué diablos significa. -Dije molesta.

Soltó una risa pequeña yo jadeaba y la sensación salió me lance a besarle, y sus labios … tocaron los míos, las imágenes de él y yo juntos comenzaron a brotar en mi cabeza hasta el día que se fue eso no me hizo detenerme lo bese con intensidad, con locura, pasión y necesidad. Quise quitarle la camisa negra que tenía puesta, pero me sorprendió tomando mis muñecas empujándome a la pared. Paro de besarme y jadeábamos bruscamente.

-Ahora no. -beso mi frente, la puerta sonó, solo entonces abrí los ojos.

Capitulo 5:

Roma…

El hecho de que hubiese huido de esa base no significaba que era libre, que los soldados o científicos se hubiesen olvidado de mí no significaba que el peligro estuviese fuera de vista. Los peligros me perseguirían hasta encontrarme y matarme si era necesario. Sus propios pensamientos lo invadían. Engañar a Nora fue fácil era igual que todas las mujeres, siempre dejándose llevar por sus propios pensamientos carnales. Sus ojos se dejaban ver con brillos, destellos de deseo desde el día en que llegue aquí. Pero realmente nunca me había interesado en algo más que saber que anhelaba escapar. Continuaba empapado de agua helada, estaba en una ciudad desconocida y sería la primera vez en años que saldría. No sé dónde estoy, como salir y que hacer; ¿hacia dónde iré? Suspire levemente recargue mi cabeza en las paredes de piedra que parecían ruinas. Observaba mi entorno, era hermoso, la brisa era cálida aún más de la que jamás había sentido, no recordaba cómo se sentía el calor en su piel, personas caminando a mis alrededores, a lo lejos percibí el aroma de comida recién preparada, en el cuarto que tenia solo era pescado o comida deshidratada después de una semana completa sin comer.

Podía acostumbrarme a esto, pero los recuerdos siguen llegando, sigo queriendo acabar con John Steel y sus malditos ayudantes.

Aun sin recordar quien soy o que hacer tengo al menos todas las habilidades que conseguí ahí dentro. Entre otras cosas.

Sin embargo sería difícil pasar desapercibido, todos vestían de maneras particulares, el idioma era distinguible a pesar de no saber que idioma era exactamente, comenzaba a sentir miedo mis manos comenzaron a sudar mientras se mezclaba con las pocas gotas que aun caían y se deslizaban de mi cabello hacia mi ropa. Comencé a caminar, mezclándome con la multitud de turistas al parecer, no percibía la mirada de nadie eso me daba un alivio inmenso, me detuve en frente de una calle repleta de artesanías «La Rome»

Roma dije entre dientes, me adentré con la esperanza de encontrar un poco de ropa. Tome con precaución una camisa blanca abotonada de mí misma medida, pantalones negros más ajustados de lo que deberían ser supongo que me fallo la opción de los pantalones y por último unos; ¿MO CHA SINES? realmente no tengo idea que decía esa caja eran negro al igual que los pantalones. Camine un poco más esperando pedir indicaciones para un baño, lo intentaría, hablare con alguien distinto al fin, sentía ansiedad mientras caminaba hacia una anciana, de cabello rubio y vestido verde menta largo una brisa de recuerdo llego a mi comencé a sentirme mareado. Tome el borde de su silla y ella inmediatamente se asustó.

-Stai bene?-dijo con preocupación en su rostro.

-Scusi, sto bene grazie. -fluido y concreto. Era como si supiese el idioma.

Impresionado por mí mismo tome su mano y di un beso en sus nudillos, soltó una risa y camine hacia el lado opuesto del mercado. Mis ojos captaron una pequeña motocicleta blanca, una calavera colgaba de uno de los retrovisores sin pensarlo dos veces vi la llave y arranque. Aun sin rumbo, pero debo salir de aquí.

Amber:

La puerta sonaba timbres y golpeteo en ella, estaba tan ebria como para olvidar que tenía que abrir la maldita puerta. Deje que siguieran tocando y fui a dormir solo imaginando, deseando volver a ver a Ed, aunque solo fuera un sueño más. La bebida y las pastillas para dormir realmente estaban quemando mi cerebro, pero no tengo a quien culpar más que a mí misma, mi psicóloga envió un mensaje a mi celular por la mañana.

«Señorita Watson espero este disfrutando de sus vacaciones, empiezo a preocuparme no se ha presentado a las ultimas citas del mes, solo quería revisar si se encuentra bien, o seria necesario pasar a verla.

Mis saludos más cordiales.

Alexandra Corfe.»

Era irritante ver a la psicóloga, mas aun porque mi padre lo veía necesario, era increíble ver como aun podía tratarme como una niña sin control. Tome mi café matutino la resaca hizo su efecto, empezar el día vomitando solo para luego irme en avión hacia Roma sí que era un día diferente, al subir al autobús que nos llevaría a la aerolínea veo a Beau con una sonrisa enorme, era casi tétrica.

-Buenos días, Amber. Su mano golpeteo el asiento a su lado supongo que sentarme con él no estará mal. Aun tengo una cita pendiente; pensé.

-Beau buen día listo para la gran misión o la mejor de tu vida un viaje gratis a Roma no se ve todos los días no lo crees? Mi sonrisa se ampliaba, su rostro me daba escalofríos por todo el cuerpo. Los ojos azules más bellos que había visto en un largo tiempo, la barba comenzaba a salir mas a detalle se veía incluso mas varonil, estaba muy segura de ver uno que otro tatuaje en su pecho y brazos.

-Solo si tú lo dices supongo que es cierto, no te vi ayer en la fiesta en el bar, déjame decirte que estuvo genial Daniel cayó encima de Jared…

Beau hablaba si lo estaba escuchando, pero mis ojos parpadeaban para dormir un poco más deje de escuchar su voz y todo se estaba tornando oscuro, estaba cayendo en un sueño pero no en cualquiera sabía que vería a Ed en este.

Millones de luces blancas resplandecían frente a mis ojos y luego lo vi, pero era una pesadilla; se encontraba en una camilla de hospital o eso parecía, las ventanas estaban selladas y no parecían doctores los que lo atendían. Tenía agujas en el cuello y el cuerpo con liquido verde y azul. Estaba asustada escuche sus gritos de frustración y dolor, había ira en sus ojos y fue cuando volteo su mirada y me vio; ¿sorprendido o feliz? Un musculoso hombre de ropa negra se acercó y con un puño lo noqueo, era obvio lo dejo inconsciente al instante. Estaba desesperada por acercarme, pero no podía ni siquiera moverme, inquieta y gritando patalee empecé a escuchar a Beau hablarme más despacio y reaccione poco a poco saliendo de esa pesadilla.

-Oye te encuentras bien? -me miraba con sus ojos azules que admiraba hace unos minutos. No estaba lo suficientemente despierta para darme cuenta.

-Ah. sí lo estoy es solo que no dormí mucho es difícil dormir cuando tienes tantas cosas en la cabeza o alcohol.

-Si eso creo, es que somos los últimos en bajar del autobús y nos están esperando sabes; ¿para ir al avión?

-DEMONIOS!!; ¿Cuánto tiempo dormí?

Sonrió y extendió su mano frente a mí, la tome de inmediato sintiendo nerviosismo en todo mi ser era excitante y diferente. Su agarre era fuerte y firme.

Bajamos corriendo de la mano se sentía extraño, no estaba acostumbrada a tocar a la gente a menos que fueran cercanos. Subimos al avión y supongo que ahí comenzó todo.

10 horas y 15 minutos después estábamos en otro auto bus esperando ser llevados al hotel donde nos hospedaremos el próximo mes de nuestras vidas.

Una habitación tapizada de blanco con líneas gruesas rojas, figuras negras y doradas de arriba a abajo, cortinas guindas que daban dirección a un callejón hasta cierto punto elegante, veías a los trabajadores irse, era media noche y yo no sentía el sueño llegar en ningún momento, había un minibar en mi habitación. JA, que grave error.

Botellas de todo tipo inundaban el minibar, pero debía tener mis sentidos alerta, mañana empezaremos con la maldita misión que me ha volado lejos de mi casa. Tenía frío inusual me quedé acostada en el suelo hasta que pensé en dormir.

Aquí iba mi mente a divagar un poco más…

No era costumbre mía caminar por la noche de hecho nunca quise atreverme a hacerlo por miedo a perderme en algún momento, al igual que Ed, siempre imagine que volvería… Eso fue hace 3 años. Pero esto era un sueño estaba segura, vi cada recuerdo con Ed, pero siempre volvía a lo mismo a la maldita boda de mi madre; si jamás nos hubiésemos presentado quizá Ed seguiría vivo, quizá estaríamos juntos aún.

Las lagunas de algún lugar veo a Ed a lo lejos una cabaña aparece es pequeña no tiene nada especial Ed no estaba usando camisa solo estaba recargado en la madera que sostenía el techo. Sonreía mientras me acercaba el parecía no notarme, me acerque más y más.

Al fin me veía volteo para quedar frente a frente abrió sus labios, me sentía más tranquila ya que su recuerdo inunda mi mente cada hora y segundo creo que me estaba acostumbrando a verlo casi todos los días. Toco mi mejilla su mano estaba tibia y escalofríos aparecieron en todo mi cuerpo.

Amber…no me olvides. -fue lo último que recuerdo ya que los ruidos de la alarma comenzaron a sonar.

La ducha fue un martirio el agua no me relajaba no sentía nada más que enojo, ira quería ver a Ed solo por una vez, aunque sé que es más probable que una psicóloga resuelva mis dudas o un psiquiatra si esto me estaba realmente volviendo loca. Mientras me relajaba tome un trago largo de vodka, era realmente malo.

