Para celebrar los 300 años del nacimiento de la República Argentina y 310 años de la Defensa del Río de la Plata, en el año 2116 d.c., se construyó en colaboración con la Corporación Ōgenós un complejo gigantesco en La Isla de los Estados (Provincia de Tierra del Fuego) que tiene como objetivo ser un centro científico con plataforma de despegues de cohetes en el Faro del Fin del Mundo, además de una central de fusión nuclear y fisión nuclear, osbervatorio astronómico y de investigación científica en general. Éste lugar parecía realmente una cuidad entera, cuyo nombre era Complejo Central de Ciencia y Astronomía Sargento Cabral. La idea de Ōgenós era aprovechar varias situaciones favorables al igual que el gobierno argentino, en beneficio mutuo. La corporación Ōgenós encargada de los viajes espaciales iba a utilizar el complejo para sus lanzamientos de cohetes y al mismo tiempo anunciar la compra de la empresa de androides Gaia, al parecer querían fusionar el enviado de androides al espacio con el servicio de viajes espaciales para empezar el proyecto ya aprobado de construir orbitas espaciales en La Luna y otros lunas del sistema solar. Por otro lado, Argentina tendría tecnología de punta para la fabricación e investigación científica al igual qué celebraría los 300 años con el lanzamiento de un cohete argentino en colaboración con Ōgenós. El complejo de por sí ya estaba casi listo antes de 9 de Julio, de hecho ya funcionaba como fábrica e investigación científica con su personal constante hace varios años. Para terminar los preparativos y dejar el complejo en perfección absoluta para el evento solo faltaba arreglar algunos detalles de construcción en la Zona del Museo donde se encontraba la figura del Sargento Juan Bautista Cabral que era fundamental para la presentación. Las autoridades llamaron el 27 de Junio por recomendación al encargado de las obras y reformas para esta pequeña tarea que tomaba solo un par de días. Por casualidades de la vida, el maestro mayor de obra contratado se llamaba Lorenzo Cabral que estaba acompañado de 3 albañiles más llamados Germán Bermúdez, Luis «El Grana» Baigorria y Díaz Vélez. El 27 de Junio, Lorenzo aceptó el trabajo mientras hacía malabares para hablar con las autoridades por teléfono y con sus hijos al mismo tiempo. Ése mismo día, mientras Lorenzo veía las noticias de los rumores de Gaia siendo comprada por Ōgenós y los proyectos espaciales lunares, les comunicó al resto de su grupo sobre el trabajo, viendo otra noticia donde decían que había caído en la Luna un objeto que provocab un haz de luz que se podía ver muy disipadamente desde La Tierra. El 30 de Junio los obreros viajaron en barco desde Tierra del Fuego continental hasta Isla de los Estados.

El 1 de Julio empezaron las reformas que estarían listas para el 6 de Julio, días antes de la presentación, donde fueron recibidos por las autoridades del complejo para guiarlos a la Zona del Museo. Así, comenzó las obras de trabajo, donde en el centro del Museo había una gran estatua del Sargento Cabral con una bandera argentina y de fondo un vitral gigante hasta el techo del enorme edificio con vista a la pista de lanzamiento de cohetes donde se veía banderas de latinoamerica y de lejos el Faro del Fin del Mundo, banderas de países latinoamericanos ya que este lanzamiento era el primer ELET de la historia. ELET sería la primer Estación Latinoamericana Espacial Terrana administrada por los países latinoamericanos en colaboración mutua que orbitará la Tierra. Mientras los 3 albañiles cruzaron directo a las paredes a reformar, Lorenzo se frenó unos segundos a ver la estatua que tenía arriba un techo con abertura con forma de Sol de Mayo para que pase la luz y se proyecten los «rayos» del Sol de Mayo indicando los distintos pasillos que conectaban con el centro de la estatua, cuando el sol se encontraba justo encima del techo. Lorenzo se sacó sus auriculares donde escuchaba heavy metal y se frenó ante esta maravilla arquitectónica hasta que de repente empezó a sonar La Marcha de San Lorenzo en los parlantes de la estatua. Desde atrás, un científico que trabajaba en el lugar apareció para hablarle a Lorenzo diciéndole que La Marcha de San Lorenzo se encendía en bucle cada cierto tiempo, estilo temporizador, preparado para las guías turísticas. El científico se presentó como Doctor Gavio y habló de la gran hazaña del Sargento Cabral. Lorenzo se presentó ante el Doctor, qué no se sorprendió mucho por la coincidencia del apellido ya qué hay mucha gente apellidada Cabral en Argentina, pero sí le señaló el honor de portar el apellido. Sí bien Lorenzo agradeció el halago del Doctor, lo cierto es que se mostró indiferente a la historia del Sargento Cabral y con una sonrisa esbozo que no le importaba mucho el pasado, saberlo o no saber no le impedirá la obligación de su trabajo o dicho en sus propias palabras: «No me cambia en nada saberlo, sí mañana me tengo que levantar a laburar igual, Doc. Cómo todos los días». A pesar de esta indiferencia, el ya llamado «Doc» (por confianza argenta) entendió el gran esfuerzo que conlleva un trabajador de la construcción, ya que su padre así lo era, y sólo atinó a decir con una sonrisa que algún día lo entendería. 

