El Futuro del Egoísmo

¿Que tan vacía hay que tener el alma para perjudicar al otro para ascender?

Pusilánime, ruin, obscura, siniestra, viscosa y fétida es el alma y la mente de quienes para brillar necesitan apagar al otro o subyugar sin demora la vida ajena.

Con azufre, dolor y penuria en esta vida o en la postrera pagarán su condena en consonancia con aquellos que con su lengua proclaman valía, aprecio y respeto, pero con sus dedos y miembros precipitan el siniestro plan malévolo de desmembrar y degollar la esencia ajena, en significado figurado, pero si tienen chance ni tan «imaginado».

¡Sorpresa, sorpresa!. Que miserable su existencia y el futuro que les espera, aunque para otros estos brillen como el sol su condena será funesta, obscura y sempiterna.

Su vacío será como un agujero negro, sus lujos serán sus cadenas y su imagen dará fin con la siguiente sentencia: Eterna fruición es una vida con malicia; una sonrisa falsa, vacía, insulsa y repugnante que decora su estadía, será el sello del desasosiego que cargarán mientras respiren. El brillo del éxito les será opaco y cada paso que avancen será pesado… con el tiempo te secarán en la cúspide y exhalarán el último aliento ahogados con su culpa y el amargo veneno.

                  *Rey Nuez*

                   Junio 2022