Por que mate a Marta Arias

Su nombre es Catalina, era Licenciada en Organización Industrial. Lo suyo era la organización, esa que raya lo estético, lo sublime, que te pone todos los libros iguales, a la misma altura, con el mismo color, que no permite que un párrafo quede desalineado. Trabaja en consultoría, organizando los procesos de las empresas y hace un año recibió una llamada, era Marta Arias, que necesitaba asesoramiento, rápidamente sin consultar su agenda, dado que no tenía clientes, le dió un turno para tres días después, solo para que parezca que estaba ocupada.

El día de la cita se presentó en su empresa, era un lugar lúgubre, desordenado, sucio, los biblioratos se acumulaban sin un orden que permitieran dilucidar su contenido. Trató de que su cara no expresara el asco que le ocasionaba esa visión, dado que necesitaba trabajar urgentemente, no tenia ingresos hacia seis meses. El ultimo cliente le había dicho que había hecho un buen trabajo, pero que su gente se quejaba de sus excesivas exigencias.

Acordaron los honorarios y le presento al personal. 

Rápidamente se puso en tema sobre las necesidades de la empresa, un viñedo que pertenecía a su familia desde hacia 100 años. Marta particularmente no era muy afecta a la empresa que últimamente solo daba perdidas y solo iba allí una vez a la semana, y fuera de hora, con lo cual dejo en sus manos la organización.

Catalina comenzó su trabajo y en tres meses el lugar se veía muy diferente, los biblioratos otrora diseminados por todo el lugar tenían su espacio y lomos que indicaban su contenido, el trabajo había sido organizado en procesos y se veía al personal más alegre por estar en un ambiente limpio y agradable, además cada persona sabía que trabajo debía realizar y eso hacía que todos se sintieran más seguros de sí mismos.

Marta seguía con sus visitas esporádicas y fuera de horario. Cuando llegaba Catalina corría a comentarle los cambios, pero le prestaba poca atención, y en algunas ocasiones hasta bostezaba o le cambiaba de tema, hablándome de sus mascotas y las refacciones que había hecho en su nueva casa.

La bronca de Catalina se acumulaba, ¿es que acaso no veía lo hermosa que era su empresa? ¿no veía como se esforzaba su gente? Una vez le dijo que era necesario hacer nuevas inversiones, pero simplemente la ignoró. Insistió en el tema y le respondió que no era necesario. Fue entonces cuando comenzó a hablarle sobre su pileta, que quería climatizarla, porque su amiga Viviana lo había hecho… Le dijo que hablaría con el contador para que, con las ganancias de la empresa, pagara a los paisajistas que quería contratar.

Fue entonces cuando no pudo contener la ira y se abalanzo contra Marta con un cortapapeles antiguo al grito de ¡inconsciente! ¡no mereces lo que tenes! ¡no trabajas para tener todo esto! ¡yo conseguí que esto funcione!

Cuando reaccionó vio a Marta Arias en un charco de sangre, no sabía que hacer, así que simplemente la llevó a un tonel de vino antiguo, en una zona cerrada a la que solo la dueña tenía acceso, porque se guardan los vinos más añejos, la metió adentro y lo llenó de vino. Nadie la extraña en la bodega, después de todo pocas veces la visitaba.