Pesadilla: Océano

Pesadilla: Océano

Milla

31/12/2023

Despierto vagamente, con una sostenida somnolencia, en una superficie líquida sin movimiento. Sentí una calma espeluznante. Sigo recostada en aquel lugar, una cálida sensación de cansancio cierra mis ojos que solo podían observar una vaga luz de un cielo extraño. A su vez, me hundo en aquel singular espacio, muy profundo, tan profundo que puedo sentir mis órganos retorcerse. Aquel sopor me mantiene parcialmente inconsciente de lo que ocurre, hasta que la sensación se esfuma abruptamente. 
En ese momento sentí el terror calando mis huesos, Ahora soy consciente. Me encuentro en el océano, recóndito, tan recóndito. Intento desesperadamente nadar hacia la superficie, la tonalidad fosca del fondo marino es sumamente abrumadora. Quiero huir.
En mi intento vano de escapar, sin previo aviso, unas estructuras cárnicas flexibles me jalan, aprisionando mi cuerpo en el fondo oscuro del océano. La presión sobre mi cuerpo es insoportable. Necesito respirar. No puedo moverme. No puedo escapar. El agobio recorre mi sangre y mis ojos se mantienen inmóviles, observando aquel punto, allí arriba, en la superficie. 
Puedo percibir las ondas sonoras que resuenan a través de las lóbregas aguas. Quiero gritar. Quiero moverme. Quiero escapar. Sé que queda poco tiempo para que mi cuerpo colapse. Sin embargo, siento incertidumbre… O quizás solo es una sensación danzante dentro de la presente agonía que estoy cursando. 
A lo lejos observo caer lo que parece ser un cuerpo de un niño pequeño. 
Hinchado, sus órganos colapsan manchando de manera tenue el crítico tono de la profundidad oceánica. Cae a mi lado izquierdo, su rostro tumefacto e inexpresivo se posiciona en dirección al mío. Me encuentro observando la cuenca vacía donde yacían sus ojos. Grité. Todo se volvió negro. 
Creí haber despertado de una pesadilla interminable, por lo que un falso alivio detuvo los agresivos latidos de mi corazón… Hasta que vuelvo a sentir mis pulmones llenándose de agua. ¿Sigo en ese lugar? No puedo respirar. Mi consciencia se desvanece poco a poco. Siento como mi carne se comienza a desprender de mi cuerpo y como el poco oxígeno que mantenía circulando se esfuma. 
La puerta se abrió en ese instante, escucho un grito, pasos. 
Otro más. 
Una persona cae al suelo. 
El sonido de un disparo. 
Silencio. 
El sonido de una ambulancia, Un hospital.  
No estaba en el océano.
No era una pesadilla
Sobreviví. 

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