Aventura mensual: Super Perico y Un amo digno de su sirviente (6 de 32)

Aventura mensual: Super Perico y Un amo digno de su sirviente (6 de 32)

Arte Lancelot

14/07/2024

Las aventuras de Super Perico


Un amo digno de su sirviente

Primer movimiento


Sexto movimiento: Disfraz

Versión en audio: 

Super Perico consiguió con mucho esfuerzo que el ermitaño aceptara aconsejarlo en sus aventuras, aunque con la condición de que tales asesorías fueran muy de vez en cuando. Luego de quedar en buenos términos con el antiguo héroe, se retiró a proseguir su búsqueda de un amo humano. Siempre decidido a cumplir la solicitud del ángel protector de la bandada.

Aunque no fue fácil conseguir dueño que lo guiara en sus futuras aventuras; para el asunto del disfraz no tuvo mayor dificultad. Una amable señora que entrevistó a través de las rejas de la ventana de un humilde hogar campesino, aceptó el encargo muy complacida. Apenas el pajarillo mencionó el asunto, ella misma se ofreció para diseñarlo y confeccionar todos los que necesitara en adelante.

—¿Todos los trajes que necesite en el futuro? ¿No es demasiado? —Como ave bien educada, no quería abusar de la amabilidad de la mujer.

—¿Cuánta indumentaria necesita un Super Perico?

—Lo ignoro, pero me figuro que no será mucha. —El pájaro estaba encantado con la ayuda. Por lo que terminó aceptando el ofrecimiento, aunque con alguna resistencia.

La confección de la vestimenta tomó un par de semanas. Si bien planeó aceptar cualquier traje que le obsequiaran sin ninguna objeción; quizá para fortuna de los lectores y de nuestra historia, el resto de la familia intervino en el asunto. 

Sus hijos y parientes cercanos actuaron como críticos severos que descartaron la inmensa mayoría de los modelos que la costurera probó con el ave. Nuestro perico protestaba, pero en su ignorancia del mundo humano prefirió ceder por prudencia a la opinión de la mayoría.

Con humildad concluyó: que en vista de su completa ignorancia de las costumbres, era de esperar que quedara mal sin pretenderlo. Lo más sensato sería aceptar la solución que propusieran los demás; en un tema completamente ajeno al mundo perico.

Sus hijos, mejor conocedores en lo que a trajes de héroes se refiere (los de TV por supuesto); exigieron un disfraz a la altura de su imaginación. Actuaron como sensores de moda tan exigentes, que el pájaro sufría sumamente avergonzado ante tanta prueba rechazada. Como parecían muy contentos con el proceso, y la señora no daba muestras de impacientarse; el ave intentó complacerlos a todos.

—Con esta ropa nadie te reconocerá y tu amo podrá conservar su anonimato. Espero que con esa precaución consigas quien te entrene —explicó la costurera cuando por fin uno de sus modelos consiguió ser seleccionado.

—¡Que todos los trajes sean diferentes! —exigió la hija menor.

El perico se opuso a tanta variedad de vestimentas. A su entender, un único modelo sería suficiente para cualquier ser vivo. Pero nuevamente ganó la opinión familiar.

Luego de largas discusiones, se aprobaron tres modelos con vistas a lo que presumían podría ser el ambiente de sus futuras aventuras. En total nueve trajes muy parecidos unos de otros: cuatro para ambientes más severos, dos para lluvia, y tres para conversar en cristiano.

—Pero este Super Perico tiene más ropa que yo misma —protestó una de las hijas.

—Se lo merece, ¡va a enfrentarse con delincuentes! Ellos no respetan la vestimenta decente y quedará destrozada rápidamente. Hay que prepararse bien.

Sometieron los trajes a varias pruebas. Esto corrió por cuenta de los niños. Hubieran querido desarrollar un modelo indestructible, pero nadie conocía del tema. 

El perico los convenció que la razón de ser para el vestuario de un super animal, es proteger a sus amos con el anonimato. En cuánto a protegerse a sí mismo y la seguridad, sería solucionado por el ave con sus propios poderes.