La misión era fácil si es que en el camino no saliesen las sorpresas que Joe dijo. Tomar precauciones, no dejarse ver nunca siempre estar en cubierto y no olvidar el propósito de estar en Roma, siempre dice eso cuando sabe que el lugar estará abarrotado de alcohol.

El punto de la misión es buscar a John Steel jefe de un cuartel desaparecido de momento, ha sido de los más buscados por trata de personas, hace diferentes tipos de usos con ellas, él se había convertido en el nuevo científico creador del mismísimo Frankenstein. Mary Shelly jamás se había retorcido tanto en su tumba como hoy; apuesto a que hubiese amado ver algo así, sin embargo todas los reportes que tengo hasta el momento realmente no revelan nada en particular sobre lo que hace con las personas. Se sospechaba que una pequeña niña desaparecida al menos un año reapareció en Rusia como una asesina a sueldo, no recordaba nada ni mucho menos como llego ahí. Todo esto revuelve mi mente, estamos en un mundo absorto de cualquier realidad, nunca sabrás si realmente existe un Drácula o un hombre que se convierte en lobo al final de la noche.

Todos seguían dormidos sus habitaciones se encontraban a oscuras baje al lobby del hotel a tomar un café, el lobby permanecía vacío, solo la recepcionista se encontraba ahí, soltó un Buongiorno. Regrese el saludo y camine hacia el restaurante.

Hola Amber-Beau se aproximaba a mí con un atuendo adecuado y además exquisito para su tipo de cuerpo, era un hombre guapo y adorable. Realmente nunca entenderé lo que sucede por mi mente estos días. Beso mi mejilla y tomo un café por igual. Se movía de manera tan delicada, estaba tan absorta en verlo.

Hola Beau, buen día, pensé que sería la única despierta a esta hora. Realmente no imagine que fueras una persona de día, te imagino más un chico de noche. Se río conmigo, estas eran demasiadas sorpresas, despierto sobria, a pesar de que mi sueño se haya arruinado por culpa del tiempo, me tome la libertad de maquillarme y arreglarme para salir a una misión que tal vez me mate, pero la vibra esta por los cielos.

Estaba pensando en salir de aquí un rato comenzar a buscar poco a poco alguna pista, hay demasiadas construcciones sin terminar o pequeños edificios solos hay mucho que buscar, la última vez que se vio el carro de Steel fue aquí cercas del hotel eso fue alrededor de 28 horas antes de que llegáramos así que algo está buscando.-Hablaba como si fuera lo más sencillo.

¿Tienes alguna idea de lo que esté buscando? -Di un sorbo a mi café, quemaba la garganta con placer culposo de mañana. Amaba esa sensación.

Sabemos que está acompañado de una mujer desconocida, pero en los últimos datos que hemos recibido se encuentra con él en casi todas las fotografías de la persona en cubierta. -Comento, veía sus expresiones y luego poso sus ojos en mí, esperando una respuesta espero lógica porque no tengo nada solo se algunas cosas de esta misión.

Hay un infiltrado, no tenía idea. Él debe saber dónde se encuentra; la base cierto? No sé qué hacemos aquí entonces. -Era el colmo no estar informada ni de mi propio trabajo, mi misión; tan absorta estoy en mis pensamientos que todo se me va de las manos y por obvias razones de la cabeza, solo pienso en Ed en su manifestación.

Ojalá fuera así de fácil, pero cambiaron a último momento la base están usando una nueva, al parecer uno de los pacientes escapo. Cambiaron todo, vendaron los ojos de cada uno de los trabajadores por miedo a que sus propios empleados lo traicionaran, sabe de la suma de dinero que ofrecen en todo el mundo por el.-Beau se alejaba de mi poco a poco hasta que me dio la espalda y salió por la puerta principal vistiendo como un galán.

Me quede pensando en toda esa información nueva, Steel sí que lo tenía todo planeado como íbamos a detenerlo estando en cubierta y en solo 1 mes, buscando pistas como pequeñas ratas buscando migajas. Tendríamos que empezar a buscar por la base vieja tal vez ahí exista algo que pueda guiarnos hasta John.

Beau espera! Grité.

Capitulo 6:

Horas más tarde nos encontrábamos en un auto alquilado a casi 50 minutos lejos del hotel en dirección a la base antigua de John Steel. Nadie más del equipo estaba enterado y mucho menos Joe, lo único que nos quedaba de suerte era salir de ahí rápido sanos y vivos. Beau se veía intranquilo sabia las posibilidades de que algo saliera mal.

Amber siento que cometemos una locura, nadie está enterado de nuestra situación seria mejo comunicárselo a alguien, si algo sale mal que vengan a buscarnos. -volteaba repentinamente a mirarme. Por mi parte solo veía el alrededor, solo era tierra, hierbas verdes, flores, muchos árboles y un sol siendo absorbido por las nubes grises y pequeños destellos de relámpagos en el cielo.

Beau sé que es una locura, pero las probabilidades de que ahí siga alguien son nulos, solo entraremos y saldremos lo más rápido posible. -tome su mano mientras le sonreía. Beau sonrió de regreso y mi corazón se derretía por dentro.

No creo que sea un problema para ti, eh oído que sabes encontrar pistas, era buena en lo que haces. -dije sin soltar mi mano.

Sonreía a mis afueras, el solo me miraba, por un lado, no dejaba de soltar mi mano, comenzaba a sonrojarme en este punto.

Sabes aun me debes esa cita, aun estando en Roma aun podemos ya sabes salir…-avergonzado soltó una risilla por lo bajo.

Claro Beau eso suena muy tentador y romántico. – sentía mi cara arder con vergüenza y asombro mi confianza ante tal comentario.

Beau continúo manejando hasta que el auto comenzaba a bajar su velocidad, era una señal, estamos llegando. Mi corazón latía con fuerza, solté la mano de Beau sintiendo una brisa fría, ya no sostenía nada comenzaba a sentirme mal una vez más. Desapareció esa sensación al ver la gran base, muros altos difíciles de cruzar, arboles enormes de roble escondiendo las puertas principales, la caseta de seguridad tenía la puerta abierta, Beau presiono el pequeño botón de abierto las puertas grises de barrotes gruesos comenzaron a chillar al abrirse. Había dos cámaras en la orilla de cada estructura, los focos infrarrojos permanecían apagados, no entiendo porque alguien no los detuvo alguna vez o con más pronta anticipación, como era que Beau sabia donde se encontraba todos esto.

-Beau, ¿Cómo es que tú sabes donde se encontraba está base?

-Simple Amber, -se acercaba hacia mí- el infiltrado. Estaba tan cerca de mí, olía su colonia, su fragancia y la loción tan cerca que veía como sus poros daban vida a nuevos vellos en su barbilla.

-Lo lamento estoy algo distraída. -sonreí comencé a alejarme de Beau, había algunos reconocimientos, al alrededor de 10 puertas en nuestro entorno, tomé la 4 a la derecha.

Cuartos pequeños una cama con una almohada algunas cosas como juguetes, cigarrillos, ropa y jeringas se encontraban en el suelo, el cuarto era enorme y helado, las luces no servían, las pequeñas ventanas dejaban entrar un aire fresco lo cual empeoraba la temperatura.

Caminaba por el pasillo blanco con la linterna en la mano, comenzaba a ponerse oscuro, no había ventanas ni mucho menos luz; más puertas, dos de hecho una por cada una viéndose al frente abrí la primera a la izquierda, un cuarto enorme papeles en todos lados cajas llenas de expedientes vacíos. Mientras caminaba por las hojas y cajas por todo el cuarto hubo un pequeño crack en el suelo, había algo ahí abajo. Tome un tubo que colgaba de una esquina, tome un extremo del tubo entro por una orilla del piso de madera ya viejo, el pedazo de madera salió, debajo de ese suelo falso se encontraba una caja de acero oxidado estaba con candado. La introduje rápidamente en mi bolsa y continúe revisando peor sin ningún hallazgo regrese con Beau. No estaba segura si era el mismo camino que había tomado hace algunos minutos este era mas oscuro y con espejos a su alrededor; se tornaba peligroso pero la linterna aún seguía a mi lado. La encendí y caminé más a dentro de el pasillo, escuchaba mi nombre a lo lejos como ecos que provenían de todos lados, me sentía mareada y atolondrada, no veía nada para colmar mis nervios. La linterna comenzaba a parpadear por la falta de baterías. Me arrepentí de seguir caminando, pero logré ver una señal verde resplandeciente.

uscita di sicurezza. Salida de emergencia en italiano.

Se escuchaban pasos retumbando en el entorno era muy tarde para regresar, no era un cobarde; la luz de la puerta de salida se veía cada vez más cerca; toqué la barra de empuje y sentí que me rozaban los hombros. La luz gris me había encandilado por cierto tiempo, aun así, camine lentamente hacia el carro nuevamente, olvidando por completo a Beau. Abrí la puerta del copiloto y comencé a ver la caja pesada que había robado, no había manera de romper el candado sin mis herramientas necesarias todo estaba en la maleta, en el jodido hotel, teníamos que regresar la ansiedad me carcomía por dentro desesperada de ver lo que contenía la caja. Di un brinco al ver a Beau fuera del auto sonriéndome con ternura entro al auto y miro mis manos sucias, no podía dejar que Beau viese la caja, era evidencia pero tardaría meses en ser revisada tal vez yo podía llegar al fondo de todo esto si tan solo me mantengo callada, supongo que ese es mi fuerte.