Así, sin muchas novedades importantes, se continuó el trabajo con normalidad entre el 1 de Julio y el 6 de Julio. Cada tanto, los obreros visitaban las instalaciones científicas gracias al Doc que intentaba incentivar el espíritu del conocimiento histórico y físico en los obreros. Lorenzo y Díaz Vélez (DV) eran más atentos, aunque sea para disimular interés y bien hablados, mientras que El Grana y Bermúdez eran mas barriobajeros al hablar aunque respetuosos en no tocar nada; en general todos tenían un lenguaje vulgar, pero respetando el ámbito laboral. El Doc les hablaba de que probablemente existan otras especies inteligentes y qué el sospecha que algunos incidentes históricos tienen que ver con eso, además de su teoría del universo vivo como una entendidad que vive por si solo como si fuera un organismo y no como materia inerte vagando por el espacio sin razón. Todos los días intercambiaban palabras y mates, toda la planta permanente paseaba por el lugar trabajando mientras los obreros se familiarizaban con ellos incluyendo la bella ayudante del Doc llamada La tucumana Pedraza, quién tambien enseñaba de química a los obreros. Entre esos días de turismo científico gratis que tenían los obreros en el trabajo, El Grana preguntó si se podía pasar por una de las zonas y rápidamente el Doc respondió que no ya que era zona restringida de energía nuclear doble en el cual trabajaba. Allí vieron desde las ventanas entrar unos grandes cargamentos y DV preguntó que eran esos cargamentos, donde el Doc respondió que eran las reservas de Helio-3 extraídas de La Luna por los androides de Gaia (próximamente Ōgenós) que son usados para la energía nuclear. La idea de que existían dos energías nucleares era bastante lógica en cierto punto, si fallaba una se ponía en funcionamiento la otra.

El día 5 de Julio fueron los obreros a trabajar como siempre, pero les extraño que no haya pasado el Doc o la Tucumana para invitarlos a seguir el tour después del trabajo como hacían todas las tardes. Cómo bien sabía Lorenzo, el trabajo se puede complicar y era mejor no molestar al personal del lugar. Ése día hubo un apagón y allí concluyó Lorenzo que decididamente algo debería estar pasando.

El 6 de Julio iba a ser el último día de trabajo, donde los obreros solo fueron a buscar las herramientas y verificar que el trabajo estaba bien hecho como las autoridades querían, además de recibir el pago. Efectivamente, dije iba a ser el último día y no por que el trabajo estaba mal hecho, precisamente. Un directivo de las autoridades recibieron a los obreros diciendo que estaban satisfechos con el trabajo y Lorenzo atinó a preguntar por el Doc para despedirse de él, pero el directivo respondió que no lo sabía ya que el Doc siempre andaba de aquí para allá ocupado, siendo más normal no encontrarlo que encontrarlo. 

El directivo se ofreció a llevar en su auto a los obreros al puerto para volver a Tierra del Fuego continental.

