𝑷𝒂𝒓𝒕𝒆 𝑰𝑰

Aurora

Han pasado ya 4 meses del primer beso entre Zaniah y Orión y puedo decir que su relación es una de las más bonitas que he visto, la conexión que tienen entre ellos es igual a las de las novelas románticas que suelo leer.

Hablando del amor, mi relación con Leo sigue siendo especial y mágica, aunque se han dado ciertas discusiones por temas sin sentido, mismas que afortunadamente hemos sabido resolver; definitivamente algo que me han enseñado las películas, series, libros y demás, es que el amor o una relación amorosa perfecta no existe, siempre habrá desacuerdos, que se tienen que resolver en conjunto, algo que Leo y yo manejamos bien.

Durante las vacaciones de diciembre y enero hemos pasado momentos increíbles, no solo entre Leo y yo, nuestra amistad con los demás ha crecido demasiado; aún recuerdo aquella vez que Calisto y Orión subieron a cantar villancicos al escenario, cuando el condado inauguro el parque turístico de navidad para recibir más visitantes; en esa ocasión no dejamos de reír tras escuchar lo desafinados que estaban.

O aquella ocasión, que por no saber patinar sobre hielo me fui a estrellar contra una familia de ingleses, fue tanta mi pena que hasta el día siguiente se me quito lo sonrojada; pero sin duda, mi momento favorito fue cuando a Maia se le ocurrió acampar en la montaña de ValeyCity durante la lluvia de meteoritos que los astrónomos predijeron, ese momento justo en el que estábamos mirando el cielo lleno de estrellas supe que, al encontrarme con Leo en el planetario, nuestro amor estaba predicho en el cosmos.

Una semana más tarde, regresábamos a la escuela, y aunque el equipo de americano había acabado con el espíritu escolar tras perder los 2 partidos antes de salir de vacaciones, el adelanto del baile de primavera por parte de los directivos para ser celebrado en febrero y con ello conmemorar San Valentín ha llenado de alegría a los compañeros; para ser sinceros cuando el rival arremetió en contra de nuestro Core-back para impedir que volviera a lanzar pases de más de 30 yardas y buscar de nuevo la lesión de su brazo las cosas no pintaban bien, aun teniendo la ausencia de Apolo y Marcus en el equipo, era imposible ganar.

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Pitt

—Apolo tienes que dejarla en paz —le ordenaba al terminar de beber mi cerveza—. Tú sabes muy bien que debe ser feliz, además en la última persona por la que te preocupabas era por ella. En las fiestas de Marcus siempre aprovechabas su ausencia, para poder besarte con otras chicas.

—¿A caso vas a estar de su lado? —cuestionaba.

—Claro, crees que ella se merece que la trates así —continuaba mi regaño después de destapar otra cerveza—. Recuerda que te ha dado varias oportunidades, a pesar de tus malos tratos, peleas y celos enfermizos.

—Pero… —intentando justificarse, decidí interrumpirlo.

—Aún no termino. Por dios, Apolo, deja de ser un cretino y acepta tu error, además ¿cómo pudiste agredirla en los pasillos de la escuela?, si ella siempre estuvo contigo, ella te apoyaba en los partidos y buscaba lo mejor para ti.

—Por eso necesito disculparme, entiendo que no quiera verme, sin embargo, necesito decirle que lo lamento. Después de aquella ocasión, llegue a casa y comprendí que fui un idiota; cuando mis padres se enteraron de la pelea y que posiblemente la beca a la universidad estaba en riesgo, no dudaron en hablarle al abogado para que nos ayudara, así mismo aprovecharon y decidieron que lo mejor sería que asistiera a terapia psicológica para que funcione como antecedente ante el juez, en dado caso que la familia de Orión levantará cargos.

—La ventaja es que han pasado varios meses y la familia no levanto cargos contra ustedes o contra la escuela, hasta donde supe, Aurora y los demás chicos platicaron con sus padres para evitar llegar a otras instancias y solo dejar la sanción que había indicado el director de la escuela —decía con cierto alivio—. Finalmente, todo regreso a la normalidad. Pero dime, ¿aún sigues con esas terapias?

—Sí, iniciaron como recurso por parte de mis padres, pero después de varias sesiones puedo decir que mis niveles de estrés, frustración y sobre todo de ira, han disminuido gradualmente, por ello decidí invitarte a tomar a mi casa y platicar, con la ausencia de Aurora me he sentido solo en estos meses.