– ¿Que paso, te lastimaste? -tomo mis manos envolviéndolas en las suyas, se sentían suaves y tibias, sus dedos se deslizaron por mis nudillos y los froto levemente liberando escalofríos desde mi espalda a mis brazos. Fue un alivio para mi fue que tenia un abrigo y una camisa larga debajo, me vería muy débil dejando ver que con solo un roce me tenia alocada y con el corazón desbocado. Beau me miraba con una media sonrisa y su cabello se deslizo por su ojo, hice algo valiente de mi parte, solté su mano y acerque la mía a su rostro quitando el mechón de su cabello, yo estaba perdida solo haciendo ese movimiento y tan cerca de su rostro. Beau tomo mi mejilla y se acercaba lentamente hacia mí, susurro – E querido hacer esto desde hace tiempo.

Estaba tan solo a unos centímetros lejos de sus labios ya podía sentir su aliento fresco, su nariz ya tocaba la mía, no se que rayos estaba esperando mi cuerpo estaba en llamas y anhelaba ese beso, anhelaba tenerlo cerca de mí su decisión se veía estábamos tan cerca. Hasta que el celular comenzó a sonar.

Capitulo 7:

Maldita sea, exclamo mi mente.

Beau tomo su celular de la guantera se veía avergonzado, tenía las mejillas rojizas se veía tan tierno y sexy. Me olvide por completo de la caja, de Ed, de la misión, de Joe y aun así todo era mucho mejor teniendo a Beau a mi lado.

-Hola? Si el habla, una disculpa no solo; estoy con la Detective Watson tomando un café dile a Joe que regresaremos en 30 minutos. Tomo parte de su cabello haciéndolo hacia atrás y lo perdí los estribos.

Beau Archer:

Mis instintos salvajes se apagaron en cuanto sonó el celular, me desconcertó lo simple que se veían los labios de Amber al estar cerca era un simple beso y me tomo tanto tiempo solo besarla. Me observaba con tensión sexual era obvio, su respiración casi zumbaba y tragaba saliva ruidosamente.

Era tan bella sus ojos azules eran los más bellos que había visto, mi mirada se desviaba cada 3 segundos a verla cada que se podía. Su cuerpo se movió ferozmente y subió encima mío, tomo mi rostro y comenzó a besarme con locura solté el celular olvidando por completo lo que estaba pasando, hace unos momentos la tomé por la cintura y aprete con fuerza soltamos gruñidos al mismo tiempo. Esto no estaba planeado, esto no era a lo que venía.

Me separe de ella y nos veíamos avergonzados, Amber tenia los labios hinchados y su cabello alborotado subía y bajaba por su respiración agitada.

– Quieres que me mueva? Dijo avergonzada miraba hacia abajo. -pregunto tímidamente.

Quería decirle que no se moviera, que la deseaba, pero no estaba aquí para eso tuve que mentirle.

-Creo que sería mejor si no nos involúcranos sabes sería más profesional. -aleje mis manos de su cintura contrayendo mi pecho y forzando mis músculos para no tomarla otra vez.

-Tienes razón perdona- se bajó de mi cuerpo acomodándose en el asiento de copiloto de nuevo

– Creo que seria lo mejor debemos volver al hotel empezaran a preguntar por nosotros. -conteste con firmeza.

– Tienes razón debemos irnos. – se bajo con torpeza y termino acomodándose en su asiento mientras mantenía su mirada fija hacia la ventana.

Era hora de regresar, arranque el auto hacia el hotel de nuevo.

Amber Watson:

Me sentía humillada, avergonzada como si hubiese hecho un espectáculo que tuvo un final terrible, era quizás el momento mas penoso de mi vida entera. Quería soltar lagrimas ahí mismo, pero opte por abrazarme a mi misma esperando a llegar al hotel.

Henos aquí una vez más en el hotel, pasamos la mayor parte fuera del hotel, eran las 6 de la tarde y Roma estaba precioso el atardecer ya caía sobre nuestras cabezas, entre a mi habitación corriendo hacia el balcón, tenia un estilo tan bello y refinado me tomé con fuerza y encendí un cigarro quise sentarme en la silla de madera acojinada.

Mi mente vagaba viendo por las calles de Roma eran exquisitamente bellas los caminos rocosos y la gente p aseaba felizmente, ojalá yo pudiera estar así de feliz. Olvide por completo la caja de hierro camine hacia ella soltando el cigarro afuera, ahí estaba en mi bolsa, evidencia quien sabe que podría contener ahí, solo basura tal vez, pero tendría que averiguarlo. La puerta sonó varias veces, esperaba que no fuese Beau, no quería pasar otra situación incómoda. Pero para alivio mío era Nannette con una charola de comida enorme pero el olor era delicioso, pero no dejaba de ver las 3 botellas de vino tinto que tenia a un lado suyo.

– Tu y yo tenemos que hablar. – sonrió ampliamente.

– Y vaya que si – conteste

Se sentó en la alfombra preparando la charola como si fuese un picnic dentro de casa. No quería hacerla sentir mal, pero Roma era muy bello que hubiese preferido salir a una cafetería o un bar, el bar sonaba más tentador.

-Ahora cuéntame que paso con Beau. – comenzó a llenar las copas.

– Deberías estar un poco ebria para colmo son cosas vergonzosas. -dije sentándome frente a ella. – Pero podría contarte de algo que encontré en donde estábamos, pero debes prometer no decir nada. – era importante que no dijera nada y que mejor que antes de estar ebrias.

-Sabes que yo puedo guardar un secreto. – comencé a carcajearme a morir era cierto que, si podía, pero ella tenía una boca suelta cuando se tratan de secretos extremadamente sucios.

– Sali con Beau a la base anterior de John Steel.

-Que! – Exclamo.

– Si Beau aparentemente sabia donde estaba y fui con él solamente a investigar claro, pero hubo ciertas cosas que me extrañaron de Beau y de la base, encontré esto, pero Beau no sabe que lo tengo por lo tanto también tendrás que mantener esto en secreto. – tome la caja y ella la tomo examinándola, a final de cuentas ese es su fuerte en el campo.

– Tengo una manera de abrir esta caja. -me miraba fijamente y lanzo la caja al suelo, haciendo un estruendo fuerte en la habitación.

-Nannette eso no funciona-solté una carcajada.

-Mmm realmente creí que funcionaria. -miro hacia la caja y se hecho a reír conmigo.

Algunas horas mas tarde las primeras dos botellas de vino se habían vaciado por completo, la caja permanecía en su lugar, Nan comenzó a hablar de algunos de sus desamores y ahí fue cuando la borrachera llego al punto de compartir secretos.

– ¿Quieres saber que paso cuando fuimos a la base de Steel? -mi voz se arrastraba.

– Por supuesto que quiero saber! -exclamo

– Lo bese. Bese a Beau incluso me subí a sus piernas dentro de auto, pero; me pidió que me bajara para poder regresar acá. -baje la mirada. – Creo que no esta tan atraído hacia mí, es lo mas lógico es decir mírame, Ed al igual se alejo de mi tanto que ya no lo eh vuelto a ver desde entonces.

Nannette me miraba con una mirada triste y soñolienta.

-Oh Amber creí que ya habías superado todo aquello, además lo de Beau por dios es un patán tal vez solo se puso nervioso, o solo es tímido.

-Nan no es todo eso, a veces siento que veo a Ed siento que esta a mi lado, por dios lo eh besado, han pasado tantas cosas que ya no se como distinguir la realidad. Hasta que estuve con Beau, lo olvide por completo suena cruel, pero pensé por un segundo que Beau podría ser mi nueva oportunidad mi nueva vida. Supongo que me equivoque.

-Ven acá. -Nannette tomo mi brazo y me acerco a ella abrigándome en un abrazo. – Ya verás que todo acabara pronto.

Nannette se fue a su habitación. Y yo, yo no podía dormir volví al balcón, ebria con otro cigarro volví mi mirada hacia la caja que yacía en medio de mi habitación, no quería ni siquiera verla solo recordaba el momento vergonzoso con Beau.

– ¿Porque no la abres? – una voz provenía a mis espaldas.

-No eres real se que eres tu Ed, vete sal de mi cabeza déjame en paz. – volteaba a verlo y era claro ahí estaba parado viéndome fijamente con su estúpida sonrisa, la misma ropa de siempre era la misma visión.

– ¿Y acaso no era real cuando me besaste? – se acercaba paso a paso a mí, los pasos se escuchaban tan despacio pero el pequeño sonido lo captaban mis sentidos eso era lo que me asustaba.

-Ed lárgate. – lo miraba fijamente, cuando la puerta sonó.

-Ese imbécil de nuevo- dijo Ed.

Abrí la puerta lentamente pude ver a Beau, en una camiseta ropa larga y unos pantalones de dormir negros, el cabello alocado y unos mocasines. Se veía sexy de cualquier manera.

-Amber perdona que te moleste, espero no haberte despertado.

-No te preocupes estaba fumando un cigarro, ¿quieres pasar?

-Claro eh sí. – Entro a la habitación quedando en frente de la puerta una vez más. Ed había desaparecido una vez más, solo yo podía verlo eso parece.

-Gustas un cigarro? -Negó con la cabeza, lucia cansado y un poco avergonzado y quien lo culparía.

-Amber quería disculparme por lo de esta mañana, no fue propio él, bueno todo y solo quería pasar a disculparme, sabes estaremos aquí casi un mes y no quisiera hacer las cosas incomodas. -se rascaba la nuca, yo solo lo observaba con lujuria. -Bien creo que debo irme ahora. – comenzaba a alejarse hasta quedar en el picaporte. En un movimiento rápida se acercó rápidamente hacia mi acercándose a mis labios me beso una vez más, más salvaje y aumento el deseo. Quería llegar a lo más lejos con Beau.

