El eco de cada segundo

Hay palabras que no se escriben con tinta, sino con tiempo. Cada decisión, cada mirada, cada silencio deja una marca invisible, como si el reloj registrara no las horas, sino los recuerdos.

En mis obras *Ecos del Tiempo* y *El Eco de la Moneda*, intento capturar ese instante: el punto exacto donde la vida se cruza con la conciencia de su fugacidad. El tiempo no es solo escenario; es juez, testigo y protagonista. Nos recuerda que todo lo que hacemos —o dejamos de hacer— tiene su resonancia, una especie de eco que continúa mucho después de que creemos haber terminado.

En *Ecos del Tiempo*, recojo pequeñas historias donde los segundos se estiran y la memoria se convierte en espejo. Son relatos donde el pasado y el presente dialogan, donde lo que fuimos sigue hablando desde las sombras de lo que somos.

En *El Eco de la Moneda*, el tiempo adquiere otra forma: la del peso moral. Un thriller psicológico donde cada acción tiene un precio y cada decisión, una deuda. La moneda que gira en el aire simboliza esa elección eterna entre lo correcto y lo necesario, entre el deseo y la culpa, entre la vida y su consecuencia.

Ambas obras nacen del mismo impulso: detenerme un instante y observar el reloj, no para saber qué hora es, sino para recordar cuánto nos queda de nosotros mismos. Porque el tiempo nunca espera ni perdona a nadie, pero en la escritura he encontrado una manera de hablarle, aunque sea por un segundo.

-LuFer

Autor de Ecos del Tiempo y El Eco de la Moneda Autor LuFer