Mi Amigo Joe

Mi Amigo Joe

DA Books

31/07/2021

Mi Amigo Joe

Por Einar Emanuel Santana Jiménez

Introducción

La familia Cage vivía en un amplio, amarillento y cálido campo por hace ya muchas generaciones. Matthew Cage, un hombre alto, astuto, con un grueso bigote, cabello chino y gris, ojos pequeños, dientes amarillos y un gusto por las camisas rojas rayadas, era el sustento de la nueva generación de los Cage, el cosechaba con su esposa Jennifer Cage quién era una mujer hermosa y de estatura baja, con ojos grandes, boca pequeña, nariz redonda y cabello negro y ondulado de las puntas, ella siempre vestía un vestido largo de diferentes colores con flores adornando el mismo, y vendía con su esposo sus productos al pueblo, esta relación como muchos matrimonios del pueblo fue arreglado por sus padres hace muchos años, pero a diferencia de los demás Matthew y Jennifer eran una pareja ejemplar, apoyándose, escuchándose, cuidándose, desde siempre habían estado juntos por lo que se conocían bastante bien uno al otro, de este amor nació el primero de dos hijos, Samuel Cage quien era un joven de estatura promedio, con cabello negro y un tanto ondulado, nariz puntiaguda y ojos grandes, el llevaba una vida muy feliz junto con sus padres que nunca lo soltaban ni dejaban, durante su niñez gozo de muchos beneficios, pues era hijo único y de padres jóvenes con buenos ingresos, pero pasaron los años y esta pareja ahora tenía problemas para cosechar, Sam tenía que ayudar ahora, pero con el nacimiento de su hermano, Jimmy Cage, todo se complicó, su madre tenía que cuidar de Jimmy, mientras que Sam ayudaba a su viejo padre a cosechar y vender productos al pueblo, su padre empezó a fumar desde el nacimiento de Jimmy, Jennifer dormía con el niño en brazos, pues de otra forma no podía dormir, y Sam quedaba hasta noche arreglando el granero. Esta es la actual granja Cage.

Capítulo 1 – Amigos

El granero es ahora el lugar favorito de Sam, columnas de madera vieja y de un café oscuro que sostenían el techo agujereado del granero, la paja en el segundo piso que solo cubre la mitad del granero con unas escaleras de madera a la que le faltan escalones y tiene clavos oxidados mirando hacia afuera, eran ahora la fortaleza de la soledad de Sam, que estaba gustoso cada noche de ir al granero a guardar la paja y guardar la cosecha para ser vendida, pues el padre de Sam salió de noche para buscar más clientes en el pueblo, pues no estaban ganando lo suficiente, esta noche Sam habla solo, algo nuevo en sus costumbres nocturnas.

  • Tal vez pueda ocuparme de esto solo, mi padre debe descansar más, ya no puede más con esto.

Sam se dice a sí mismo mientras arregla y ordena las cajas de cosechas.

  • No.

Dice un susurro entre la oscuridad tras las ventanas del granero, Sam no está seguro de si en verdad escucho eso, voltea confundido y un tanto asustado, pero Sam vuelve a sus labores como normalmente, hasta que su madre despierta y lo llama para descansar.