Sus manos se deslizaron a mis muslos, levanto mi cuerpo haciendo que enrollara mis piernas en su cintura cargándome hacia la cama, me recostó y solo podía enfocarme en Beau en su cuerpo, el olor de su ropa era adictivo, suave fastuoso. Besaba mi cuello con lentitud y deje salir un gemido, era tan extraño sentir a alguien más besarme después de tanto tiempo.

-No lo hagas Amber. – Ed apareció detrás de Beau. – Por favor piensa en mí.

Al diablo con Ed. Cerré mis ojos dejándome llevar por el momento.

Capitulo 8:

Desperté en cama, desnuda, mi piel estaba helada y sentía un hueco en el estómago.
No había hecho esto desde hace años, era perverso hacerlo mientras veía la sombra de Ed, me miraba con decepción y enojo, pero por alguna razón eso no me molestaba estaba creando conciencia de que no era él. Solo una sombra malvada de mi imaginación y lo quería fuera de mi cabeza, quería olvidarlo empezar de nuevo como mis padres siempre quisieron. Beau no estaba a mi lado cuando desperté eso solo me hizo sentir mal, pero me sentía triunfante y feliz, eran las 8am. Un día nuevo quise pensar hasta que vi la caja seguía donde mismo, tome la bata y me senté de nuevo en la cama intentando abrir la caja, había una aguja con la punta doblada en la mesita de noche lo use con la caja hasta oír el glorioso sonido de apretura.
Había papeles y fotografías un tanto arrugadas había niños y algunos adolescentes con batas blancas eran expedientes.
Walter Hanson:
Destaca con su habilidad impresionante de rapidez.
Puede funcionar como asesino a sueldo.
Edad: 13
Mas expedientes salían de la caja tenía grabaciones y contratos por todos lados quizás es la clave para encontrar a John, llevarlo a la cárcel de una vez por todas.
Bajé al lobby esperando ver a todos sin embargo encontré a mi padre hablando por teléfono, parecía contento era muy inusual verlo sonreír tan abiertamente.

-Hola Joe. – me acerque a saludar. En cuanto me vio colgó el celular.

-Amber buenos días, espero tu noche haya sido placentera. – me miro por el rabillo de su ojo. – Parpadee varias veces hasta recobrar la conciencia.

-Vi a Nannette con vino así que supuse que tuvieron su noche de chicas. – sonreía nuevamente.

-Si, fue divertido. – mordí mi labio levemente recordando la noche anterior. – Los brazos de Ed abrazando mi cuerpo mientras me besaba, regrese a mi realidad en cuanto Joe me extendió un pedazo de papel.

-Bien. -Pero hoy no será igual, necesito que salgas esta dirección es tu misión sé que sabrás que hacer. -Toco mi hombro. – Se que tú y Beau salieron a la base de Steel ayer por la mañana, espero que no se repita. Mucho menos que tengan algo de la base.

Camino a su habitación era lo que yo imaginaba, tome el papel y contenía una dirección y la ubicación de un automóvil. Salí del hotel dejando aire frio salir de mi boca, camine hacia el auto efectivamente estaban las llaves pegadas arranque y me encamine hacia la dirección.

Dan.

No es posible que John este aquí desprotegido, a la vista de todos disfrutando de un maldito festival, algo debe andar mal; pero nada aparentaba un peligro no lograba ver a sus gorilas por ningún lado, nada sospechoso dentro del salón o fuera. Esperé recargado en la motocicleta, una chica de abrigo rojo paso a un lado mío cuando comencé a sentirme mareado, una oleada de recuerdos llegó a mi memoria. Una risa angelical, música fuerte luces blancas y unos ojos azules. Nunca cruzo por mi mente esa chica, pero ha estado en mis sueños desde que recuerdo. No podía desenfocarme ahora, John estaba a unos minutos de salir del espectáculo, tenía que estar alerta, me puse el casco y espere.

Un carro negro se estaciono a lo lejos, una chica se bajo de él, se veía sospechosa. En eso John salió del espectáculo.

Amber:

El perímetro era extenso, civiles aproximadamente 17, niños ningunos, sospechas dentro del perímetro una motocicleta negra a algunos metros de distancia. Hombre alto, vestido de traje y casco de motociclista. No fue un movimiento muy listo es el principal guardia de John supongo.

Baje por completo de auto fijando mi mirada hacia la puerta, 2 minutos después John comenzó a salir con la sonrisa mas triunfante que le había visto. Era extraño tenerlo tan cerca, sentí la necesidad de darle un tiro a la cabeza y acabar con todo este asunto de una vez, pero merecía sufrir, así como lo hizo con eso niños. El hombre de casco se alejó de la moto caminando hacia la calle izquierda quería atacarlo, no estaba de su lado. John camine hacia mi aún estaba completamente solo.

Me acerque a el paso por paso su mirada cruzo con la mía y su sonrisa engrandeció, me ha reconocido. No podía dejar pasar la oportunidad, tome el silenciador; en un movimiento rápido y sigiloso lo aplaste contra su estómago.

-No intentes nada, sube al auto Steel.

-Watson. Pero desafortunadamente no al que me alegraría ver.

-Camina John, ahora. – Susurre, aplaste más fuerte el arma contra él.

-No hay prisa o sí? – insinuó, comenzaba a reírse, pero eventualmente camino hacia mi lado. Logre que subiera al auto. Lo logre.

Tomé las esposas más gruesas que encontré colocándoselas y aventándolo hacia dentro del auto, tenía tantas ganas de acabar con él, golpearlo hasta que los nudillos estuvieran frescos. Quería verlo tras las rejas; arranque el auto a toda velocidad, llame a Nannette.

-Dile a Joe que lo tengo, necesito refuerzos.

-Están detrás de ti. -dijo con rapidez

Unos autos blancos comenzaron a sonar como alarmas, alertando a todos los habitantes a quitarse del camino, Steel se concentró en la ventana y comenzó a reír.

-Ups! Tenemos compañía. – sonrió.

Observé por el retrovisor, el chico de la moto se aproximaba a mí, comencé a acelerar más dejando a mi equipo atrás, pero él seguía detrás de mí. No me quitará a Steel no lo hará. El auto ronroneaba con fuerza y daba todo de él, entre por calles de subidas hasta quedar sin salida. Baje rápidamente del auto y chico de la moto hizo lo mismo. Apunte hacia él, pero fue en vano; fue como un espejo hizo exactamente lo mismo.

– ¡Baja tu arma y yo hare lo mismo, no es necesario llegar a mayores! -exclame.

– ¡Solo quiero a Steel! -grito de regreso.

-Escucha, sé que es un hombre repulsivo y…-Grosero e innecesario- John me interrumpió. – ¡A CALLAR! -Grite golpeándolo en los muslos, deje que cállese al suelo y sostuve mi pie en su espalda. Solo escuchaba los murmuros de quejidos y pequeñas risas de su parte. – Como decía se que es repulsivo y tendrás tus razones para quererlo, pero debe ser de una manera…legal. -finalice.

Seguía apuntando hacia mí, las patrullas se acercaban rápidamente, pude calmarme un poco.

-No sigo ordenes de nadie, dame a Steel o tendré que quitártelo a sangre fría, tu decides pelirroja. – Grito nuevamente. Me estaba amenazado y no iba a tolerarlo. Tome a Steel de nuevo y lo lance al capo del auto tome mi arma con ambas manos apunte directamente hacia la cabeza.

– ¡Amber baja el arma! -Gritaron a mis espaldas. – era todo el equipo, el primero en bajar del auto era Beau, su cara estaba llena de arrugas; estaba mas claro que estaba molesto. Tomaron a chico de la moto y lo llevaron al auto del callejón, tome a Steel y lo lleve a mi auto. Decidí entrar, pero Beau me prohibió la entrada.

-El viene conmigo. -Beau cerró la puerta de golpe.

-Yo lo atrape, es mío. -conteste desafiante, respecto a mi trabajo nadie se roba mi crédito. A pesar de que sea el precioso y tonificado Beau.

-Es peligroso, temo que algo te pueda pasar. – estaba sin emoción al hablar y no se veía sinceridad en su palabra, su cuerpo tenia pequeños movimientos involuntarios y paso su lengua por el labio superior, estaba nervioso.

-Se cuidarme sola, te mando mensaje si algo sucede. – entre al auto y John veía a Beau con una sonrisa gratificante, victoriosa como si algo bueno saldría de su arresto. Pero yo aun no podía bajar la guardia, John estaba demasiado desprotegido. Tendría que investigar al chico de la moto, era mas que claro que no lo quería vivo o era de su parte, ¿entonces quién era?

¿Qué quería de John?

Capitulo 9:

Dan.

Estaba encerrado, el maldito policía me tenía en su auto, John estaría preso. Pero había alguien que no encajaba en la línea, el policía principal que bajo de ese auto al gritarle a la pelirroja. Yo se que e escuchado su voz o haberlo visto alguna vez, pero quizá sea el mareo del golpe en la cabeza que me han dado.

-Quítate el casco. -mascullo, me veía a través del retrovisor.

-Acaso no lo sabes es la moda amigo. -Bromee un poco, tal vez si lograba sacarlo de quicio, quería golpearme y así tomar ventaja y escapar. Pero como localizaría a John si lo tienen capturado. Era una decisión difícil, escapar para mi beneficio o la venganza.

Soy el tipo que le agrada más la idea de la venganza.

Amber:

De regreso a una pequeña estación proporcionada por el alcalde del lugar entro todo el equipo y comenzamos a registrar los sucesos. Todos aplaudían y se abrazaban, acabamos la misión y atrapamos al delincuente mas buscado. Y lo eh hecho yo.