Lo qué había sucedido el 5 de Julio es que la fusión nuclear del reactor se había apagado y al revisar la situación el personal vió como el plasma se había convertido en una especie de cosa alargada entre plasma y gelatina de un grosor muy fino que empezó a comerse el cobre y elementos del reactor. Luego de esto, el «plasma vivo» atacó a uno del personal metiendose en todos los orificios de la cara al mismo tiempo y había salido de su cuerpo llevándose la columna vertebral con nervios y cerebro todo junto. La seguridad le disparó a esa cosa, pero las balas eran absorbidas, disueltas y corroidas por esa cosa gelatinosa con su cuerpo. Algunos del personal empezaron a correr y el Doc se sumó a la seguridad para capturar lo que fuera eso junto a La Tucumana. Ése plasma vivo salió al predio y las afueras del lugar comenzando una cacería de seres vivos mientras arrastraba dentro de su plasmático ser la columna y cerebro de aquel trabajador del personal. Primero se metió en la boca de un pobre pinguino que anda por ahí y mutó, fusionando los cuerpos, con el aspecto de un pinguino, pero con carne y cobre sobresaliendo la columna del muchacho del personal como si fuera una cola de huesos hasta la cabeza. Luego ese pinguino-plasma se comió una mantis con su largo latigo que sacó desde el orificio en la punta de la lengua, una especie de latigo parecido a un parásito, y empezó a formarse en la cabeza del pinguino-plasma un rostro de la mantis con sus ojos y cabeza cónica como le es característico a la Idolomantis diabolica, saliendo en los costados de la boca del pinguino la mandíbula de la mantis (esas mandíbulas que parecen como pinzas horizontales propia del insecto). Posteriormente, se metió dentro de una pobre nutria que estaba por ahí, reventandole la piel por dentro y formándose una nutria-pinguino-mantis-plasma con alas largas de pinguino afiladas, como si fuera un pterodáctilo, pero con el cuerpo de nutria, la columna del hombre, la cabeza superior de mantis y la mandíbula de nutria con esas pinzas de mantis. Parecía como un murciélago deformado del tamaño de una nutria, por la pigmentación del pinguino, pero de color gris metálico por los metales que se comió. Después siguió un ciervo colorado, especie introducida por el humano en la isla, metiendose el pinguino-mantis-nutria-plasma en en su cuerpo y saliendo del ciervo ése ser con los cuernos del ciervo en su cabeza y un cuerpo más grande, prácticamente su tamaño en cuatro patas llegaba al pecho de un humano promedio, aunque parado en dos patas era un poco más alto que un humano. Eso lo sabían muy bien los que estaban allí, sobre todo el Doc, que describía su aspecto cuando lo encontraron atacando las instalaciones matando y comiendo todo lo que estaba a su paso. No servía con el ni el fuego, ni el frío del nitrógeno, ni la electricidad. De hecho se comía la electricidad y disolvió el fuego y el frío con la corrosión que en realidad no era en sí una corrosión. El Doc se encerró con la Tucumana, mientras acechaba esa cosa en la zona de reactores y tomaron un trozo de esa cosa donde la analizaron. Al parecer, esta «corrosión» era en realidad una ionización que fusionaba las partículas con su cuerpo con solo tocarlo, que a los ojos humanos se ve como una corrosión. Así ese monstruo era imposible de matar, pero también era imposible defenderse ya que solo al tacto fusionaba o derretía el cuerpo humano mezclándose metal diluido de varios origenes con carne, en una especie de babeante cobertura ionizada que transpiraba el monstruo desde su piel blindada que rebotaba las balas o las absorbía según la zona de la piel. Eso sí, tal vez por cuestiones de eficiencia evolutina, se despegaba los cuerpos que se le pegaban y prefería destruír los craneos de sus víctimas con sus manos como si exprimiera limones o metía el látigo de su lengua en el interior de ellos. Cuándo se los despegaba parecía como cuando uno se saca algo viscoso de la piel, donde la piel de las víctimas parecía como baba por lo derretido que estaba al tacto con esa cosa. Estás y otras cosas más, junto a una investigación desesperada, sucedió mientras los obreros finalizaban su trabajo hasta el 6 de Julio.