Sam está ahora en su habitación, mirando la luz de la luna de medianoche, no puede dormir, piensa en esa voz, esa temblorosa, ronca y tímida voz, Sam se queda mirando el techo toda la noche, su padre a llegado ya, Sam logra escuchar la camioneta que pasa cerca de su cuarto, y confirmando su llegada, sus faros logran iluminar un poco el cuarto de Sam que logra ver en el techo la sombra de alguien que, pareciera, está a su lado, alguien delgado, encorvado que lleva un sombrero de copa y las manos pegadas al pecho. Sam se asusta y mira la ventana, la sombra seguía ahí, a su lado, parada mientras miraba hacia la puerta frente a Sam. Él siente su mirada, y cuando Sam vuelve a dirigir la mirada hacia «Él» la sombra cruje como un montón de hojas siendo pisoteadas, volteando la cara temblando hacia Sam, y como si se tratara de una secuencia mal hecha de animación, la mano de la sombra se mueve hacia arriba firmemente de un segundo a otro con un gran crujido, lo saluda con la mano y Sam está aterrado, le tiembla la mandíbula, tiene los ojos llorosos, no puede mover las piernas y no tiene voz para gritar, la frustrante y horrible sensación se aumenta cuando la sombra da un lento paso al frente hacia Sam, pero se detiene, recarga su cabeza en su hombro y lo vuelve a saludar crujiendo, Sam ahora un poco más relajado devuelve el saludo y la sombra levanta los hombros empujando su cabeza hacia atrás, como riendo, la sombra crujiendo aún señala la puerta hacia el pasillo, Sam se levanta, abre la puerta y asoma la cabeza hacia el pasillo que tiene cinco puertas, dos de cada lado, una al final y las escaleras que llevan a el primer piso y a su lado las que llevan al ático, Sam vuelve a ver dentro de su cuarto y la sombra ya no está, cuando dirige su mirada a el pasillo nuevamente, ve a la sombra en plena luz siendo aún solo un contorno oscuro parado señalando con el brazo pegado al cuerpo hacia la siguiente puerta del cuarto de Sam, ahí estaba el estudio de la señora Cage, pues ella hacía sus propios vestidos, arreglos, manteles y demás. Sam está confundido y cuando quiere salir de su cuarto la voz temblorosa, ronca y tímida suena otra vez, diciendo:

  • No!

Sam voltea hacia donde estaba la sombra y nuevamente desapareció, Sam vuelve a su cama, a su lado en una barra de madera hay una piedra, con lodo, una planta y una hoja de maíz en la que estaba escrito «No!». Sam al asomarse en la ventana logra observar a «Él» parado entre el trigo mirándolo, encorvado, con las manos pegadas al pecho.

Al Siguiente Día Sam cuenta lo ocurrido a su madre que está muy cansada, ojerosa y despeinada, Jennifer, su madre, con tono de cansancio solo responde:

  • Tranquilo, Samuel fue solo un sueño, no tienes por qué temer.
  • No tengo miedo, madre.

Responde Sam, su madre lo mira, sonríe y cuándo abre la boca para decir algo, escuchan a Jimmy llorar, ella suspira y sube con el pequeño. Sam acompaña a su padre al pueblo con su cosecha, pasan tienda a tienda y su padre solo baja una o dos cajas, Sam está confundido y decide preguntar finalmente a su padre:

  • Que pasa padre?

Matthew lo mira, suspira muy hondo y responde mirando hacia adelante:

  • Alguien más les está vendiendo productos en menos tiempo, algún citadino idiota con sus productos engañosos, No saben lo que es natural!!

Matthew mira hacia el piso y con los ojos rojos mira a Sam, pone su dura y rasposa mano en su hombro y dice:

  • Estaremos bien, hijo.

Cuando Matthew y Sam llegan a casa, Sam se queda en el campo cosechando y guardando todo en el granero, mirando hacia su casa donde por la ventana ve a sus padres hablando, cuando después de un tiempo, Jennifer rompe en llanto, Sam ve hacia el piso muy preocupado y levantando la mirada ve a «Él» entre el maíz, saludando. Sam se acerca y le cuenta lo que pasó, «Él» lo ve fijamente y toca su hombro moviéndose lentamente crujiendo, Sam lo mira y dice:

  • Gracias, amigo. No sé cómo, pero mi padre lo arreglará.

Sam entra a su cuarto buscando una bolsa de semillas que tenía de reserva para su padre, pero cuando voltea a ver la piedra que tenía la planta y la hoja de maíz, está se había transformado en una maceta con una hoja, la maceta envuelta en la hoja de maíz. Sam dijo a su madre:

  • Gracias por mover mi planta a una maceta, madre
  • Hacer qué?