Joe se acercaba hacia mí, me abrazo ha sido un largo tiempo desde que algo así me había pasado y se sentía…bien.

-Estoy muy orgulloso de ti Amber. -su mano se posaba en mi hombro su mirada se suavizo y se alejó de mí. – gracias papa. -susurre.

Beau se acercaba a mí, realmente no se si lo quería cerca, después de su pequeño arranque en la escena con John. No parecía el en ese momento y ahora ya no sé si lo deba tener cerca. Pero por otro lado…

-Amber, creo que me e disculpado mas contigo que con cualquier otra persona debes pensar que soy un idiota.

-Si lo eres. Te has ido por la mañana. – lo mire fijamente pero el solo bajo la mirada.

-Eso lo sé y también me disculpo, pero bueno… realmente no se porque no me quede. – se acerco a mi y tomo mi mejilla. – Crees que puedas darme ya sabes una oportunidad para disculparme. – sonreí.

-Lo tomare. -me acerque a besarlo. Sus labios son suaves y su aliento era fresco olvide por completo que estábamos en medio de la estación. Papa me veía del otro lado de nosotros no se veía muy feliz.

-Debo interrogar a chico del casco. -dije

-Chico del casco? – replico con una sonrisa.

-Si me imagino que tiene nombre. -empecé a reír.

-No creo que debamos interferir en ello, que te parece si mejor salimos a comer algo despejar tu mente, has tenido un día largo. -tomo mi mano.

-Esta bien, pero no siempre podrás negarme el entrar sabes, yo estoy tan involucrada como tu en este caso. -una mueca amarga salió de su boca, pero pareció aceptarlo.

Después de una cena maravillosa y besos intercambiados no podía dejar de pensar en chico del casco y John. Estaba ansiosa de verlos y preguntarles de todo, saber dónde están todas esas personas desaparecidas. Una explicación de la caja que significa todo esto quizás, solo quizás Ed pudo ser parte de todo esto, pero no podía hacerme ilusiones.

Beau:

-Así que tu y la detective eh. -John me miraba fijamente. – no pensé que pagaran tan bien, amenos que. ¡OH DEMONIOS TE ACUESTAS CON ELLA CIERTO!, Rayos amigo te envidio tanto, espero te hayas divertido porque yo no pienso quedarme callado y no pienso caer solo en esto. -Sonrió.

-Steel, se nota que estas perdiendo la conciencia. Pero te llevaremos a la cárcel en cuanto nos den tu permiso de traspasarte como a un animal. Serás procesado en Seattle.

-Oh cierto olvide que te pueden escuchar. – miro a su alrededor.

-No pienso quedarme callado. – dijo con su mirada desafiante.

-Y yo no pienso dejarte hablar. – lo mire de la misma manera.

Dan:

Odio estar encerrado, odio estar vigilado, pero era necesario esperar el momento adecuado.

El policía que creía recordar entro.

-Como escapaste. – cerró la puerta a sus espaldas.

-Con razón creía conocerte. -sonreí abiertamente.

-Claro que me conoces, tu eres el bastardo que está arruinando todo. – debimos matarte en cuanto pudimos.

-Sabes que es mi especialidad. No creí que también me buscarían desde la policía. -Mis muñecas comenzaban a doler. Comencé a zafarme de las esposas, movimientos silenciosos ya que la silla haría demasiado ruido si lo hago en un solo movimiento.

-Quisiera dejarte libre, pero me quiero divertir un rato. Disfruta tu estadía si necesitas algo podrías ya sabes gritar, es divertido escucharte gritar me recuerdan viejos tiempos. -Cerró la puerta con fuerza al salir.

Amber:

Una vez mas Beau estaba en mi habitación besándome con locura, sentía su calor con el frio de Roma, era la sensación mas placentera que pude sentir alguna vez. La habitación quedo en silencio a comparación de unos minutos que estaba llena de jadeos y gemidos de nuestra parte. Beau estaba a mi lado su hombro era un lugar cómodo para descansar. Era perfecto. Pero aún no podía quitarme de la cabeza a Steel y a chico del casco, quería verlos de inmediato uno mas que a otro, pero era necesario saber todo, al menos lo era para mí.

-Eres muy hermosa Amber. -Rozo mi mejilla con mano.

-Basta, no sé qué decir en situaciones así. -Era cierto sin Ed hablándome al oído o tomando mis hombros cada vez que lo creía necesario yo no era nada no era nadie. Hasta ahora. Tenía al detective mas guapo de la estación y había capturado al delincuente mas buscado con solo un silenciador y un auto rentado.

– ¿Porque no quieres que vaya con Steel y el chico del casco? – pregunte.

-Escucha se que los atrapaste, se lo mucho que debes querer hablar con ellos, pero aun no es el momento ¿no crees? -miro hacia el techo yo hice lo mismo- Además nos estamos relajando, Roma es una ciudad de amor deberías estar relajándote, disfrutando todo lo que esta a tu alrededor solo nos quedan unos días antes de regresar.

-Apesta que no cumpliremos el mes en la misión, pero a la vez ya extraño mi casa. -volví a mirar el techo. Vi como subía y bajaba el pecho de Beau dejé pasar unas horas hasta ver que realmente estaba dormido. Tome mi mochila, la caja de acero, llaves y mi abrigo.

Eran mi caso, era mi triunfo y estaba claro que yo podía hablar con ellos, no podía dejar que nadie me detuviera. Mucho menos Beau. El auto encendió con algo de silencio y decidí partir hacia allá. Era demasiado tiempo de espera, no es como que Steel tiene a donde ir.

Después de 20 largos minutos entre a la estación, la mayor ventaja era que mis compañeros daban el paso por ser la hija del jefe y por haber atrapado a los malos. Era la mejor ventaja hasta ahora, me han aclarado que no hay nadie por escuchar mis preguntas seria todo confidencial ahí dentro y seria uno por uno.

-Señorita Watson ya me estaba preguntando donde estaba, me sentí un poco decepcionado al saber que no quiso venir a verme. – me sonrió con arrogancia.

-Estuve un poco ocupada. Pero ahora podemos hablar, tenemos todo el tiempo Steel. -me senté frente a él colocando dos vasos de café y la pequeña cafetera blanca a un lado.

-Quiere hablarme de cosas serias o cosas que me dejaran sorprendido. – era claro que quería jugar conmigo.

-Hablemos con claridad y empecemos con esto. -Puse la caja de acero en la mesa con fuerza. Sus ojos se llenaron de sorpresa y molestia.

-Odio a los fisgones, pero no me sorprende que alguien haya encontrado aquello. -refiriéndose a la caja. – Dígame ya vio todo lo que está ahí dentro?

Baje la mirada y sonreí sin agrado, preferí tomar un sorbo de café caliente, puede que sea una larga noche.

-Creí que quedamos claros en que yo hablare y eso debes entender las preguntas las hago yo. -Lo golpee en la mejilla derecha. Un gemido de dolor comenzó a salir de su boca, pero empezó a reírse con histeria deteniéndose.

-No creo que aún no así que aun crees que soy el villano, excelente aun quiero ser el principal en esto. -Seguía mirándome.

-Que significa esa caja. -lo tome por los hombros- ¡DIGAME QUE MIERDA ES ESTO DONDE ESTAN ESAS PERSONAS! – la furia se descargo en otro golpe en la mejilla.

-! TRANQUILA, MIERDA SI TAN SOLO ME ESCUCHARAS ¡-Gritaba hacia mí. – Sabes creo que hare esto mas divertido, pregúntale a tu noviecito. -Wilson quiero irme.

-Quien demonios e…-Una explosión enorme abarroto el lugar, los gritos de parte de los policías y las alarmas por todo el lugar comenzaron a sonar se volvió un caos en segundos y lo peor de todo…

John había escapado.

Capitulo 10:

¡No no no! Maldita sea comencé a golpear el suelo, mis gritos de dolor solo hacían ecos una piedra cayó encima de mi brazo, sentía adormecido el brazo mi pierna estaba atorada en otra pierda al igual, ese no dejaría marca, algo detenía la piedra de romperme la pierna, pero, aun así, nadie podía escucharme, estaba rodeada de escombros y humo, no saldría viva de aquí. No tenia nada a mi alrededor…mis armas todo desapareció junto con el humo.

La pared se llenó de escombros, mi aliento se estaba disminuyendo estaba a un punto de desmayarme, pero decidí prepararme para lo peor, me arrastre con dificultad, sentía que no podía hacerlo no podría llegar al aire fresco de Roma. Por más que me repetía que no saldrá de ahí, comencé a arrastrarme con mas fuerza hasta lograr salir del hueco donde estaba mi pierna, mi cuerpo estaba dando todo lo que tenia y yo tenia que apoyar mas el suelo estaba lleno de piedras grandes y pequeñas que eventualmente me dejarían rasguños en todos lados.

Sentí algo frio en mi mano que me ayudaba ¡era un tubo! Aprete con fuerza y con suerte logré levantarme, continúe caminando como pude hasta sentir que el humo se dispersaba la luz estaba cegando mis ojos y las sombras se acercaban hacia mí, los murmullos resonaban en mi cabeza hasta que sentí como me desplomaba sobre el suelo.

Mis ojos dolían con intensidad, la luz era fogosa, molesta y muy brillante percibía todo a mi alrededor, no quería sentir esto. ¿Aun estaba en la estación?

-¡Ya despertó¡ -Grito Nannette.- Ambs estas bien, Amber parpadea o algo!- sonaba desesperada.

Mi brazo se sentía aun adormecido por algún milagro mi brazo estaba intacto tenía un moretón enorme, pero yo vi la piedra y la sangre.