Mientras los obreros salían al estacionamiento para llegar al auto con el directivo, vieron al Doc gritandoles diciendoles que se metan a la instalación y al lado de ellos vieron como esa cosa atacó al directivo comiéndose su cabeza. Los obreros corrieron siguiendo al Doc que los llevó a la Área de Laboratorio. Desesperados los obreros preguntaron que era esa cosa y con la misma desesperación el Doc intentó explicar todo. El Grana preguntó si no servía nada y La Tucumana respondió con negativa, que sólo lo detenía un poco el frío nitrogenado y que improvisaron armas de nitrógeno gracias a los técnicos con los guardas, pero el efecto no dura mucho por el poder ionizante del monstruo. El Doc dió la hipótesis de qué ése monstruo vino en el objeto que cayó en la Luna, ya que el haz de luz que emitía dejó de emitirse el mismo día que extrajeron el Hielo-3 y lo trajeron a La Tierra. «Ésa, la cosa que ataca, vino de afuera de la orbita terrestre y lunar, un un…» – decía el Doc, pero sin poder definirla -. «Cómo un Forastero» – dijo Lorenzo acordándose de la canción de la banda argentina Riff, El Forastero – . Desde ése momento, el Doc asintió denominando a esa criatura como Forastero. 

Bermúdez volvió a preguntar si no servía nada contra el Forastero, insistiendo que debía haber una manera ya que afirmó que todo se destruye en esta vida, pero el Doc volvió a negarlo repasando como el Forastero incluso comía los metales para su favor. En el medio del silencio habló DV, qué siempre decía cosas sin sentido por sus desesperadas ganas de romper el hielo, diciendo qué tal vez sirva enfriarlo y martillarlo en pedazos. El Grana le dijo a DV qué no era momento para decir semejantes estupideces, pero esa frase estimuló en el Doc una idea afirmando que DV es un genio incomprendido. El Doc explicó que tal como lo dijo DV no iba a funcionar, evidentemente, pero que si lograban desarmarlo en átomos capaz funcionaría ya que había salido de la fusión del plasma y, por lo contrario, la respuesta simple es la solución: hacer una fisión. Lorenzo preguntó que había que hacer para lograr esto y el Doc dijo que la única forma que se le ocurre destruirlo es encerrar al Forastero en el reactor de fisión nuclear, pero que esto es un peligro ya que podría explotar matandolos a todos. El Doc sumó que de igual manera debían intentarlo o sino el Forastero podría llegar al continente americano y una vez llegue a la civilización no iban a poder frenarlo. Para encender el reactor elaboraron un plan donde Lorenzo, pensando en sus hijos, se ofreció como señuelo para engañar al Forastero y meterlo dentro del reactor, mientras el resto encendía el reactor desde los comandos de arriba. El Grana se ofreció a acompañar a Lorenzo a pesar de la negativa de su maestro mayor de obras. 

El plan se ejecutó, salieron Lorenzo y Grana con una linterna de rayos UV, cuando se dieron vuelta vieron al Forastero y Lorenzo le dijo a la bestia que era el engendro hijo de re mil puta mas feo que había visto en su vida, para que vaya tras ellos, cosa que el Forastero hizo luego de un grito ensordecedor, mientras los demás salieron hacia el control de comandos. La linterna UV afectaba levemente al Forastero confirmando que la radiación lo afectaba, pero esto era en vano con una pequeña linterna que sostenía Grana. El Doc, Bermúdez, la Tucumana y DV llegaron a la sala de comandos para encender el reactor. 

Mientras Lorenzo y Grana corrían vieron que el Forastero había desaparecido cuando estaban por llegar a la puerta del reactor, y se preguntaban desesperados donde estaba el Forastero. El Forastero apareció desde otro lado por sorpresa que estaba por arrancar con sus garras de metal y uña la cabeza de Lorenzo, pero Grana se interpuso y lo empujó para salvarlo siendo atravesado en el tórax. El Forastero levantó al Grana que suspiró por última vez a Lorenzo que corra y el Forastero le atravesó la garganta con su látigo punzante salido del orificio de la punta de su lengua y, desde el otro lado del cuello de Grana, el látigo atravesó la nuca del pobre obrero comiendole el cerebro como si fuera una caja de jugo de cartón, exprimiendo el cráneo y manchando a Lorenzo de sangre. En ése momento, el Doc logró encender el reactor y por el micrófono de los parlantes le dijo a Lorenzo que ya estaba listo. 

