Alma de libélula; ojitos de princesa

Alma de libélula; ojitos de princesa

Divago entre tablas, tu voz es mi aria,

con cada nota que embelesa mis latidos;

haces eco como promesa en el alma,

cual canto de ángeles entre nubes de seda.

El dócil paso de tus labios por mi cuello,

teje nuestra sinergia con hilos de dulzura;

agarro tu mano y tus dedos, entrelazados,

como un telar de seda, crean nuestra historia.

Por entre el jardín de los sortilegios,

una libélula voló con gracia,

princesa de alas sutiles,

que destella luz y magia.

En el escenario brillaba

con colores etéreos,

como lo que reflejo en mi poesía,

que se plasma en el alma,

como una indeleble melodía.

Su vuelo, delicado y ligero,

que con sus lindos ojitos,

se evapora con las nubes,

para no regresar a mí más.

En la corriente de sus sueños, navego sin temor,

bajo el cielo infinito, donde encontramos amor,

cada ola es un suspiro, cada beso, una canción,

nuestro destino, quizás tendrá un acto más…

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