– ¿Y los vendajes? -Dije

– ¿Que? Amber estas bien, solo te desmayaste fuera de la estación, hubo una explosión, no recuerdas?

-Si lo recuerdo… es solo que mi brazo, mi brazo estaba desacomodado tenía rasguños, pero yo… no lo entiendo.

-Tienes casi 3 días dormida cariño-Se acerco Beau tomando mi mano.

– ¡3 DIAS ¡-No podía ser cierto.

-Amber no recuerdas porque el dolor era fuerte tu brazo solo tuvo un mínimo esguince, pero estas bien, es un milagro. El único al parecer, 7 policías quedaron atrapados ahí, han muerto Amber.

-Oh no! -comenzaba a hiperventilarme, me estaba dando un ataque. Era mi culpa todo era mi culpa.

Todos se acercaron a mi Joe, Beau y Nan a calmarme. Estaba claro que aun sentían que estaba mal.

-Debo encontrar a John el escapo y el chico del casco debo… debo encontrarlo. -me levante con lentitud esperando un poco de ayuda, pero solo me acostaron de nuevo.

-Tus iras a casa Amber, regresaras a Seattle. Esta misión termino para ti, continuaremos sin ti desafortunadamente- Joe se acercó más a mí.

-Nos darían un momento muchacho. – Beau y Nan me miraban con pena o timidez realmente no lo sé, aún estaba en shock por las noticias y sucesos.

-No me iré de aquí papa. John es mi misión, esto todo esto es culpa mía, es mi deber encontrarlo una vez más. -Quería desafiarlo, pero realmente quería quedarme todo esto no seria en vano. Una vez que lo encontrara seria más difícil tráelo aquí con vida o sin un rasguño.

-Amber te vas a ir, a menos que me digas exactamente lo que paso ahí dentro, que ha dicho John. – Se sentó a un lado mío.

-Nada, no me ha dicho nada, solo estaba diciendo estupideces, dijo que mi novio era la respuesta. Acaso Beau sabe algo, él no quería que entrara ahí, tal vez John hablo con el también. – Me levante de cama con dificultad.

– ¿Amber estas segura? continuar aquí se volverá más difícil será mas trabajo buscarlo, la ultima vez fue suerte, lo seguimos por unos días. Pero ahora todos comenzaran a buscarlo. Solo tenemos descripción de el otro hombre que capturamos. -Sus manos comenzaron a moverse de lado a lado, su pie empezó a golpear levemente el suelo. Parecía nervioso.

-Puedes decirme cuando saldré de aquí y partiré buscándolo a él, puede ayudar de alguna manera, se nota que esta buscando a John al igual. -Dije

-Hare que salgas hoy mismo, si te sientes capaz. – Volteo a verme.

-Ya dormí lo suficiente es hora de acabar con esto. -Me levante de la cama por completo, me estire sin parar me sentía fuerte e imparable.

Dan:

Ese maldito policía lo ayudo, estoy seguro, pero… ¿porque dejarme libre? No podía dejar a John a un lado, escuche que la policía lo interrogo antes de la explosión algo acerca de una caja de acero debo regresar por ella, algo ahí puede ser de ayuda, John despareció con rapidez, pero por algún motivo sentía que no saldría de Roma. Se esta escondiendo como un cobarde.

Mi pierna dolía, pero no podía dejar que eso me detuviera. En un callejón más alejado decidí arrojar el abrigo a la basura, comencé a buscar algo en que moverme para mi desgracia solo había autos, necesitaba pensar rápido si tomaría uno.

«La risa angelical ha vuelto, escucho como su voz se acerca hacia mi es ella la chica de cabello rojizo, esta tomando mi mano y sonriéndome con tanta euforia. Es como si fuera una presencia fría y fantasmal»

-Ah recuerdos recuerdos. – Hablaba alguien detrás mío. Estaba claro quién era. Con rapidez saque el arma apuntando hacia su cabeza.

-Creí que estaba escondiéndote, pero al parecer eres menos idiota de lo que pensé. -hable

-Dan Wells, ¿así te llamas o no?, comenzaba a acercarse más hacia mí. – Empezaba a temblar, era por parte cierto…no tenía idea de quien era en realidad.

-Así es como me llamo, eso no es de importancia, quiero que sufras. Quiero que sienta el dolor que me hiciste pasar, cada minuto de mi vida. -Solté en gruñido

-Que te parece si hablamos. Hay cosas que debemos aclarar. – Quedo a unos metros de mí. Mientras contestaba alguien tomo mi arma y puso algo sobre mi cabeza, un golpe en mi cabeza y todo se volvió negro.

Amber:

Estaba menos adolorida, pero me era imposible no pensar en John en todo momento, quería matarlo. Beau y Nannette estaban fuera de mi habitación, sorprendidos de verme en pie.

-Amber, ¿Qué rayos haces? debiste quedarte reposando- Nan se acercó a mí. Beau se quedo recargado en la pared era claro que estaba molesto por haber salido por la noche.

-No quería quedarme debo continuar con la misión, es mi deber terminarla. – Mire a Beau.

Volvimos al hotel en el auto de Joe, todo era silencio incomodo salvo por mi padre hablando con Jeanne mi madre. Estaba viajando para Roma, estaba asustada por mí, no quería verla después de lo que hablo conmigo de Ed estando vivo. Ed. Cuanta falta me hace en estos momentos, desde que Beau entro a mi vida no eh pensando tanto en Ed como antes. Extraño su rostro. Sus roces y su presencia fantasmal.

Joe explico una vez mas la misión, la base fue encontrada desde la cámara colocada en la salida de la estación, una vez que John entro a la estación al ser encontrado se le coloco un chip rastreador, lo tenemos visto en el hotel al otro lado de la ciudad. No esta solo, pero eso no tiene por qué detenerme. Beau seguía viéndome con la mirada sombría, no estaba dispuesta a discutir con el ahora, estaba concentrada en la misión. Estaba desesperada, pero necesitábamos refuerzos y John parecía no moverse de su lugar. Todos estaban sintiéndose más seguros.

Yo solo quería encontrarlo.

Ed:

Mi respiración estaba entrecortada, mi mente había sido reabierta, pero seguía atrapado.

Capitulo 11:

Amber:

La búsqueda inicio de inmediato, me han traído un auto nuevo más rápido y capaz de portar equipo de arresto. Todo lo que pueda necesitar, me han hecho hacer equipo con Daniel, Nannette y por último Beau. No quise pelear con Joe mas Beau y yo estábamos pasando por momentos incomodos no quería tenerlo cerca, pero en ocasiones no podía evitar mirarlo cada momento oportuno.

Nuestro grupo se ha hospedado en el hotel donde John sigue apareciendo quizás y sea la oportunidad. Momentos antes de entrar el aire golpeo mi cara con fuerza haciendo que todo el aire frio comenzara a congelar mi cara. Quería entrar, pero me sentía vacía con ganas de ir a buscar a John sin descanso, pero no podía hacerlo. Era un sinfín de decisiones y la más difícil era saber que yo y Beau estábamos mal era incomodo no nos hemos dicho una palabra desde que salí del hospital.

Al entrar nuevamente al hotel pude detectar una vibra inusual, algo no estaba bien quisiera inspeccionar, pero Nan se acerco a mi casi arrastrándome hacia mi habitación, quise pensar en otra cosa, pero no podía bajar la guardia.

La habitación estaba oscura y no era confiable encendí las luces y decidí quitarme los zapatos, mis pies ardían hemos estado caminando mucho buscando en lugares escondidos y donde se ha aparecido John.

– ¿Amber? – una voz provenía del balcón.

– ¿Beau? – Corrí hacia la ventana. –¡Que rayos haces ahí afuera, está helando! Lo deje entrar.

-Quise sorprenderte y hablar hacer algo un tanto romántico, pero solo terminé helando mis manos y cara. -Sus dientes titubeaban. Ven deja te paso una manta, corri hacia el closet y tome algunas mantas para taparlo.

Toma abrígate un poco lo abrace de lado y sin despegar su mirada me sonrió con tanta ternura que olvide por un segundo todo lo que sentía hace un momento, así se tenia que sentir el amor.

-Se que no somos nada aun y no soy quién para reclamarte, pero fue peligroso ir sola con John y mas a mitad de la noche. Estuve preocupado, te seguí después que saliste, pero te perdiste un momento y al llegar vi la explosión.

-Estaba desesperada, creí que tal vez… él sabía algo de alguien que eh estado buscando por algunos años. – dije mirando una vez más al suelo.

– ¿Ed? – Beau soltó su nombre sin más, con el aliento cerrado y sin sentimiento.

– ¿Como sabes de Ed? -Estaba sorprendida y extrañada, no recuerdo haberle contado a Beau acerca de él.

-Se muchas mas cosas de ti de lo que crees, se que tomas pastilla de la psicóloga Alexandra Corfe, Ed, Amber tú me lo has contado todo. -Suspiro soltó una pequeña risa al final.

-Yo jamás te he contado nada de eso, son cosas muy personales y tu y yo no…- Me levante algo asustada. Jamás hable con el de ello estoy segura… aunque las pastillas que eh tomado si han hecho ciertos efectos en mí. Quizás es momento de dejarlas. – Quizás lo hice es solo que tengo mucho en mi cabeza lo siento. – dije acercándome a él.

Una sonrisa apareció en su rostro.

– ¿Crees que pueda quedarme contigo esta noche? – tomo mis manos entre sus congeladas manos.

-Claro-conteste insegura.

Dan:

Al día siguiente me sentía extraño, el cuerpo me pesaba sentía que podía hacerlo todo y mi misión era clara. Acabar con Amber Watson.