—Sabes que cuando me necesites ahí estaré —mencionaba mientras le daba un abrazo—. Ahora finalmente podrás regresar al equipo y vaya que los extrañamos, el siguiente partido es contra nuestro mayor rival, la escuela del Oeste, que no han dejado de hacer memes con nosotros en las redes sociales.

—Cuando les ganemos ya verán quienes reirán al último —decía Apolo con efusividad—. Será un regreso triunfal, justo antes del baile de primavera.

—Le diré a Kelly que me pase algunos contactos de las chicas para que no vayas solo al baile.

—Te lo agradezco mucho Pitt, pero igual no está mal ir solo, por lo menos en esta ocasión —anunciaba Apolo.

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Miércoles saliendo de la escuela

Leo

— ¿Vendrán con nosotros a ver la película de Batman El hijo de Ciudad gótica al cine esta tarde? —decía haciendo una pose de pelea.

—Por supuesto, qué yes
—respondía Orión—. Sabes que esas películas nos han unido desde que estábamos pequeños.

—Nuestros niños —agregaban Aurora y Zaniah en tono dulce —. Pero eso los hace especiales.

—Pues me gustaría ir, sin embargo, tengo que ir a ver a mis abuelos con mi mamá y después tengo cita con el dentista —decía Andrómeda.

—Yo estaré ocupado, hoy es mi última sesión con el psicólogo —indicaba Calisto—. Será, en otra ocasión, chicos.

—Felicidades, Calisto, eso hay que celebrarlo —decía animando.

—Eso no lo podemos dejar así, eso se tiene que festejar —agregaba Orión—. Pues yo opino que hagamos algo el fin de semana.

—Es una gran idea, así que no hagamos planes extra el fin de semana para ver cómo lo festejamos —decía Maia—. Y bueno, Calisto, muchas felicidades. Por otra parte, aunque también comparto el gusto de los superhéroes por ustedes, creo que sería mejor que fueran solo ustedes, digamos que una cita doble.

—¿Una cita doble? —comentaba Orión—. Suena bien

—Pues al parecer será así, veré cuáles serán las funciones de este día —concluía.

—Oigan chicos, ¿ese no es Steve? —intervenía Andrómeda indicando su presencia levantando el rostro.

Al voltear de manera obvia, comprobamos que se trataba de él y que nos miraba desde la otra acera.

—Seguramente espera al equipo de americano, sus viejos amigos —decía Calisto.

—¿Pero por qué se nos queda mirando? —cuestionaba Maia.

—Lo le traemos buenos recuerdos, seguramente.

Al dejar la escuela y terminar de ver la película en el cine; que por cierto había sido un espectáculo visual y para mi gusto, una de las mejores películas de Batman, con una gran interpretación de Ben Affleck como Bruce Wayne y así mismo como el hombre murciélago; secuencias de acción memorables, la presencia de Deathstroke como el villano supero mis expectativas, sin duda la volvería a ver una y otra vez.

—Para ser mi primera película sobre superhéroes me ha encantado —decía Zaniah con asombro—. No entiendo muy bien que va todo esto de los héroes, pero para eso tengo a mi héroe favorito—. Abrazando a Orión de manera cariñosa.

—Ha sido una linda noche con ustedes —destacaba Aurora—. Sin duda, la doble cita que se refería Maia fue una gran idea.

—Deberías repetirlo más seguido —animaba para futuras salidas.

—Me parece bien, por ahora ya es momento de regresar a casa y descansar para tener otro día de escuela—. Finalizaba Zaniah.

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Semanas después

Aurora

—No me lo tomen a mal, pero está muy raro que Steve a lo largo de varias semanas permanezca en el mismo lugar y nos observe desde lejos —decía Andrómeda con cierto miedo—. Y después de un rato desaparezca como si nada.

—Seguramente es el espíritu de Steve que se pasea por la escuela buscando venganza tras ser expulsado —bromeaba Calisto en tono misterioso.

—No digas, porque el único de quien se vengaría sería de mi —agregaba Orión de manera nerviosa.

—Tranquilos chicos, seguramente está buscando la manera de regresar a la escuela y no perder la beca del equipo de americano —concluía Maia.

