No se te está escapando el tren

No se te está escapando el tren

El predominante de esta oración gramatical es el tiempo, acompañado por el adjetivo juventud, el sustantivo soltería y el verbo vivir. La gente está confundida por una existencia que no le corresponde; detrás de las ventanas, el silencio se escucha como un murmullo. Repiten con eco: se acaba el tiempo, el tren se marcha y las huellas de la senectud comienzan a hacerse visibles. Observan y pronuncian vocablos que parecen inofensivos, frases breves o extensas como:

• Vivirá una existencia solitaria.
• Ha de morir inadvertida.
• Requiere un proyecto.
• Sus descendientes deben estar angustiados.

Cada uno está convencido de que poseer lo que aparentemente llaman realización, lo que denominan plenitud, es un modelo a seguir. La paja en sus ojos oculta lo que en verdad existe: la carencia de haber alcanzado o cumplido, según una expectativa errante y difusa, un acto disuelto e incumplido.

Una vez más, no necesito más tiempo. Una vez más, no requiero ser juzgada por lo que tengo, por lo que no soy o por lo que pretenden que sea. Una vez más puedo decir que eres perfecta siendo imperfecta.

Escrito él: 1 de marzo de 2021