La noche es risas y alegría hasta que los pasos se tornan lentos, los brazos caen, los labios recaen tapando así la sonrisa y los ojos se encargan de transmitir lo irreconocible, ¿Cómo puede ser tan detonante tener el pasado delante? Uno creería que nunca lo viviría nuevamente, en donde al eliminarlo no crearía nuevos recuerdos cuando los anteriores ya bastaban. En donde se hace incomprensible verlo con su pasado, bailando, besándose, cantándose y disfrutando debajo de las luces oscuras, ¿Cuando su pasado se volvió su presente? Simplemente mi presencia no fue lo suficiente fuerte como para eliminar el anterior, en donde yo fui presente mientras el otro era pasado y apenas descuidé la guardia yo me convertí en lo antiguo y el otro en la actualidad. Es simple comprenderlo pero evitable verlo. En cuanto se me obligó a divisarlo, entendí. Siempre fui la discordia entre una pareja que estaba destinada a ser un amor temporalmente explosivo. Mientras ellos disfrutan yo me encargo de bailar al ritmo de la espera de un amor que sea eternamente paciente y no encuentre la necesidad de buscar un tercero para olvidar.

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