Lorenzo corrió adentro del la sala del reactor diciéndole al Forastero que venga por él, pero el Forastero inclinó su cabeza mirándolo sin ir tras Lorenzo (como cuando una mascota mira con rareza algo). El Forastero giró su cabeza 360 grados para arriba mirando donde estaban los paneles de control del reactor y saltó a los ventanales que cubrían la sala de control, rompiendo el vidrio, como si supiera lo que los humanos tramaban. 

El Forastero intentó atacar al Doc, pero Bermúdez atacó al engendro con un fierro atravesandole el abdomen. Del abdomen del Forastero salieron unos tentáculos que absorbieron y diluyendo el metal de ese fierro siendo el último intento de Bermúdez antes de que el Forastero le abra el craneo como si fuera la rosca de una botella. DV, furioso por la muerte de Bermúdez, intentó dispararle al Forastero con nitrógeno mientras le dispara con una pistola logrando congelar y romper partes del cuerpo del Forastero. Todas estás acciones fueron inútiles, mientras amanecía el día 7 de Julio, le salieron al Forastero tejidos en forma de tentáculos y látigos que reconstruyeron su cuerpo e, instantáneamente, le comió el abdomen a DV junto a los órganos cayéndose DV muerto, mientras Lorenzo miraba llorando y gritando por sus compañeros. El Doc y la Tucumana habían huido del lugar hasta llegar a un pasillo donde fueron perseguidos por el Forastero, haciendo que se separen. El Forastero empezó a perseguir a La Tucumana que se metió en un ducto haciendo que el Forastero desista, luego de varios intentos de meter su cabeza, ya que escuchó al Doc en los baños. En los baños el Doc estaba escondido mientras es el Forastero buscaba donde estaba el Doc, que justo antes de encontrarlo, fue interrumpido por Lorenzo que lo alumbró con la linterna UV. El Forastero persiguió a Lorenzo hasta que Lorenzo se escondió en la Sala de Laboratorio. De repente, Lorenzo escuchó la voz de Grana pidiendole ayuda a Lorenzo. 

Lorenzo no podía creer que escuchaba la voz de Grana y pensó que se había vuelto loco, parándose para ayudar a Grana a pesar de que sabía que estaba muerto ya hace rato. Desde la sombra, se podía ver como el Forastero movía su boca para emitir sonidos y la Tucumana apareció desde los ductos para salvar a Lorenzo avisándole que el Forastero también imita voces de sus víctimas. Huyendo por los ductos vieron al Doc escondido y le dijieron que se encontraban nuevamente en la Sala de Laboratorio, donde Lorenzo y la Tucumana llegaron por los ductos. 

Luego de un tiempo, Lorenzo y La Tucumana que debatían que hacer se preguntaron si el Doc seguía vivo. Lorenzo le dijo a la Tucumana que debían planear algo ya que él sintió como el Forastero se había dado cuenta del plan con su mirada. Tras una intensa persecución de idas y venidas, el Doc abrió la puerta de la Sala de Laboratorio donde casi es atacado por Lorenzo. El Doc y la Tucumana estaban exhaustos desmayandose tras días sin dormir, mientras Lorenzo se quedó en el piso sentado lleno de sangre pensando en sus compañeros y familias, pensando como terminar al Forastero. 

A la noche, se escuchaba como el Forastero intentaba rasgar el hormigón del increíble blindado del Laboratorio y el Doc se despertó diciendo que no había tiempo, tarde o temprano el Forastero iba a entrar y no había manera de engañarlo. Lorenzo preguntó si había otra manera o si podían escapar de alguna forma para avisar a las autoridades, pero el Doc solo atinó a decir que la única forma sería explotar las instalaciones con el reactor ya funcionando y allí ni había explosivos, además que el Forastero los alcanzaría a pie antes de llegar a un puerto. 

La Tucumana, que ya había despertado sin que ellos lo sepan, dijo que ella podía armar los explosivos ya que era química. Sin otro plan a la vista, armaron los explosivos con cronómetros y planearon plantar los explosivos en las paredes del reactor y en algunas partes puntuales del edificio con un tiempo de 5 minutos hasta donde estaba el puerto a pie. Entre la noche del 7 de Julio y la mañana del 8 de Julio, empezaron a armar los explosivos y empezaron a poner los explosivos a la tarde del 8 de Julio, mientras iban confundiendo al Forastero con sonidos y ruidos varios. Por un momento, Lorenzo se paró frente a la estatua del Sargento Cabral diciendo que ahora ya lo entendía, ofreciéndole una disculpa a su memoria.

