Selenio

Advertencia

La siguiente obra puede contener escenas explicitas, desnudos, agresiones que deriven en la limitación física/mental de individuos y/o animales e inclusive en la muerte de estos, actos ilegales como trata de blancas, violación, relaciones sexuales no consentidas, faltas a la moral publica, uso de sustancias no legales, intolerancia religiosa, inmoralidad, entre otros. El autor no esta de acuerdo ni tiene intenciones de promover ninguna de los actos antes citados y, que pueden presentarse en la obra misma. Si el lector sigue con la lectura de esta obra, deslinda al autor de cualquier responsabilidad legal del uso inadecuado y/o daños derivados de la lectura de la misma. Lea bajo su propia responsabilidad. La siguiente obra esta dedicada a un publico adulto y maduro, si usted no es mayor de edad y/o no tiene autorización de sus padres/tutores legales para leer la misma le pedimos NO LEER LA OBRA.

Esta es una obra de ficción por tanto debe de verse como tal.

Capítulo 6

Día de entrenamiento: Va´l Purí

Bloque 5

Cada celda era de 1 metro de profundidad, 60 centímetros de ancho y 2.40 metros de alto, una puerta de metal pesado color rojo carmesí con grosor de 8 cm a una altura de 2.10 metros. En la parte inferior de la puerta, casi al ras del suelo hay una pequeña puerta destinada a la entrega de bandejas para la comida, en su parte superior justo en medio hay una ventana corrediza a unos 10x20cm.

Las paredes carecían de pintura, solo estaban adornadas por un acabado a color gris que posteriormente fue pulido, el piso a su vez se encuentra en las mismas condiciones. Solo hay un único bombillo en el pasillo que conecta cada una de las 36 celdas del bloque, haciendo que la mayor parte del lugar se encuentre en la casi total oscuridad. Debido al grosor de los muros el sonido dentro de la celda era lo único que se podía escuchar, casi de forma hermética.

Desde dentro de las celdas los pocos rayos de luz que se podrían distinguir dentro provenían de la parte baja de la puerta, la ventana corrediza solo se puede abrir desde afuera por lo que intentar conseguir más luz resulta infructífero. Debido al lugar en el que se localiza y por la falta de ventilación, la temperatura en todo el complejo era en los días más calurosos hasta de 50 grados Celsius, mientras que en invierno por debajo de los 10.

Recargarse hacia la pared resulta en quemaduras por calor o que se adhiera por frio si la piel toma contacto por un tiempo no muy prolongado. La humedad actual, gracias a la temperatura alta y las lluvias recientes hacen que los tiempos para llevar agua a las celdas sean de cada 4hrs. Ya se han trasladado 3 “productos sin cortar” al sector de enfermería por lo que era preciso tomar medidas preventivas sin que se entrometan en el tratamiento de cada uno de los individuos.

El complejo en sí mismo se divide en un total de 10 sectores, de los cuales solo tres se encuentran separados del resto y un campus al aire libre. Siendo este último el de mayor tamaño dentro del complejo. El bloque en curso se encontraba anormalmente “lleno”, los productos sin cortar se han acumulado en los días anteriores gracias a una serie de trámites entre el personal encargado del complejo y clientes regulares. Además de lo anterior se suman 7 productos sin cortar que cometieron faltas durante su tratamiento.

A los actuales “capacitadores” se le asignaron 5 productos por capacitador, un total de 25 para 5. De no ser porque el Sector Correctivo y de Aislamiento se encuentran en mantenimiento solo habría dos capacitadores para sus respectivos 10 productos en regla dentro del bloque. Gracias a la solicitud de seis controles de comportamientos el bloque terminó por llenarse.

En la celda al fondo yace un producto con restricciones, dentro de la carpeta además de mostrar la información respecto a su estado, hay notas de protocolo y la solicitud firmada por el alcaide en la que se permite el uso de equipamiento de nivel 3 o superior para su contención. El posterior traslado del producto es agendado para dentro de cinco días, mismos en los que se excluye cualquier actividad fuera de su celda asignada.

