Llegué a mi casa más temprano de lo habitual. Pretendía sorprender a mi esposa e invitarla a una cena romántica, pues el aniversario lo merecía. Mala decisión.

Cuando entré en mi casa, y lo que me imaginaba que sería una perfecta velada, se convirtió en mi mayor pesadilla. Encontré a mi mejor amigo follándose a mi mujer, la escena era dantesca. Los miré, me miraron, nadie dijo nada. ¿Para qué?

Me fui en mi coche y lo único que quería era evadirme. No sé cuantos kilómetros recorrí, seguramente tantos como recorridos que mi mente intentaba destruir. No puedo decir donde me encontraba, pues ni siquiera yo lo sabía, lo que sí puedo comentar es que estaba en una solitaria carretera secundaria. Solo yo y mis jodidos pensamientos nos hacíamos compañía.

De repente sucedió algo que ni siquiera yo soy capaz de explicar. Mi coche dejó de funcionar sin explicación alguna. Mientras intentaba comprender lo que pasaba, delante de mí, una gran bola de luz se acercó hasta casi tocar mi parabrisas. Parecía que estaba hipnotizado, no me podía creer lo que estaba viendo. Ahí no acabó.

La bola de luz se trasformó en lo que parecía un objeto similar a un gran puro metálico. No tenía ningún sonido, no se le veía ninguna fuente de energía. Aterrizó, y de su parte posterior se abrió lo que parecía una compuerta. Ante mi asombro, dos personas que eran exactamente como cualquiera de nosotros, descendieron. Yo ya había salido del coche, se me acercaron, y levantaron sus manos. No me pareció ningún símbolo agresivo, les devolví el saludo, los dos se miraron a la cara y asintieron. Entonces uno de ellos me habló.

-Venimos del lugar de donde vosotros fuisteis concebidos, un lugar en el que todos estamos a nuestra imagen. Solo quiero que sepas que os vigilamos, pues sois una especie muy curiosa, podéis ser lo más maravilloso de los seres que pululan por nuestro universo, y también sois capaces de destruiros entre vosotros, y vuestra casa, esa que llamáis Tierra. Ni siquiera nosotros la llamamos Tierra, en los mundos cercanos. Donde los sabios que dirigen los destinos del universo, vosotros sois los habitantes del planeta Agua. Os estaremos vigilando no sigáis como hasta ahora, sino la federación tomará medidas.

Como vinieron se fueron, pero mi vida cambio con ellos.

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