Hace unos días John me ha llevado preso haciendo mas experimentos extraños en mí, pude ver mi cuerpo reaccionando, recuperé parte de mi conciencia por un segundo vi a la misma chica pelirroja, pero me vi a mi abrazándola; diciendo que me ama. Unos momentos después ella estaba muerta y yo estaba sosteniendo el arma.

“Acaba con ella, esos traidores no merecen piedad así que empieza por ella a cambio de tu libertad completa”- Susurro John a mi oído.

Mi respiración estaba entrecortada, mi mente había sido reabierta, pero seguía atrapado.

Sali de nuevo a buscar a la policía que me ha encarcelado. Era momento de iniciar mi propia cacería, John no es tan malo después de todo. Regrese a la escena de la explosión y entre escombros y cinta amarilla se encontraba una caja de acero. Llena de papelería con caligrafía reconocida, era John y en el contrato bajo todas esas letras, se encontraban las firmas y peticiones de BA y JW para hacer desaparecer a Ed Roux.

“Este documento es sagrado para aquellos que están involucrado con el tratado MEJORAR LA ESPECIE HUMANA, a traerme más pacientes por 5 años seguidos para así continuar con la experimentación, clonación, cambio de genes, aumento de adrenalina entre otras cosas. Yo John Edward Steel me comprometo a hacer el trabajo que me ha ofrecido el comandante que no será nombrado salvo por iniciales JW y su ayudante BA a continuar con el plan de mejorar a la especie humana con fines de experimentación, el humano masculino de Ed Roux será trasladado a mi base en Roma Italia, para su experimentación y uso de sus facultades mentales y físicas hasta el final de los tiempos. Este contrato será destruido después de ser firmado por los integrantes cualquiera que no cumpla su parte será tratado por los demás y condenado a muerte.”

——————————–

Firmas: JS, BA, JW.

Era claro que el contrato nunca fue destruido y John lo ha guardado para su beneficio, ahora lo usare yo para mi beneficio quizás tenga alguna ventaja por si algo sale mal. Seguí buscando en la caja salieron algunas fotografías del lugar de experimentación donde eh pasado lo que recuerdo de mi vida, creo que una carta más ha sido guardada.

“John espero estés disfrutando de la parte del trato, una contrapropuesta ha sido enviada para ti de parte del comandante, su hija no esta muy contenta desde el ultimo trabajo de traspaso y esta entregada a encontrarlo, hay alguna recomendación para dejar su mente en estado de alusión, esperamos una respuesta rápida y con una solución eficaz.”

Alexandra Corfe.

Así que ella esta involucrada Amber ¿ella es parte de todo esto al igual que todos los que estamos ahí encerrados? Es extraño que John nos haga deshacernos de nosotros mismos. Las fotografías estaban llenas de polvo y mi visión nocturna no era la mejor, decidí caminar lejos de la escena quería encontrar al policía al igual. Dos pájaros de un tiro.

Amber:

Desperté junto a Beau mas tranquila, mas relajada pero lista para cualquier cosa, era necesario empezar temprano la luz del día aquí era más corta. Sacudí a Beau un poco hasta que su voz aun ronca me susurro al oído causándome escalofríos.

-Empezare a buscar, no quieres ir conmigo ¿o iras con Nan y Daniel? – pregunte a su lado.

-Mil veces prefiero ir contigo. -coloco su mano en mi mejilla y dio un leve apretón acercándome a su boca y sellando un beso suave y tibio.

Una llamada nos dio un susto, Beau decidió irse duchar y yo al ver el identificador en el celular sentí una punzada en mi corazón era mi madre.

-Hola. -conteste

-Hija que tal dime que estas bien tu padre me ha contado que ha pasado! -sonaba realmente preocupada.

-Estoy bien madre, lo juro no tenías que viajar hasta acá. -recalque.

-Estoy aquí por muchos otros motivos – necesitamos vernos, pero ahora mismo.

-No se si pueda, estoy en una misión muy importante no se si pueda ser hoy. -dije.

-Es acerca de Ed.-Pauso- Recuerdas que te dije que estaba vivo, aun lo sostengo debemos vernos, pero nadie puede saberlo ni siquiera tu padre.

-El sabe que estas aquí, como no se enteraría. -dije

-Créeme es mejor que no lo sepa, nos vemos en el Villa Borghese. – colgó.

Sera mejor que Beau no se entere.

Capitulo 12:

04 de febrero 2016

“-Amber soy tu madre, eh llegado de Grecia vi las noticias se que Ed esta desaparecido, quiero localizarte en cuanto llegue por favor contesta el celular”-El buzón de voz había terminado.

Mi madre estaba preocupada, yo no hablaba con nadie y mi padre no quería verme. Joe tenia la idea de que Ed simplemente era ya un hombre muerto.

-Amber podrías contestar mi pregunta. – una voz hacía eco por mi mente era la psicóloga, la gran amiga de mi padre Alexandra Corfe.

-Lo siento, ¿cuál era? – respondí aun sin querer seguir aquí, era abrumador yo estaba encerrada aquí siendo tratada como una idiota, Ed seguía desaparecido dos meses me parece, aunque sinceramente se ha sentido mucho más.

– ¿Ed Roux existe? -dijo nuevamente.

-Es mi prometido…claro que existe. Esta desaparecido necesito ayudar a buscarlo. -la mire bruscamente.

-No hay duda de que existe solo quería estar segura de que aún lo puedes ver así, es momento de hablar seriamente, estas estresada, sin energía, no duermes o comes nada estas entrando en una depresión severa. Es momento de fomentar la medicación. -Dijo sin más.

– ¡NO ESTOY LOCA! – Me levante dejando la silla caer, alce un poco la voz debo admitir.

-Serán de ayuda. Tómalos. – Me extendió un enorme frasco blanco, sin etiqueta y lleno de pastillas azules.

-No tiene etiqueta. -no quise tomarlos.

-Soy psicóloga de la CIA, mejor amiga de tu padre el jefe de este lugar, son medicamentos especiales. El frasco este sellado. -Dijo nuevamente.

Decidí tomarlos y salir de ahí. Regrese directamente a casa esperando ver a Ed.

Actualmente.

Manejé tan rápido como pude hacia el lugar, las calles de Roma aún seguían solitarias, pequeños puestos comenzaban a abrir y el ruido comenzaba a inundar mis oídos, era algo que necesitaba además de un cigarrillo; un poco de paz.

Me estacione algo lejos solo por precaución, vigile el perímetro y sali del auto sin antes ponerme unos lentes, me veía normal a comparación de otras veces, me eh sentado en unas bancas de madera esperando a mi madre. Hasta que la vi… desde algunos metros la pude reconocer, la mujer que odiaba y amaba mi madre Jeanne Lyatt.

-Amber cariño…ven aquí. -Me acerque a ella sin dejar de lado el estar alerta y la tome entre mis brazos…mi madre.

-Hola mama. – Me separe de ella, no quería sonreír, pero ella mantenía esa sonrisa tan enorme en su rostro era imposible soltar, aunque fuera una mueca.

– ¿Estas… bien? -se sentó indicándome que me sentara. Pero preferí sacar un cigarrillo.

-Veo que aun no lo has dejado ese vicio. – soltó con asco.

-Veo que pensaste que lo dejaría. -Solté. – Madre no tengo mucho tiempo crees que podamos hablar ya, si es tan importante.

-No es tan sencillo. Es…difícil decir esto, pero es cierto Ed esta vivo lo eh visto y lo sé. No podía decir nada por… por tu padre. -Pauso- Él ha hecho cosas malas, cosas que realmente jamás entendí por qué quería hacerlas. Y me había amenazado con matarme o hacerme lo mismo.

-No entiendo. – Recalque.

-No necesito que lo entiendas ahora, pero el… – mi madre no pudo terminar, todo para mi se estaba volviendo rápido en menos de 3 segundos mi madre tenia una bala cerca de sus costillas, estaba perdiendo mucha sangre el chico del casco estaba cerca demasiado cerca.

-MAMA!!-Grite a todo pulmón.

La eh tomado nuevamente entre mis brazos, comencé a correr por el lugar haciendo maniobras muy complicadas al tener un cuerpo, estaba asustada, enojada no podía terminar nada sin que alguien saliera herido. Mi madre aun respiraba por una parte eso me aliviaba. La subí al auto arrancando a toda velocidad, chico del casco me seguía una motocicleta negra alcanzándome y disparando por todos lados. No podía comenzar a disparar decidí tomar calles y pisar más rápido el maldito acelerador.

-Mama por favor no te duermas quédate conmigo por favor! -la sacudía con un brazo, aun tenía los ojos entreabiertos pero su pecho dejaba de moverse como hace 2 minutos, esto podría acabar muy mal.

Quería tener el coraje de disparar, pero quería que mi madre estuviera bien primero pero este maldito imbécil no me dejara llegar jamás al hospital. Tome aire, respire con todo lo que tenía, pero alguien había ganado mis planes. Al mirar por el retrovisor vi a Beau detrás mío en su moto y chico de casco salió disparado hacia atrás. No quise detenerme a arrestarlo mi madre era mas importante.

Después de 10 intolerables minutos mi madre estaba en emergencias los doctores no salían o entraban, era como si la presión aun creciera en mí. Mi madre, ¿Qué culpa tenia ella en esto? ¿Papa? Siempre pensé que el era cruel, pero que cosas pudo haber hecho para que mama le tuviese tanto miedo. A mi lado Beau tocaba mi hombro en señal de apoyo, pero yo… solo quería ver a mi madre.

-Lamento que esto haya sucedido, ¿crees que debamos llamar a Joe? -Me abrazo por detrás.