De género femenino, medidas *censuradas*, altura 2 metros con 3 centímetros, pelo negro liso y muy largo, peso por encima de los 90kg. Se anexan dos páginas más con detalles extra como el tipo de sangre, lesiones, expediente dental, alergias, entre otras. De entre los puntos destacados de la carpeta se enfatiza en el tratamiento Plan E-2 de la privación del sueño con termino una vez aborde el traslado, el cliente anterior revocó su licencia tras un incidente con la misma.

Ya ha sido propiedad de 3 amos, todos revocaron su licencia sobre la misma por el mismo motivo; agresiones y faltas hacia su señor. A pesar de haber pasado por el control de comportamiento y entrenamiento no ha sido capaz de pasarlos como el resto, sin embargo, con una voluntad fuerte y un físico tan particular como el de ella le hacen una puesta por encima de la media de entre el resto de productos. Un fracaso que de alguna forma es éxito para La Casa.

11:00 pm, la mayoría de los productos se encuentran dormidos, con excepción de 3 en tratamiento de la privación del sueño Plan E-2 para uno y C para los dos restantes. En guardia yacen los 3 “capacitadores” respectivos a los productos, el resto del personal fueron a dormir en las barracas de acuerdo al cambio de guardia. Un par se encuentran jugando cartas al final o principio – según como se vea – del pasillo, el que resta va en dirección a la última celda, justo en el fondo. Toma un par de segundos en encontrar la llave que abre la celda, al girarla conforme se abre surge una conversación antes de entrar en ella.

.- Ey, Donald. ¿Estás seguro de querer entrar ahí?, porque no mejor vienes a jugar cartas con nosotros.

.- Ehmm…no, gracias. Ya han pasado 40 minutos desde la última vez que la revisé, así que seguro ya se le pasó el dolor. ¿Saben si ya cerraron el suministro interno de agua?

.- Ah, no. Lo cierran después de las 12 de la medianoche, cambiaron los horarios de servicios ayer así que el horario se extendió.

Con restricciones en brazos y piernas yace suspendida en el aire la joven, su piel negra se encuentra deteriorada con hematomas (moretones) en el área abdominal y a los costados del pecho. Con colores que iban desde azul al amarillo-verdoso, algunos con tal detalle del impacto que se logran apreciar formas de nudillos y manos abiertas en ellos. De las muñecas y tobillos se han producido rozaduras y ampollas, la piel se ha comenzado a desprender ligeramente.

A pesar de la posición en la que se encuentra la joven, sigue estando al nivel de la frente de su encargado, la altura de la celda parece más bien la de una casa de té para niñas, desde donde ella fuese un adulto adentrándose sin poder encajar dentro. Sus manos pueden tocar el techo de la celda si así lo quisiera, las piernas apenas pueden encontrarse de forma cómoda, extenderlas es imposible.

Su capacitador le levanta del mentón y observa la reacción, ausente. Ilumina un poco los ojos con una lámpara de bolsillo mientras obliga a abrir los parpados, no hay respuesta. En su costado hay una cubeta metálica con agua hasta el borde, antes de tomarla como opción primero le abofetea la cara con golpes ligeros.

.- Ey!, despierta!. No puedes estar durmiendo, lo tienes prohibido.

Es evidente que no se despertará si no hace algo con contundencia así que se inclina por la cubeta, da un paso hacia atrás y tira toda el agua al nivel de la cara y pecho. El agua está sumamente fría, debido a la temperatura ya se han derretido los hielos que se vertieron en ella para congelarla. Echo esto ahora la joven se encuentra agitada y su reacción posterior al susto es intentar ir por quien le ha despertado, infructífero, sin embargo, ello no le quita el ímpetu.

