Acabo de llegar a lo que creo, y espero será mi nuevo hogar. Me rescató del oscuro callejón éste niño; se llama Agustín, o al menos así lo llama la mujer que lo acompaña. Creo que es su madre.
Ya estaba cansado de vagar por las calles de éste pueblo, pasar frío y hambre, pelearme con otros gatos jovenes por territorio, comida o simplemente el encanto de alguna femenina de mi especie. Por suerte ya no tendré que pasar por éste tipo de situaciones, espero que no.
La casa es muy linda, cálida y acogedora, tiene varias habitaciones que ya me dediqué a explorar. Ya conozco el cuarto de Agus y aunque; me fabriquen un sitio donde dormir, me haré dueño de su cama, parece muy cómoda y acogedora. Por lo que pude escuchar, tiene un hermano mayor y su padre se encuentra en el trabajo; parece que es quién decidirá si puedo dormir con ellos o afuera.
—Todo depende de como se porte—dijo su madre—si hace sus necesidades dentro de la caja ya se gana parte de la estadia.
Me colocaron una caja con piedras y los dos se quedaron mirando expectantes a que hiciera…no sé…o sea…sí se…pero no tengo ganas! Al contrario, solo tengo hambre, no he comido en dos días. Que esperan que haga?. Éstos humanos son muy curiosos.
Se preguntarán como puedo tener un diario siendo un gato verdad? Como comprenderán no puedo escribir, no me dejan usar el computador que tienen en la sala de estar y la disposición de mis patas delanteras no me permite sostener un lápiz con la eficacia necesaria para llevarlo a cabo. Pués bueno, pongan un poco de su voluntad 😀 usen la imaginación; después de todo, están aquí.
Transcurridas un par de horas llegó su hermano mayor Tomás con su novia Marisol. Él me observó con desagrado por unos momentos y al instante ambos comprendimos que no nos ibamos a llevar para nada bien. Su novia en cambio me tomó en sus brazos mientras exclamaba frases como:
-Aaaaww que divino!! Aaayyy que precioso el peludón!!
Ella ama a los gatos y me aseguraré de tener su atención todo el tiempo solo para molestar a Tomás y obviamente, para obtener mimos y caricias.
Marisol les sugirió llevarme a un doctor, darme vacunas y un baño; dice que lo necesito. Por un momento pensé en que iba a perder a mi nueva amiga. Ni se les ocurra meterme al agua; ahora que no tendré que preocuparme por conseguir mi comida ni por intentar pasar las noches a resguardo bajo techo, dispondré de más tiempo para bañarme yo solito. Nadie me va a mojar más que yo, que para eso tengo la lengua.
Luego, mientras consumían un líquido que servían en un pequeño vaso con una especie de tubo de metal, comenzaron a hablar sobre qué nombre me iban a dar.
Quería decirles que me llamo Tito, así me bautizó mi madre; la extraño mucho al igual que a mis hermanos. Nunca supe más nada de ellos.
Agustín sugirió dos, Tomy y Rulo. Tomy no me gusta, y Rulo…mucho menos. Acaso no observó mi sedoso y largo pelo? Está bien, lo tengo bastante descuidado y sucio pero…Rulo? Donde me vió los rulos? No tengo cara de Rulo tampoco, aunque no sepa cómo es alguien que tenga cara de Rulo.
Su madre sugirió Copo de azúcar y Pompón. De más está decir que ésta señora posee pésimo gusto, nada más ver sus pantalones y camiseta. Esa tela parece envoltorio para regalo, combina con las cortinas y la alfombra.
El tonto de su hermano Tomás me dió varios nombres entre lo cuales se destacaban: Mugres, Oloroso, El inmundo, Sucia bola de pelos, Eldestartalado, Peludo horrible y Feucho. Con cada nombre que sugería yo pensaba: «se habrá visto a un espejo éste?». Es un misterio para mí el cómo una chica tan linda como Marisol está con semejante individuo.
Luego de las desaprobaciones generales llegó el turno de mi nueva amiga y créanme, la cosa no mejoró.
Princeso fue el primero en salir de su boca…Princeso, yo, que me molí a golpes en cada techo de éste pueblo, que a base de rasguños y sangre logré ganarme una reputación que sería pisoteada al ser bautizado con semejante nombre. Por favor, ppfff…princeso.
Luego dijo Bola de nieve y no sé…después de esa famosa serie de gente amarilla supongo que ese nombre debe de estar en unos, digamos…miles de gatos? Y si, conozco esa serie de dibujos animados; la miraba a traves de la ventana en una casa de familia, no alcanzaba a escuchar nada pero imaginaba los diálogos y me reía con las carcajadas de los niños; tampoco parecía que ellos entendieran muy bien los chistes.
La cosa fue empeorando. Bonito, Precioso (ya lo sé pero no quiero un nombre tan ostentoso), Raúl (si, como el gato que lloraba porque no quería bañarse), Colita (a pesar de tener una no sugirió ninguna otra parte de mi cuerpo como nombre y agradezco que así sea), Chispita(por favor! Soy un gato no un hámster!), Toby (tampoco soy un perro!), y así uno más ridículo que el anterior.
Finalmente para ahorrarles el seguir debatiendo decidí responderle al nombre por el cuál todos parecían haberse puesto de acuerdo o por el que me llamaban mientras sorteaban mi nombre.
Me dicen Mish.
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