—No lo sé, pero por si las dudas, voy a hablar con Pitt para ver si sabe algo al respecto.

Pitt

—¿Sabes por qué Steve quiere vernos en su casa después de clases? —preguntaba a Apolo y a Marcus en el entrenamiento.

—No, ni idea —decía Apolo.

—Pues a mí me mando mensaje pidiendo que lo ayudará para darle un susto a alguien que se la debía —agregaba Marcus.

—Pues ya veremos que más nos dice saliendo de aquí.

Cuando llegamos a casa de Pitt, su moto estaba tirada en el patio, motivo por el que nos alertamos, eso era señal de que algo malo ocurría con él; siempre mantenía en buen estado su moto, no dejaba que alguien más la tocara o que se acercara a ella.

Al abrir la puerta después de tocar el timbre, su estado físico era deplorable, un aliento alcohólico emanaba de él, yo diría que llevaría unas semanas sin bañarse y se la ha pasado acostado, su cabello despeinado me hacía pensar eso, además, las botellas regadas y las cajas de comida rápida por su casa demuestran que no ha salido en días.

—¿Pero qué carajos te ha pasado, Steve? —cuestionaba Marcus al verlo.

—No se preocupen por el tiradero, no les hable para que vinieran a recogerlo —decía él—. Les hablé para saber si me pueden ayudar a darle un susto al idiota de Orión, como saben me expulsaron por culpa de él.

—De hecho, fue porque casi lo matas a golpes —agregaba, cuestión que no le pareció a Steve quien me lanzo una mirada fría y sería.

—Se lo tenía ganado por ridiculizarme en aquella fiesta en casa de… —el estado en que se encontraba no le permitía recordar—.

—Fue en mi casa Steve —indicaba Marcus.

—Eso, en tu casa, bueno a lo que voy es que ya saben que mi padre es el policía del condado y debido a que se fueron de vacaciones mi padre, mi madre y mi hermano, aprovecharé su ausencia para ejecutar mi plan, miren lo que tengo — en las manos tenía una caja y tras un par de segundos la habría para dejar al descubierto el arma de fuego de su padre—. Aprecien esta belleza.

— ¡Por un carajo! —Sobresaltaba Marcus—. ¡¿Qué diablos haces con eso?!

—No se te ocurra hacer una estupidez, Steve —advertía.

—Ya lo he dicho, solamente es para darle un susto al perdedor ese.

Tras quedar sorprendidos por el arma y las intenciones de Steve, solo nos mirábamos los tres con cierto miedo y una increíble inquietud.

—Pues si es solo para darle un susto, está bien —decía Marcus pasando saliva—. Pero si es para otra cosa, lo lamento, pero no, no pienso ser cómplice en un homicidio.

—Conmigo no cuentes, no quiero involucrarme en esto —sentenciaba.

—¿Estás seguro? —mangoneaba Steve apuntándome con el arma—. Si no estás conmigo, entonces eres mi enemigo. Pero solo te diré que es mejor que no te entrometas en mi plan.

—Tranquilo, Steve —decía Apolo con un tono suave y calmado para evitar que se exaltara más—. A ver, ¿Cuál es tu plan?

—Solo manténganme informado sobre lo que haga o deje de hacer Orión, sus horarios, con quién se junta después de clases, sus lugares favoritos y, sobre todo, quién es la persona que más le importa.

—Fácil, su novia es Zaniah —indicaba Marcus—. Sus amigos siempre están con él en la escuela.

—¿Zaniah?, ¿la maldita zorra con quien pensaba acostarme? —vociferaba Steve—. Vaya, no será difícil tenerlo pidiendo piedad.

—No, con ella no te metas —alegaba, mirando con desprecio a Marcus por abrir la boca.

—Sí, Steve no hagas estupideces, el problema es solo con Orión —agregaba Apolo—. Con ella no.

—Ya salieron sus salvadores, no puedo creer que después de que Aurora te cambiará por Leo sigas defendiendo a sus amigos —decía Steve para animar a Apolo y que este entrará en el plan—. Pero está bien, no les haré nada. Además, me doy cuenta de que clase de amigos tengo. Y quédense tranquilos, que ya me arruinaron el plan, no haré nada, ¿contentos?

Al salir de su casa solo quedaba tener la esperanza de que al final Steve no se animará a ejecutar su idea.