Las cadenas no le permiten moverse más allá de los 30cm del diámetro original, se queda con ambas manos intentando alcanzar el cuello del hombre que tiene enfrente. Desiste, pero sus ojos mantienen la ira e instinto de matar, los mismos ojos llevan una evidente irritación de su parte esclerótica (parte blanca del ojo) producto de la falta de sueño. El agua cae a borbotones de su cabellera, la camisa blanca al ser de una tela delgada deja ver la piel tras ella debido al exceso de agua.

Surge una conversación corta entre los 3 capacitadores; hacen un chiste sobre la situación. Ríen al unísono y en cuanto el capacitador dentro de la celda vuelve a dirigir la atención a la joven, esta le escupe en la cara, la saliva cae justo en ojo del encargado. Vuelven a surgir las risas de parte de los dos del fondo, mientras que este restante no encuentra más que humillante la situación por lo cual dirige su furia hacia la chica. Toma el expediente y comienza a explicar.

.- En tu expediente marca: Plan E-2 de la privación del sueño.

.- Y?

.- De acuerdo a la descripción de dicho tratamiento y cito: “Plan E-2= privación del sueño por medio de castigo físico y verbal en periodos prolongados +4 días, se adjunta el uso de agua en diferentes temperaturas además del uso de equipamiento nivel 2 a 3”. Enfatizo, FI-SI-CO, por tanto, no hay problema si te llego a lastimar un poco. Aunque bueno… con tales tratamientos en curso siempre suelen pasar “accidentes”.

En un constante ritmo, las cartas van repartiéndose en la pequeña mesa al final del pasillo, solo el sonido de la conversación y los golpes interrumpen el silencio del bloque. Dentro de aquella celda el piso va tiñéndose de rojo, las manos de quien golpea sin tomar descanso entre tanda y tanda de golpes van tornándose en un rojizo color carmesí. Todo el tren superior de la chica se ha abultado y llenado en su extensión de moretones, ni ha intentado minimizar el daño recibido, haciéndose a los lados o dejándose llevar por la fuerza de los golpes que le arremeten.

Los protocolos dictan bien la forma de actuar sobre los productos, nada de heridas más allá de lesiones leves, cualquier afectación que derive en dañar la piel al grado de tener que cocerla está prohibido, e igual con rotura de articulaciones o romper huesos. Entre otras cosas por demás evidentes.

Una luz color verde se enciende en medio del pasillo, dos luces rojas separadas a su vez en otras celdas dentro del bloque, dichas luces señalan la ejecución de un tratamiento compartido. Ambos capacitadores dejan las cartas conforme se disponen a buscar sus respectivas llaves – hay un par de quejas al respecto –. Las celdas contiguas muestran dos chicas no mayores a los 18 años de edad, dentro de sus expedientes marcan Plan C de la privación del sueño.

Sector Correctivo

A un paso del inferno en tierra, Sector Correctivo. Con Plan E-2 de la privación de los sentidos Vista, más allá de simples tratos, ahora se someten a algo más allá. Se encuentran una considerable cantidad de productos en la zona, destinada a los fracasos o problemas potenciales, aquí no existe fin más que el que proporciona un capacitador en curso.

Un cuerpo cae sobre un charco de agua, la tierra se ha convertido en lodo, sus dientes en otras piedras del lugar, el poco pasto existente se ha incrustado en uno de sus ojos y nariz junto a su respirar. Las piernas no le responden y la fuerza de un golpe a sus costados no le ayuda en nada, aquella bota del 28 la conoce mejor que el mismo zapatero que la hizo. Puede escuchar el ánimo de una joven chica en su costado, aunque un poco a la lejanía gracias al reventar de uno de sus tímpanos y el estruendo de la lluvia que no cesa.

La más pequeña, antes pelirroja y unas facciones dignas de una modelo, aquellas pecas cuya correcta proporción eran parecidas a los de un dibujo se han convertido en borrones. Denle gracias a una navaja de hoja doble, hacer dichos surcos sobre la cara sin dañar las partes que hacen posible el movimiento no es precisamente fácil. Hace frio, mucho, por lo cual la misma fuerza que uno aplica para producir el mínimo movimiento resulta ser, además de sumamente exhausto el hacerlo, es mucho mayor al habitual.

