¿El tiempo es algo subjetivo o algo universal cuando se trata de campo situacionales?
Existen espacio donde los sucesos son inexplicable, la magia de los encuentros con personas radica en la velocidad en la que un pensamiento aparece en tú mente, cuánto tiempo pasa para crear un recuerdo, una idea millonaria o una estupidez.
Pensar de qué tamaño es la luna es tan importante como enterarte del tamaño en que te ve alguien desde sus ojos, vivir de amor es vivir sin tiempo, no es cuantas cosas piensas cuando ves a alguien fascinante en el tren, no le hablaste y esos pensamientos se los otorgas a ella… Luego la ves bajar del tren, no sabes cuando la veras y sí la volverás a ver, en esta circunstancia no hizo falta viento que se llevara las palabras de tú mente.
En un instante se puede acabar un compromiso ante los ojos de una deidad, el recuerdo eterno se puede reducir en un día simple. Cuando ves que estiras la mano y ya es demasiado tarde, lo inevitable no puede depender de una paleta de helado, por más centrado que estés de una acción futura, colocas tus hombros como sí no tuvieses suficiente peso y te colocas las botas más grande de hierro para sentir como el agua de un mar transcitan por tús canales de oxígeno, llenan tus pulmones y al final de todo, sientes el deshacer de tú compromiso, es eso lo que llaman perder una vida.
Llega alguien con un tanque de oxígeno, no te ofrece sobrevivir sino te ofrece compartir dicho tanque, pero que no te va a enseñar nada, ya la situación se presta a que no moriran uno, sino dos ¿qué tan dispuesto puede estar alguien para querer dar tanto por ti? Quizás eso no puede ser medido dentro de lo temporal pero sí dentro del marco de un recuerdo más profundo que el fondo que tocan los dedos de tus delicados pies, que de violeta empiezan a tintar.
Recuerdo estar sentado en algún lugar dándole atención al cielo, viendo al sol y enviándole un beso en la frente.. sí coincidiamos en ese instante con la vista a algún rayo ultravioleta, era la representación perfecta, ya que yo soy más alto que ella y quedamos como dedos que entre cruzan, su cabello en mi cuello, mis labios en su frente. El arco de sus labios lo copiaban los arcoiris para así darle la exactitud del ovalado de sus glúteos, con la textura de aquella nube que era más suave que malvavisco, todo eso lo pude acostado en una banca.
No existe pasado, presente ni futuro, aquellos ojos de aquel ser llenos de odio y rencor, intendando disminuir el espesor de su color con buenas acciones con quien le dio tanta densidad, lágrimas y angustia, un día va, lo abruma la maldad, dejandolo indefenso con un temblor que parece eterno, como aquel té que le cae agua de un gotero… Corre en busca comprensión para que no esté en su mente aquellas luces de confusión que alimenta su rencor, para sentirse como en una almohada cálida en una primavera de lujubre.
Ves a niños jugando al avión de tiza, pubertos dándose picos en la calle, tú besando a tú ex en aquel pensamiento, otros desvistiendose en su infidelidad, los que ríen de los desamorados regocijandose entre la envidia que producen ya que están compartiendo su carne con quien pueden crear una película, no hay polvo que limite la tentativa de tener un hijo. El recuerdo de desnudar a la mujer que te hizo especialista en el sexo, aunque no seas experto en ello, siempre dudando cuál de sus dos pares de labios llegarán primero a tú boca, ríes con una sonrisa pícara.
Todo lo que puede pasar por tú mente y el tiempo no es capaz de cuantificarlas, el tiempo es el principal limitante para nosotros los que amamos, no hay tiempo para todo, para todo nos falta tiempo. Vi como articule «te amo» sentí que fue una larga espera poder pronunciar de nuevo, desde la T hasta la O, fue acompañado de una cantidad impredecible de sentimiento, que desbordó el inconsciente y la lengua no pudo dejar de emitir cada letra mientras chocaba contra el paladar y los dientes, al fin y al cabo nos fuimos volando.
Te has vuelto una construcción que al caminar armo como sí fuese piezas de legos, camino, la voz de Gustavo empieza a consumir la imposibilidad de las esquinas de mi mente, existe la limitación legal de poder tenerte pero el factor papel, emocional, social, hace la dificultad de este. Me volvería tú terapia completa en el análisis parietal, para así ser más que cura, canal para hacerte sentir la plenitud y el estado íntegro del placer de dibujar la contextura de tus labios describiendo el sabor de tú labial color lila, que está lejos de saber a uva. Pero tan cerca de lo inexplicable, haciendo tangible puramente a través de lo escrito, nos construimos más rápido por letras, que por el gusto de tenernos, tú humor me pertenece, el prohibir decir nuestro calificativo y poder jugar con tus limitantes me hace querer tener mi cabeza en tus omóplatos, para poder hacer trabajar este cerebro para volverte una anécdota que contar… Acá me pregunto, seremos el sociego de los libros y el final que no puede ser etiquetado ni bueno, ni malo. Seremos la efímera eternidad de la envidia de la humanidad, eso será el mejor tiempo de mi vida, la eternidad que todos niegan su existencia. Amor.
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