-No creo que es lo que mama quiere. –

-Debí regresar por él. -maldijo

-No, no quiero estar sola ahora; pero créeme solo dame unos minutos esperemos a que digan algo de mi madre y saldremos de regreso al hotel. Hay que informar a los demás que el otro delincuente que escapo esta tras nosotros, lo que me recuerda. Tu le viste la cara, sabes su nombre ¿o algo que nos ayude? -regrese mi mirada hacia el solo para notar su mirada sombría.

-Si lo eh visto pero Amber, tu madre esta entre vida o muerte y ¿quieres salir a buscarlo? Siempre te salen las cosas mal cuando lo haces sola, lo atraparemos lo prometo…

-No quiero ser grosera, pero no necesito un parloteo motivacional o que me digas que hacer, YO estoy a cargo de esta misión, YO BEAU. Así que si no piensas ayudarme iré con alguien mas que le haya visto ese maldito rostro para acabar con él. -Quería golpearlo, pero no se lo ha merecido salvo por sus estúpidos comentarios, que rayos me esta pasando, no puedo hacerme débil ante él.

Preferí salir de ahí, no podía estar ahí dentro sin querer arrancarme la piel o atacar a alguien. Mi madre no merecía estar ahí, ¿qué le diré a Sam? Que por mi culpa está ahí dentro…

-No te atormentes cariño. -Hablaban detrás de mi

-Ed lárgate de mi cabeza, esto se está volviendo molesto.

-Antes amabas verme, incluso me sacaste de tus sueños.

Eh volteado a verlo, pero esta vez, no se veía tan real, esta perdiendo color o visibilidad.

– ¿Que te está pasando?

– ¿Oh esto? – Alzo una mano cerca de su cara. – No es nada, solo me está desapareciendo, JA irónico ¿no lo crees? Una vez mas lograste sacarme de tu vida Amber.

-Yo no te saque tú te has ido y eso haces esta vez de nuevo.

-No se te a ocurrido pensar que esto es tu culpa, todo esto es tu culpa. -Decía

-Basta…BASTA! –

Pero el ya no estaba, en realidad… nunca lo estuvo, pero ahora su misma manifestación se ha desaparecido.

Dan:

Maldito policía me ha destruido mi motocicleta, por suerte, John está en camino con una nueva. Me eh mantenido oculto fuera del hospital mas cercano, pero no veo señales de Watson o Archer. Se está alargando mas de lo que pensé. Es fuerte y es lista, pero no es tan rápida como yo, o fuerte. -demasiados halagos para mí mismo pensé, comencé a reírme solo.

“El golpe me dio en la cabeza, la misma chica esta riendo a mi lado, carcajeadas enormes salían de nuestras bocas. Es tan bella.”

-Wells. -sonó detrás mío

-Ah Nora pensé que no volvería a verte. -Auch me ha dado una bofetada, pero con su mano se sintió mas horrible que el golpe con casco que me he dado hace unos momentos.

-Tu estúpida moto. -me lanzo las llaves.

-Aun estas molesta… ¿por haberme dejado salir? -me coloque el casco una vez más.

-Acaba con la misión ya. -se dio la vuelta y camino hacia el callejón.

Aquí vamos de nuevo a seguir cazando.

Joe:

La culpa me estaba comiendo vivo, Jeanne estaba en el hospital por mi culpa, aunque podría usar la historia en mi favor, hacerlo ver a el como el malo. Hacer que ella acabara con él, ella ya debe tener algunos efectos y el es un arma podría ser un logro en la investigación.

-Así que… Joe, quedamos en los mismos términos o los eh de cambiar.

-Quiero cambiarlos. Necesito unos días para hacer que el entorno sea el adecuado y que mi exesposa salga viva de esta situación, si no tomaras su lugar ¿escuchaste?

-Estoy escuchando, al parecer es mas dura tu chica de lo que parece. Dime los nuevos términos.

-Quiero a Archer fuera de esto, quiero que Dan pelee con ella frente a espectadores podría ser el ultimo toque que necesitamos para completar la investigación.

-Una pelea, ¿mm estamos cercas de algún coliseo? – John hablaba tan efímeramente.

-Es lo que quiero hacer. Lo haremos dentro de la base te mandare datos en cuanto pueda. Haz que Dan deje de perseguir a mi hija ahora. – Me dispuse a salir.

-Es increíble lo que un padre puede hacer por su hija. -Soltó John.

Capitulo 13:

Amber.

Mi madre seguía en el hospital, aun no despierta me estoy desesperando la cajetilla esta casi terminada y Beau me a dejado sola desde ayer. Me siento incluso mas vacía de lo que me sentía antes.

-Hola cariño. – Joe entro a la habitación.

-Papa… yo lamento no haberte querido decir nada, pero todo esto es mi culpa debí saber que el…

-Shh ya no pasa nada corazón. -Ha estrechado sus brazos a mi alrededor dándome un abrazo extraño realmente. Sentí un pequeño piquete detrás de la nuca y sentía que comenzaba a desmallarme solo pude ver a mi madre abriendo los ojos, sus ojos solo enfundaban terror.

Beau.

Ese maldito bastardo me ha dejado fuera de toda la misión. No podía ser así, ella era mía será mía no puedo dejarla en manos de esa máquina. Pero tenia que formular un plan, o si no Joe era capaz de aventarme con ellos a la base de experimentación. Para futuras lecturas quería guardar todo lo que sabia solo por mera precaución a que algo salga mal.

Era simple, la experimentación con humanos ha sido una fascinación para mi desde hace años, los objetivos casi nunca se lograban, pero al paso de los años hemos formulado inyecciones de alto ADN increíble e inigualable capaz de eliminar cualquier recuerdo o memoria de la persona. Hacerlos esclavos para el gobierno sería una idea millonaria.

Si tan solo John se lo hubiera guardado para sí mismo. Yo podía encargarme de la investigación solo.

Doble la carta guardándola en mi saco, tenia que ver a Amber de inmediato intentar convencerla de irnos mientras aun todo este bajo control.

“Amber estoy intentando localizarte, por favor sé que sigues molesta, pero… podemos solucionarlo solo contesta el celular por favor…”-Su celular ya estaría lleno de mensajes de voz para antes del atardecer. Me estaba comenzando a preocupar.

Dan:

Mm el comandante esta cargando MI paquete, será el mayor de este programa, pero eso es mío.

-Aléjate de ella. -No miro hacia atrás. Estaba claro que sabía que estaría ahí.

-Son ordenes de mi persona.

-De tu creador. -Dijo.

-No me asusta, pero este es mi misión, ella es un peligro.

-Es un peligro para ti. Debí deshacerme de ti en cuanto pude, pero quien diría que eres de utilidad después de todo. – El cabello de la chica soltó un aroma delicado y delicioso.

-Espera. -solté- déjame verla-

-No y aléjate de ella. -azoto la puerta trasera y ha subido con rapidez al auto. Dejándome atrás con polvo y sentimientos encontrados.

Amber:

Sentía un dolor inmenso en mi cabeza, pero estaba tan relajada, era como si los últimos momentos de mi vida estuvieron intactos, pero estaba en… en mi cuarto. Beau estaba dormido a mi lado no tenia camisa… o ropa puesta.

¿Qué ha pasado? Recuerdo…la verdad no lo sé.

-Buenos días, cariño. -Beau me miraba sonriente se veía tan tierno y su cuerpo desprendía calor hacia mi cuerpo.

– ¿Beau… como eh llegado aquí? – me eh destapado solo para observar que mi cuerpo estaba desnudo al igual, sentía demasiado frio hasta que sentí una punzada detrás de mi cabeza.

-Cariño yo te encontré aquí estabas muy emocionada brincabas de un lado al otro, hicimos el amor y pasamos a dormir y bueno henos aquí-sonrió

-Yo… estaba con mi madre y Joe llego hablamos un rato después de ahí realmente no recuerdo nada. –

-Todo esto te esta afectando cariño y eso es algo de lo que quería hablarte…Me encantaría que huyéramos de aquí, tal vez Venecia sea una opción más romántica algo alejado de todo esto. -dije

-Beau… estamos en una misión. – dije en seco. – Debes estar bromeando.

-Es solo que Amber yo no creí que en algún momento podría decirte algo así, pero estoy enamorado de ti, si algo te sucediera no podría perdonármelo. – se ha levantado tomando una toalla y enredando su cuerpo en ella.

-Beau no… nada me pasara, solo déjame considerarlo, pero solo después de esta misión no puedo dejar nada de esto solo por ti.

-Lo entiendo – entro al cuarto de baño.

Estaba molesto, pero ¿qué podía hacer yo? Quería ver a mi madre de inmediato, tome el abrigo de Beau. Partí hacia el hospital sintiéndome demasiado extraña, era como si no recordara nada desde hace días, mis recuerdos ahí están solo están adormecidos.

El hospital estaba frio había mucho menos gente que en otras ocasiones, camine hacia el cuarto de mi madre. Mi corazón se detuvo inmediatamente, 2 enfermeras se encontraban tendiendo la cama y limpiando.

-Disculpa si eh disculpe mi madre se supone que debe estar aquí…-Rebuscaba con la mirada esperando encontrar algo de mi madre.

-Si ha venido su yerno por ella. -ha dicho la enfermera.

– ¿Yerno? –

-Si Ed Roux, aquí esta su firma. No tienen mucho que salieron de aquí. -Dije la segunda enfermera.

-Disculpe, usted dijo… ¿Ed Roux?

-Si, ¿hay algún problema? –

– ¿Podría confirmar si es su firma? -mi voz temblaba.

-Claro. -me paso la tabla

Y en ese momento mi corazón me dio un vuelco, al final de la hoja de salida de mi madre se encontraba la firma de Ed Roux.


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