Que he creado nuestro dulce amor cruzando el puente que hay entre tú y yo.

Que no hay día que no quiera verte y solo deseo estar vibrando alto entre tu piel.

Que somos insaciables componedores de momentos inolvidables. De noches y días repletos de fascinación.

Que tu nombre ahora vive en mi sangre y floto a tu lado con solo perderme en tu voz. Incluso cuando te encuentro acariciando mentiras.

Que le ruego al tiempo detenerse cuando estamos refugiados juntos estrujando segundos de propina.

Que no quiero compartirte y a veces me alejo porque no soporto más esta artimaña.

Que ya no quiero esconderme, pese a que me pasaré la vida esperándote donde los sueños se hacen realidad.

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