Esta es la historia de un ser que ronda por todos lados y a la vez está encerrado, es alguien que nadie quiere ver en realidad, lo hacemos a un lado, pero se mantiene presente a pesar de todos nuestros intentos por alejarlo.

He visto de cerca su rostro, he visto de cerca sus necesidades, y veo como todos a lo largo del tiempo simplemente lo ven pasar, sabiendo que un día a ellos también llegará.

Como un espíritu de esos que le tememos se manifiesta, de a poco nos llega, algunos pelean contra ella, pero al final siempre gana. Es aterradora, porque es inevitable, no importa lo que hagas, aunque si puedes prepararte para su llegada, con una buena vida se atrasa, pero siempre legará, como se siente a tu lado, de ti dependerá.

En un puñado de personas la he visto vivir, ellos sin importar como han vivido, su anfitriona se vuelve sin resistencia, con resiliencia la abrazan y viven con ella. Podemos aprender tanto de ellas, pero la mayoría de las veces las ignoramos pesando que nosotros tenemos a la mano toda la sabiduría que necesitamos.

Estos seres maravillosos son nuestros ancianos, y el ser del que les hablo es la vejes, esta es algo de lo siempre queremos huir, pero nos alcanza al cabo del tiempo. Veo como nuestros ancianos en un hogar se alojan, los cuidan, pero los desperdiciamos, cada historia, cada vivencia que ellos tienen en sus memorias son gotas de sabiduría, a veces tosca y cruda, pero que no puede ayudar a entender la vida.

Estando en el hogar con estos seres magníficos, solo puedo darme por bendecido al poder escucharlos, al poder entenderlos y ver de cerca que todos en la vida necesitaremos de cuidados cuando el tiempo sea el indicado.

Entre sillas de ruedas y bastones, se aloja la vejes, implacable pasa su factura a los seres que un día, jóvenes fueron, pero el tiempo hace su trabajo sin prisa pero sin pausa, habrá quienes nunca lleguen a ser viejos, siempre existirán quienes del barco de la vida salten antes del tiempo.

Estas líneas son para que si tienes la suerte de tener un abuelo, un anciano en tu familia, no lo abandones, trata de aprender de él, porque, aunque ellos nuca hayan tocado un computador o sepan del internet, pueden dar lecciones de vida muy importantes, de sentido común y buenas costumbres que nuca debemos abandonar para ser mejores personas, y prepararnos también para la llegada de ese ser a nuestras vidas, si queremos llegar a vivir plenamente nuestra existencia.

La vejez no es algo que debamos temer, es algo que en su debido momento podremos abrazar, sabiendo que vivimos el bien y preparados para el más allá

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