En el año 2.800 d.c. o de nuestra era terrana, una nave espacial llegó a la constelación de Tauro. Esta nave espacial se llamó «Torino II» por la misión de explorar las estrellas del cúmulo de Pleyades que está ubicado en la constelación de Tauro. La nave Torino II salió en el mismo año después de Torino I, nave que también tuvo la misma misión. La diferencia de salida de una nave con la otra fue de tan solo un mes. A tan sólo 40 años luz de la estrella Electra, ubicada en el cúmulo de Pleyades, la nave espacial Torino II encontró la nave espacial Torino I destruida y apagada. Torino II intentó comunicarse con Torino I, pero nadie respondía. Los tripulantes de Torino II conectaron un puente para ingresar en Torino I y cuando entraron en la nave solo vieron pocas luces encendidas. La mayoría de la nave estaba destruida y con las luces rotas.

Los tripulantes de Torino II siguieron caminando y encontraron 2 cadáveres quemados, derretidos casi hasta los huesos. Los de Torino II se asustaron y se preguntaron qué pasó allí. Entre la búsqueda, encontraron más cadáveres muertos y calcinados. En algunos lugares encontraron unos dibujos simples que parecían humanos, pero con ramificaciones y «rastas» en la cabeza.

Una de las paredes de la nave decía en otro idioma humano: «Váyanse de Tauro».

Aún así, los tripulantes de Torino II siguieron explorando para ver si encontraban un sobreviviente y, de paso, tomar el combustible y baterías de Torino I. 

Un tripulante de Torino II encontró una sala llena de rasguños con quemaduras y aberturas, parecía una sala de investigación científica. En aquella sala había signos de que tenían encerrado a alguien o algo y éste encerrado rompió su prisión. También había anotaciones en papel, algo absolutamente raro ya que no se usaba papel hace siglos y sólo era para emergencia absoluta. Las computadoras estaban apagadas, así que debió ser una real emergencia. El tripulante avisó al resto y allí fueron todos a ver lo que había en la sala, también oyeron y vieron por las cámaras individuales los tripulantes que quedaron en Tauro II. Allí estaba anotado todo lo sucedido por el Doctor Ramírez y las anotaciones en el notario decían lo que se describe a continuación. 

En la página 1 decía: «El Espécimen Relámpago» – acompañado del mismo dibujo que vieron antes -.

En la página 2 decía: «El espécimen es agresivo y apagó la energía varías veces, tuvimos que recurrir a luces de emergencia y costumbres arcaicas. El espécimen fue denominado ‘Relámpago’ y su especie de igual manera, aunque también lo denominamos ECVL-TPE-01 para darle una oficialidad. Las siglas, como indica los procedimientos del protocolo, significan la ubicación y orden de la especie encontrada, es decir, ‘Espécimen de Civilización de la Vía Láctea – Tauro Pleyades Electra – 01’. Entra en el orden C, es una especie que tiene Civilización y puede comunicarse, pero no con lenguaje oral». 

En la página 3 decía: «El sujeto Relámpago fue encontrado flotando en el espacio, había recibido una llamarada solar y golpeo la nave Tauro I. Esto lo sabemos porque Relámpago se comunicó por medio de nuestras computadoras, luego de varios días de agresividad sin diálogo. Al parecer, accedió a ellas a la distancia por medio de la estática y decodificó el idioma en pocos días para comunicarse. Por medio de la computadora, nos amenazó reiteradas veces y nos contó que sabían de nuestra existencia y sobre La Tierra».

En la página 4 decía: «El sujeto está compuesto literalmente de electricidad, su cuerpo es prácticamente humanoide y su cabeza al igual que manos y pies es parecida a la de un ajolote transparente. El sujeto describió que la Tierra fue visitada por ellos 2 veces, una exploración y un intento de invasión fallido gracias a la resistencia de humanos cuyas armas eran, según él, de civilización atrasada en comparación a la suya. El sujeto volvió a amenazar a la tripulación, aclaró que no daba ventajas a la humanidad describiendo datos sobre su especie ya que no había manera de que el ser humano pueda llegar a dar una respuesta o contraataque a su especie o planeta natal».

En la página 5 decía: «El planeta natal del sujeto está ubicado en la estrella Electra, han conquistado su sistema solar y otros sistemas solares. Originalmente eran una especie de carne, lo más cercano a nuestros conceptos es el de un anfibio. Llegaron a un punto de evolución donde obtenían energía de su propia estrella y crearon una gigante máquina qué ellos llamaron ‘Madre’ alrededor de su estrella. Madre fue conectada a cada individuo, por medio de dispositivos corporales y esto provocó una sobrecarga en los cuerpos haciendo que ellos se transformaran en seres de pura energía y electricidad. Esto lo hicieron de manera intencional luego de probarlo en varios sujetos de prueba».

La página 6 decía: «Según el Relámpago, dieron el paso al siguiente paso evolutivo, solo necesitaban de energía para sobrevivir, son electrófagos. Ya no necesitaban de otras formas arcaicas para alimentarse. Pero, una sobrecarga mayor hizo que varios cuidadanos y su Rey Planetario muriera. Por el caos y el infortunio inesperado, destruyeron a ‘Madre’. Luego pensaron que esto fue un error y comenzaron a buscar energía. Se dieron cuenta que era más fácil recolectarla que crearla y, con esta lógica, invadieron mundos».

La página 7 decía: «Ellos visitaron mundos como La Tierra y descubrieron la existencia de mundos que el sujeto denominaba como ‘Planetas Escenciales’, mundos que tenían la custodia de seres más allá de su propia comprensión. Según el sujeto, La Tierra fue defendida y ayudada por una entidad llamada ‘Pilar de Aire’, pero esto era para el sujeto un ‘mito de los ancianos’ de su propia especie (la especie relámpago). Los ancianos de su especie elegían al Rey de su planeta. El sujeto fue expulsado de su cápsula por el impacto solar y su cuerpo chocó con la nave espacial humana».

La página 8 decía: «Memoria del Doctor Ramírez. El sujeto escapó a las 336 horas de haberlo encontrado por primera vez, el…».

Allí terminaban las páginas, la 8va página estaba rota y llena de sangre. Mientras leían las páginas, los tripulantes a bordo decían que tenían que salir rápido y leían con desesperación. El grupo que comandaba la nave Torino II daba la orden de que salieran. Los tripulantes exploradores que estaban en la Torino I escucharon las ordenes entrecortadas con ruido y pedían repetir el mensaje. Pero sólo se escucharon gritos. Los tripulantes de la Torino II que estaban en el comando fueron sorprendidos por detrás por el Relámpago de la Torino I, que había escapado y mató a todos los tripulantes de la Torino I. El Relámpago había pasado por el puente sin que se dieran cuenta y mató a todos los del comando de la Torino II y los tripulantes que allí había. La intención era que no escaparan usando la Torino II y, por este motivo, atacó primero la Torino II aprovechando que estaban distraídos. Los tripulantes exploradores que estaban en la Torino I, leyendo las páginas, preguntaban que pasaba hasta que se dieron cuenta que pude ser ése el espécimen que escapó. Los exploradores no sabían que hacer ya que si volvían a su nave iban a ser atacados, pero no tenían otra opción para huir, la nave Torino I no funcionaba. Fueron a la Torino II, sin otra alternativa, pero el relámpago extraterrestre los esperó en el puente. Los exploradores huyeron y corrieron de vuelta a la Torino I. Casi todos los exploradores fueron asesinados por el relámpago, salvó una sola tripulante exploradora que se encerró en el almacén, esperando a que el relámpago deje de perseguirla y llegue alguna nave de rescate.

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