Llovimos tanto que nos volvimos agua

Como a charcos de agua en medio de la acera

Trato de esquivar, sin mucho éxito,

Tus recuerdos.

Si pudiera volver a ese instante,

No hubiera dejado que acabaras la frase que terminó conmigo.

Pero eso es imposible

Tan imposible como que Mozart,

En una inesperada rebelión hacia el historia de la música,

Dejara de componer

Como si las olas no rompieran en la playa,

Como que Romeo y Julieta hayan vivido felices para siempre

O como que vuelvas tú

Tú, con tus ideas tan locamente impredecibles

Que parecían imposibles de realizar,

Tu con esa sonrisa capaz de convencer a cualquiera:

De que tal vez los imposibles no existen.

Tu, mi lugar favorito en el mundo

Y que ahora,

Dejo de ser mio.

Como si de una llovizna en medio del desierto se tratara,

Reviso mi celular

Una y otra vez

Por si acaso me mandas un mensaje.

Pero las horas pasan

Y no llega ninguno.

Siento que tal vez

Nunca me miraste como yo lo hice,

Me besaste como yo te bese,

Me quisiste como yo te quise

Y tal vez, tardé en entender que el amor

Tan bello y aterrador como las tormentas,

Al final no era tan maravilloso como creía.

Y si algún día aparece alguien que me haga creer lo contrario

y vuelvo a pensar en ti

Volveré a este poema,

Solo para recordar…

Que entre nosotros llovió tanto, que nos convertimos en agua