Con otras tantas deliberaciones resolvieron que se debían cumplir al menos cuatro requisitos: muy llamativo, práctico de poner pero complicado de quitar, proteger el anonimato, y no inducir asociación con su portador.

En primer lugar, la mayoría simple decidió que debía ser llamativo. Super Perico atraería los ataques de los villanos para desviarlo de los espectadores y caminantes. Los delincuentes en Haram, por norma general, no atacarían a un transeúnte de no ser necesario. Así pues, lo llamativo aumentaba la seguridad de los espectadores, al desviar los daños no deseados intencionalmente. 

Lo llamativo era temerario, pero también era señal de valentía; los animales valerosos se enfrentaban a los problemas abiertamente y con decisión exponían su vida al peligro. 

Un traje un tanto ridículo era útil para las virtudes de un héroe, cristiano al menos. Ayudaba a la mortificación de la conciencia; y como medio educativo contra la personalidad indolente. Por supuesto, para que existiera la posibilidad de provecho en la virtud; se debían evitar los excesos escandalosos. Este principio descartó cualquier ostentación innecesaria de riquezas o banalidades que lo sustituyeran. 

Un buen diseño simbolizaba las virtudes cristianas o patrióticas. Sin olvidar que el exceso fácilmente resultaría dañino y hasta ridículo. En general, una ropa vistosa era peligrosa para el héroe; por lo mismo debía interpretarse como un sacrificio en bien de los demás. Por tanto, su traje no era algo deseable. Su diseño debía de ser de tal gusto que no indujera la imitación en los inexpertos e incautos.

Otro requisito en la lista de naturaleza práctica: era que el traje tanto debía ponerse fácilmente como ser complicado de quitar. El animal heroico necesitaba reaccionar rápidamente a los llamados de emergencia; de lo contrario, tarde o temprano decidiría no ponerse el traje comprometiendo el anonimato. Sin embargo, la vestimenta aunque fácil de poner también necesitaba ser a prueba de traviesos y curiosos. En situaciones normales, un buen diseño sería imposible de quitar por simple descuido o travesura.

Puesto que el objetivo más importante solicitado por Super Perico fue el anonimato de su futuro amo; el traje debería fallar las pruebas más elementales de reconocimiento. El test más obvio: presentar fotografías de varios pericos a los testigos, al ser interrogados no deberían ser capaces de reconocer al verdadero animal.

Fue fácil cumplir los tres requisitos anteriores. El cuarto que pretendía no inducir asociación con su portador; no fue conseguido a satisfacción. Así que lo modificaron. Los niños le llamaron inicialmente la prueba de los gemelos idénticos. El experimento consistió en que un grupo de pericos físicamente similares, que vistieran la misma ropa, deberían parecer gemelos idénticos ante sus espectadores.

Aunque lo intentaron con honesto esfuerzo, fallaron todo el tiempo. Tuvieron éxito con los modelos armadura, pero eran complicadísimos de poner. Para no presionar tanto a su madre, simplificaron la prueba. 

De gemelos idénticos pasaron a otro ensayo que llamaron de asociación única: un grupo de pericos físicamente similares, que usaran el mismo traje en momentos diferentes, serían interpretados por los espectadores como la misma ave. Es decir, consiguieron que los pajarillos parecieran gemelos en tiempos diferentes pero no en el mismo lugar. No era de esperar que dos pericos utilizaran el disfraz de Super Perico a la vez, lo toleraron como un defecto leve.

Así pues, los trajes aprobaron sus cuatro requisitos. Aunque el cuarto requerimiento fue simplificado. El modelo elegido fue una mezcla de los colores celeste y azul, muy similar al de los uniformes de la secundaria oficial en Haram. Los niños de escuela admiraban tal combinación de colores. Lo consideraban distintivo de otra etapa, rechazarían utilizarlo en su vida diaria. Representaría para ellos un futuro con mayor madurez. Tal antecedente habrá influido fuertemente en el color final del diseño.

