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A veces no sé por donde empezar. Acabo de hacer algo y ya quiero empezar de nuevo ¿Por qué será?

Tengo la sospecha de que tiene que ver con mi atención. Presto tan poca atención a lo que hago que no me doy cuenta de cuando comienza una acción y cuando termina. Es un problema gravísimo porque para cuando termina el día siento que me he pasado el día pensando y no entiendo porque estoy tan agotado.

Hoy me he dado una ducha caliente y lavado la ropa que usé durante la semana. Cociné pasta, un poco de coliflor, hice palomitas, vi dos episodios de una serie en mi computadora y respondí a todos mis mensajes en redes sociales. Compré la entrada para una película, modelé la ropa de una figura en la que estoy trabajando y avancé en un conejito tejiendo a crochet. 

Hasta tuve tiempo de conversar con el dueño del arriendo e inscribirme en esta página.

Ahora veamos, no hice pocas cosas. Puede que la gente suela ir a sus empleos, comer afuera o irse de fiesta (aunque es jueves, demasiado pronto para eso, ¿pero quien soy yo para juzgar?)

Creo que estoy siendo demasiado duro conmigo mismo cuando me digo que no lo estoy siendo lo suficiente. Pero estoy en un período de mi vida en la que el tiempo me enseña más que cualquier cosa que haya aprendido antes y lo que he aprendido de él últimamente es que toda mi vida parece ir bien hasta que la reviso apresuradamente.

La prisa me come los momentos felices, los esfuerzos por hacer algo mejor, mi motivación para hacer lo inimaginable a pesar de que todo esté en mi contra. Solo me deja una línea con la que no puedo trabajar: no has avanzado y el tiempo pasa.

Este es el momento. El momento en que me doy cuenta de lo que he escrito.

Avanzar: ¿hacia dónde vamos?; ¿en serio me creo capaz de saberlo?, ¿alguien de hecho lo sabe con seguridad?. Una pintura lleva este título y nadie que haya ido a este lugar y vivido más de 20 años ahí ha vuelto para contarlo como lo hago yo con mi vida ahora, con tantos recuerdos y emociones.

Pasar: ¿A dónde o por dónde?, ¿el tiempo se va por el desagüe?, si es así es mejor que busque en las alcantarillas, quizá ahí pueda hablar con él y decirme porque se va de mi vida.

Un momento. Vuelvo a ver pero esta vez como lo he escrito, no lo que he escrito. Y digo: «Estoy asustado, desesperado y esto me enoja».

Nadie que conozca ha vivido enojado toda la vida, menos triste o estresado. O se mueren o son como las cosas reales y es que hasta las emociones de «Inside Out» (Del revés) parecen tener emociones.

Somos personas emocionales, estacionales y sociables. No tiene nada de malo expresar lo que sentimos si así lo sentimos. Es mucho mejor afuera que adentro dice Shrek. Está bien.

Vuelvo a la tranquilidad, ese sentimiento que lo apacigua y me siento por una vez con solo energías para realizar algo con total confianza. Respirar.

Respirar hondo. Exhalar largo. Respirar hondo y exhalar largo. No hay apuros. No hay nadie aquí conmigo que me apresure. Los pensamientos parecen naturales y parte de mi no parte del mundo. Cuando los veo pasar los dejo, así como el agua de un río que ha estado acaudalado. Calma, este río parece estar dentro de mi y me siento capaz de traerlo a la calma.

Lo veo todo pasar con claridad. Hoy me duché, hoy cociné, hoy escribí, hoy respiré. Nada de lo que haya hecho causó la muerte de alguien o tráfico en la calle de afuera. Tengo todos mis dedos, no veo doble, debo estar bien, aquí todavía.

Que bueno es respirar cuando no sabías que lo hacías. Cuando solo pasaba como yo creía que pasaba el tiempo.

Resulta que en física el tiempo es una coordenada, nada pasa, nosotros pasamos por él. Así como el agua por el río en una pendiente, caemos sutilmente sobre las rocas, abriendo pasajes, saltando riscos y llegando finalmente a nuestro lecho, el mar.