Finalmente, ellos habían podido poner los explosivos antes del anocher y cautelosamente, a las 23:55 horas del 8 de Julio, encendieron el cronómetro de los explosivos para ir al puerto en 5 minutos, teniendo en cuenta que el Forastero no debía descubrirlos ni salir del edificio o todo sería en vano. Ellos no sabían que las autoridades gubernamentales de Argentina partieron esa misma noche desde Santa Cruz en un avión custodiado por militares para Isla de los Estados, ya que decidieron hospedarse unas horas antes del evento. 

Luego de encender el cronómetro, los 3 corrieron por el predio del estacionamiento para ir al puerto, pero el Doc fue atacado por el Forastero falleciendo en el acto y Lorenzo le grito a la Tucumana que huya al puerto, convenciendola de que alguien debía meter al Forastero de vuelta al edificio. Lorenzo le arrojó a un adoquin al Forastero insultandolo de todas las maneras posibles y corrió al edificio, siendo perseguido por el Forastero. 

Lorenzo empezó a esquivar los saltos del Forastero, que se chocaba con las paredes llevándose buenos golpes, mientras la Tucumana corría al puerto. 

En la persecución empezó a sonar la Marcha de San Lorenzo, el Forastero logró rasguñar el pie de Lorenzo lastimandolo, mientras Lorenzo en su dolor divisó un extintor y una pistola que agarró, arrojando el extintor cerca de la cara del Forastero y disparó al extintor para que le explote en la cara al Forastero. Caminando en una pata y media, Lorenzo siguió caminando justo en los escalones contrarios a la vista de la estatua de Cabral y el vitral con las banderas Latinoamericanas, lugar donde estaba el cronómetro que ya estaba a 10 segundos de llegar al cero. 

Con el rostro baboseante, el Forastero vio a Lorenzo y Lorenzo insulto al Forastero diciendole que venga a comerlo. El Forastero grito como una bestia sin razonamiento y, mientras sonaba la parte instrumental de los clarinetes y percusiones de la Marcha de San Lorenzo, el Forastero se acercó lentamente a Lorenzo, sabiendo el Forastero que ya Lorenzo malherido no podía huir. Lorenzo vio los últimos segundos del cronómetro riéndose, giro su cabeza mirando a las bandera argentina y latinoamericanas que ondeando desde lejos, mientras el Forastero lo miraba a centímetros de su cara y, de manera inesperada, Lorenzo le tocó el hombro al Forastero haciendo que la piel de la mano de Lorenzo se derrita poco a poco, pero sin importarle ya esa sensación y esto sorprendió a el Forastero que inclinó la cabeza mirándolo a Lorenzo con confusión. Lorenzo, se la acercó a los ojos del Forastero, con su mano puesta en el hombro de la bestia y le dijo: «Bienvenido a Latinoamerica, hijo de puta», al mismo tiempo que se escuchó el «pip-pip» del cronómetro y justo, cuando se escuchaba la entrada a la estrofa de la Marcha de San Lorenzo que dice: «Avanza el enemigo…», una explosión radioactiva de porporciones apocalípticas destruyó todo el edificio despedazando átomo por átomo al Forastero y a Lorenzo, ante la vista de la Tucumana desde el barco ya en el mar, desde el avión de las autoridades argentinas que iba a aterrizar en la Isla de los Estados y ante la presencia de los androides en la Luna. 

«Cabral, soldado heroico,

cubriéndose de gloria,

cual precio a la victoria,

su vida rinde, haciéndose inmortal.

Y allí, salvó su arrojo

la libertad naciente

de medio Continente.

¡Honor, honor al gran Cabral!»

«

F

O

R

A

S

T

E

R

O

«

– Eso es lo último que se pudo sentir desde La Luna mirando a La Tierra, según La Tucumana, de esa explosión radioactiva en la Isla de los Estados -.

Anexo:

En la carpeta secreta del gobierno se puede ver como un agente dibujó al Forastero, según la descripción aproximada que dió La Tucumana 

Fin.

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