La 2da es quien le anima, la razón es que ambas llevaban la misma licencia, compartida debido a las circunstancias a las que se acomete su anterior registro dentro de La Casa; gemelas para ser preciso. Ya han errado mucho, los constantes castigos físicos hacen mella en su voluntad para seguir con el tratamiento, rendirse parece ser más placentero. Con un camino fijo pero sin meta o distancia a la que alcanzar, ¿por qué seguiría avanzando?

Con razón o no, si puede sentir aquellos dedos provenientes de su hermana entonces puede mantenerse firme, no pueden verse ni entender hasta qué punto están lastimas o cansadas. Pero ese mínimo tacto que ni una cede es suficiente para darles ánimos a ambas. Producto del frio el agarre es torpe, pero firme, se puede sentir el tacto del lodo y pasto entre ambos brazos.

Los movimientos son torpes, guiados por el sonido de los gritos que su capacitador les proporciona. En una constante marcha a través del campo, sin descanso, con obstáculos, el dolor incentivando la caída y un hambre que no cesa. El ritmo por fin es constante tras haber pasado poco más de dos horas en ello, empezaban a acostumbrarse al lugar, ya no caían tanto como antes y los castigos físicos se producían cada vez menos.

El dolor y el cansancio no dejaba de ser el mismo claro está, lo que es más, solo aumentaba con lo poco que avanzaba el tiempo. Las manos tiemblan, los dientes rechinan tras los labios, las plantas de los pies se van agrietando a la par que las arrugas se acentúan, las heridas ya se han cerrado o dejado de sangrar y tras todo ello se sirve el anhelo de terminar tan pronto sea posible. Un sentimiento compartido, ni siquiera sirve hablar de ello pues logran entenderse tras aquel agarre compartido, en cuanto una fuese a caer la otra le jala con el mismo animo que la 1ra, la 5ta, la 10ma y así cuantas sean necesarias.

De entre ocasión a ocasión surge un golpe inoportuno, ambas caen al suelo, un cuerpo extraño se encontraba en su camino, cosa rara para el momento siendo que han reconocido el terreno lo suficiente como saber que ello no debería estar ahí. Los golpes no se hicieron esperar, la primera tanda le sacó el aire a una, un mal golpe cae sobre la muñeca de una y se sueltan por primera vez. La escena es por demás hilarante para el capacitador quien no aguanta la risa mientras aprovecha para acompañarla con burlas.

Ambas chicas están a gatas buscándose la una a la otra, al perder aquel contacto de manera imprevista terminan por perder momentáneamente la orientación. Debido a la privación del sentido de la vista y por el estruendo de la lluvia no son capaces de reencontrarse con facilidad. Una de ellas llega a tocar los pies de otra persona ajena al trio, no alcanza a explorar más pues le toman del torso y la alzan cual si una muñeca de trapo se tratará.

Una de sus manos es guiada en el aire, con dirección recta eventualmente encuentra otra mano, ambas son forzadas a cerrarse sobre si mismas. Debido al momento, no llegan a preguntar quién o qué, menos el por qué, lo importante era tal consideración desinteresada del acto en sí que soluciona su búsqueda. Es por demás evidente que el capacitador no tiene nada que ver con el reencuentro de las chicas, la persona en cuestión eventualmente se sabrá que fue la misma con la que toparon momentos antes.

La lluvia empieza a bajar la fuerza con la que impacta el terreno, haciendo más fácil escuchar el resto de sonidos a sus alrededores. Un sonido fuerte se produce a lo que se entiende no fue más allá del par de metro frente a las jóvenes, no hay tiempo de respuesta, un silbato resuena a sus espaldas y el resto de productos se disponen a caminar con la guía de los capacitadores. Ambas pueden jurar que pasaron sobre un cuerpo extraño, siendo que el terreno era blando y con falta de rigidez.

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