El mar, de ahí venimos. Bueno quizá no ahora pero lo hicimos. Algo de eso vive todavía dentro de nosotros y nos hace ser tan sensibles como el agua, tan pequeño como las partículas de humedad que flotan en un día caluroso. Como el agua somos y a ella volvemos.

¿Alguien de aquí vio Avatar 2?. Así mismo se siente, me siento parte de una familia, de una naturaleza gigantesca y de un puzzle que jamás termina. 

El infinito está en nuestro ADN, el volver en nuestras raíces. El código de nuestro comportamiento está almacenado en los recuerdos más profundos, se mimetiza con nuestras experiencias y nuestras interacciones con lo que vemos. Con lo que nunca podremos descifrar. ¿Qué es esto?

¿Qué es esto que vi por primera vez al salir del útero y por qué estoy aquí? ¿Quién hizo esta maravillosa obra sobre la que aprendí a caminar, sobre la que me confesaron y confesé mi amor por otro?. «Nada» es para siempre pero «todo», esto no lo es.

No porque morimos. La muerte es eso que creemos es el final de todas las cosas cuando es solo el cambio a otra fase de la vida. Un nuevo amanecer. Que extraño pasarse la vida creyendo que no habrá nada más cuando hemos sido testigos en esta experiencia comunitaria de que la papa se vuelve una planta de papa.

El todo lo formamos cada uno ocupando nuestro lugar. Aunque solo te pases la vida trabajando o en un templo meditando, llegaste aquí y ocupaste un lugar en el tiempo. Si Dios fuera un director de cine ojeando la película de nuestra existencia vería que fuimos estrellas en algún momento (Tanto en el pasado) como hoy, las estrellas de nuestras propias vidas. Un narrador omnisciente de una historia que solo se escribe porque llegaste para contarla a través de tus pasos, de tus miradas, de tus momentos lindos y tristes.

Todos merecemos un premio de la academia por ser los mejores actores en nuestra categoría. Haces bien tu trabajo. Tu labor, seas madre, padre, hijo, hermano, abuelo, gato. Eres perfecto haciendo lo que haces y como lo haces porque nada existiría en tu vida ni en la de los demás si lo hicieras de manera distinta.

La biblia dice que Dios jamás te pedirá algo que no puedas realizar porque él sabe cuanto puedes entregar, entiende tus necesidades y jamás haría algo si no fuera con amor. Eso somos. Fruto del amor. No hablo de biología, hay muchos casos de violación pero va mucho más allá.

Allá donde la persona violentada confiesa ante sus seres queridos, se rompe y recibe resguardo, sea en la primera o en la última persona que confió para contárselo. Ahí es cuando me doy cuenta de que es algo que viene de los dos lados.

Esa persona se entrega y su experiencia será buena o mala de acuerdo a quien la reciba y como la reciba. Por eso es que amar es un arte que se practica toda la vida, porque vaya que nos equivocamos.

Amar quiere decir entregar sin miedo a perder porque el amor en sí mismo dice: «está bien perder esta vez, esta vez sí ganas». Ganas amigos, ganas apoyo, ganas refugio, ganas solidaridad, ganas coraje, todo lo que necesitas es tiempo. Tiempo para darte cuenta que lo tienes todo todavía cuando creías que todo te faltaba. Que todo lo que eres ahora, es porque todos hemos estado en tu historia y viceversa. No podemos ser «todos» sin ti en la fiesta. 

¿y te digo algo? eres el mejor invitado con el que me pude topar alguna vez.

Aquí te dejo mi amor por si lo necesitas porque lo he sentido al escribir esta historia. Solo soy un niño con ansiedad que no sabe lo que hace, pero a pesar de todo me siento querido, valioso, guapetón (lol) y se que he dado la mejor versión de mi que podía entregar hoy contigo y espero puedas llenar ese espacio hoy también.

¿Qué cosa? ¿Qué me leíste aunque sea un poco?, vaya que son increíble las cosas, me siento famoso, nunca esperé conocer a la persona que inspiró el título de esta historia. 

Gracias por llegar y buena vida 🙂

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