Las pruebas fueron realizadas ante espectadores humanos con actores pericos. Utilizar animales como jueces hubiera dificultado su aprobación, pues las diferencias podrían llegar a ser enormes, según el sentido que se analizara. Super Perico se sentía muy confiado de la moral de su propia especie, como para exigir la presencia de pericos como jueces. Se imaginaba que los animales no apoyarían a los delincuentes.

Todos en la familia de la costurera finalmente dieron su asentimiento. Entonces con un perico muy satisfecho de su nueva indumentaria; llegó la hora de continuar su búsqueda original interrumpida por un par de semanas. 

Lo obligaron a prometer que volvería cada vez que sus trajes requirieran reemplazo, lo que los niños temían fuera muy a menudo. Pues como hemos explicado, los disfraces eran resistentes al uso normal, pero no a los ataques de los malvados.

Se marchó con muchos buenos deseos y muy agradecido con sus nuevos amigos humanos por su ajuar notablemente incrementado. Era el mejor apoyo que encontraría entonces y por mucho tiempo, pues su búsqueda apenas comenzaba.

Aunque amo no encontraba por ninguna parte, lo que si aparecieron fueron problemas que resolver. 

Le ocurrió no pocas veces, que le contaban situaciones unas más graves que otras. Super Perico les ofrecía ayuda con sinceridad, pero siempre imponía la siguiente condición: que se le explicara con abundante detalle lo que tenía que hacer para conseguir la justicia y el triunfo del bien. 

Aunque con deseos de ayudar, entendía bien poco del mundo humano. Nadie parecía dispuesto a satisfacer sus requisitos, así que no llegaba a ninguna parte con tales ofrecimientos.

Una señora, por ejemplo; contó que tenía graves problemas con unos ladrones que la atormentaban desde hacía mucho tiempo:

—Pues si quieres ser un héroe, te tengo trabajo. Unos cuatreros han estado robando vacas de mi finca desde hace años. Si alguien atrapara por fin a estos malhechores me haría tremendamente feliz.

—¿Y cómo se atrapan cuatreros? —La pregunta de siempre que liquidaba los buenos ofrecimientos—. Si me explicas como se hace, creo que gracias a mis superpoderes quizá pueda conseguirlo.

—Pues de eso yo no sé… Tal vez un vecino mío.

Llamaron al tal vecino, que si bien no les explicó como arrestar ladrones. Si fue capaz de darles algunas advertencias:

—Pierdes tu tiempo, Super Perico. Esa banda de cuatreros esta protegida por políticos del gobierno. Los alcahuetean para que molesten a gente de la oposición para así conservar el poder. Contra ese tipo de hombres no se puede hacer nada. Las mujeres no entienden de política, pero el esposo de esta buena mujer, que descanse en paz… —Los tres hicieron la señal de la cruz en señal de respeto y oración por los muertos—. Hablaba más de la cuenta cuando no debía hacerlo.

—¿Entonces qué se puede hacer? —preguntó el héroe.

—No se puede hacer nada. Lo siento, pero así es la vida en Haram.

—Yo no entiendo nada —se excusó la señora.

—Yo tampoco, lo de la política es muy confuso —dió la razón el ave.

Super Perico quería que le explicaran un poco más sobre la tal política. Quizá esto le ayudara a entender como enfrentar tales situaciones. El vecino intentó como pudo, aclarar lo que él consideraba la forma como ocurrían las cosas:

—Trataré de satisfacerlos, aunque yo tampoco lo entiendo muy bien. Los organismos internacionales nos robaron hace varios años una de las islas de Haram. Desde entonces existen fuertes discusiones entre el gobierno, la oposición y los militares. Tu simplemente le das la razón al gobierno de turno, que cambia de opinión siempre que le viene en gana. Sigues la corriente o prepárate para sufrir. Al que no le gusta y además berrea: pues tiene problemas con cuatreros imposibles de arrestar.


Siguiente entrega
-Libro completo disponible en octubre del 2026


Ver también: Un amo digno de su sirviente, Arte Lancelot

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