Capitulo 2 – Lamentos y Diferencias –

Capitulo 2 – Lamentos y Diferencias –

Nushak JP

08/10/2021

Es terrible darse cuenta de que uno tiene algo, cuando lo está perdiendo.

Eso es lo que me pasó a mi, con mi hermano, el hubiese cumplido años ayer, pero murió hace 3 años, el se había ido de casa, yo por esos momentos, recién me enteraba lo que sucedía.

Nunca logré entenderlo hasta que fue demasiado tarde, si esto no fuera doloroso lo podría contar todo mas abiertamente, pero lamentablemente sigue doliendo.

Nosotros vivíamos en un barrio humilde, en una de esas grandes casas, cerca de un puente.

La casa es medianamente grande, de ambientes amplios y balcones pequeños. En la planta baja está el Hall, la sala, el comedor, un baño, la cocina y una habitación.

En la planta alta están los dormitorios, el de mis padres, el de mi hermano y el mío.

También hay un baño pequeño y un cuarto para invitados.

En el cuarto de mi madre hay un pequeño balcón, lleno de plantas grandes y pequeñas, a ella le encantaban esas cosas.

He vivido parte de mi vida en esta casa y no sé cuáles son esas plantas, esas que mi madre tanto amaba.

En la habitación de invitados dormían tres gatos, al estar vacío ellos se quedan dentro.

En un piso más arriba, mi padre hizo unos cuartos para mis tíos, más arriba esta el tercer piso, mi padre y mi madre plantaban distintas semillas y plantas.

mi madre cultivaba y cuidaba su hierbas con un amor y una dedicación, que creo que no nos mostraba a nosotros, creo estoy exagerando, pero no mucho.

Cultivaba orégano, romero, albahaca, perejil, tomillo, menta y debo estar olvidándome de varios más.

Ella las utilizaba frescas y antes de que venga el otoño, las seca al sol y las guardaba en frascos, cerca de la cocina, en lugares secos.

Pensándolo bien, no sé porque escribo esto, no tiene mucho que ver con nada y no es importante o relevante.

Pero cada vez que me imagino mi madre, la veo sentada con sus guantes, con una maceta de plástico, cambiando la tierra.

Uno de los momentos más felices de mi niñez, era cuando podía estar tranquila en mi habitación, jugando o durmiendo.

Dirán qué es algo común, o muy vago de mi parte, pero siempre me apartaba de los problemas ajenos, me preocupaba y me enfocaba únicamente en mis estudios.

Tal vez, cuando ustedes evocan su niñez, cuando recuerdan esos momentos felices, se les viene a la mente un paseo o unas vacaciones inolvidables.

Son poco esos momentos, donde podía sentarme en la mesa, junto a mi familia.

Basta con ese pequeño recuerdo para hacerme feliz, para hacerme sentir que hubo un momento, aunque haya sido sólo por ese instante, en qué mi familia y yo estuvimos comunicados

Con mi padre la relación era mucho más fácil, yo me ocupaba de mis asuntos y él de los suyos.

Si yo me ocupaba de sacar buenas notas, lo obedecía, no tendría ningún problema.

El….. Bueno…. El se ocupaba de lo suyo, es decir, la casa y su trabajo. Sus cosas que nunca compartió con nosotros.

Pese a no ser tan afectivo y teniendo ya sus 70 años, fue un hombre que se preocupaba por su familia.

Como toda persona, tuvo sus malos hábitos, como su consumo excesivo por el alcohol o sus problemas económicos, que no dejaba que nos enterásemos.

Yo era su orgullo, mientras que mi hermano… bueno, es el primogénito y el primer nieto de la familia.

En las fotos cuando Jack era chico y estaba con papá, hay una expresión de felicidad, una gran calma y un indisimulado orgullo en los ojos de mi padre.

El hecho de que mis abuelos sean mis padres no es algo trágico, mis verdaderos padres se habían distanciado de nosotros, para salir de la crisis económica que atravesaba mi abuelo y el país.

Jack nació pensando menos de 4 kilos, siendo prematuro, con el pasar del tiempo tenía pelo, era negro como el de mi padre y esos ojos marrones oscuros, era una perfecta síntesis de lo mejor de cada uno de ellos, una cara larga y una nariz recta. Un precioso niño.

dos años y meses después, mi madre quedó otra vez embarazada pero el bebé era una niña, la felicidad de mi padre la podías ver en su rostro y mi madre orgullosa, que su hijo tendría a una compañera.

Después de unos meses de dar a luz, mi madre y mi padre se fueron a Estados Unidos a vivir el «Sueño americano» y poder ayudar a la familia.

El transcurso de ese viaje, que era ilegal en ese momento, mi madre quedo otra vez embarazada, pero el bebé, una niña, murió en el hospital, por un pequeño golpe, cuando ellos pasaban las fronteras.

En ese momento decidieron no tener más hijos, se enfocaron única y plenamente en trabajar y juntar dólares, que de vez en cuando mandaban esa plata, para que mis abuelos lo fueran a buscar al correo.

Mi abuelo y mi abuela pasaron a ser mis padres y mis tíos unos hermanos, unos amigos y unos consejeros.

Jack colmaba todas esas expectativas era buen alumno, un hijo calmado, con la notas eran lo único que tenia problemas, pero el se esmeraba por sorprendernos a último momento, era lo que significaba «esforzarte para conseguir lo que quieres».

A diferencia de cualquier otro par de hermanos, nosotros desde pequeño ya nos llevábamos bien.

De pequeña, una vez me salvó de una caída, en repetidas ocasiones me ayudó y me apoyo en todo.

Yo saque la combinación inversa de él, mi pelo negro desalineado y desarreglado, ojos color negro, pese a eso nos llevábamos bien.

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