Preguntó su madre:

  • Samuel, no juegues, no tengo tiempo ni de cambiarme, esta es la misma ropa de hace tres días.

Sam confundido va hacia el granero pensando en no molestar más a su madre con eso, pues ya tiene muchos problemas, ya en el granero voltea hacia los lados y comienza a hablar solo:

  • Tu cambiaste la planta que me diste a una maceta?… Gracias, se conservará mejor, buena idea conservar la hoja de maíz.

Sam mira a los lados nuevamente, y mira la ventana, pues hay una sombra con sombrero asomándose entre el maíz, susurrando con la misma terrorífica voz:

  • Si!

Sam lo saluda y sonríe, y mientras guarda y ordena la cosecha como de costumbre, dice:

  • Te llamaré Joe, te gusta?… Amigo?

Capítulo 2 – Viejo Lloyd

La madre de Sam, Jennifer, optó por tener una nueva rutina con este nuevo hijo, ya que no podía tener tiempo para ella de día, al caer la noche dejaba al niño con Matthew bien dormido, y ella bajaba a la cocina para dejar todo listo para el siguiente día, así como tener un rato a solas para hablar y tejer, algo que le gustaba mucho desde que Sam era un bebé. Tiene la costumbre de sentarse en un sillón azul claro en el rincón izquierdo de la sala mirando hacia el otro rincón izquierdo justo frente a ella, da la espalda a las escaleras y cocina, mientras que del lado derecho tiene acceso al comedor y al resto de la sala.

Jennifer tejía un nuevo suéter para su hijo Jimmy, pues venían temporadas de frío, cuando escucho que alguien bajaba las escaleras, se asomó por un costado de su sillón pero no vio a nadie, así que pensó que tal vez alguien había ido al baño, arriba.

Tras unos minutos Jennifer vuelve a escuchar las pisadas en las escaleras, esta vez asustada, voltea a un costado del sillón mirando hacia la cocina, pero esta vez logra mirar una sombra abriendo la puerta del refrigerador, una sombra de ojos pequeños y perfectamente circulares, las que parecían ser patillas sobresalían de su rostro y un gran sombrero. Jennifer se aterro tanto que no pudo gritar para llamar a Matthew, así que se sentó nuevamente en su sillón y se quedó tan quieta como pudo, mientras escuchaba cómo caminaban por toda la cocina tras de ella, paseándose hasta acercarse poco a poco a ella. Jennifer estaba tratando de gritar pero solo pudo tartamudear el nombre de Matthew, quien finalmente bajó, pues empezaba entre cuatro y cinco de la mañana su día.

Matthew miró toda la casa desde el final de las escaleras y sintió algo extraño, cuándo miro al sillón donde se encontraba Jennifer, quién se asomaba pálida y aun tartamudeando, pues estaba aterrada.

Alrededor de hora y media había pasado y Jennifer seguía muy asustada, pero ahora podía hablar, contó a Matthew lo sucedido y se levantó para buscar a Sam para preguntarle si había bajado o escuchado algo, pero fue rápidamente detenido del pantalón por Jennifer quién tenía los ojos humedecidos, y que con voz temblorosa le pidió:

  • Quédate Matt, no me dejes sola.
  • No te preocupes Jenn, aquí estoy.

Le respondió Matthew muy preocupado, pues Jennifer era conocida por no asustarse con nada, claro que después de dos hijos podría decirse que eso cambia, pero Matthew aún con hijos nunca la vio así de asustada.

Sam despierta finalmente y se dirige al baño del mismo piso, donde por el espejo mira por primera vez a Joe, sentado en la bañera. Tiene un costal sonriente en la cabeza, un gran sombrero de paja, un saco café desgarrado y descolorido, un pantalón de mezclilla muy desgastado y espinas sobresaliendo de todos los agujeros, como si de paja se tratara. Es muy delgado.

  • Ha vaya, hasta que te dejas ver… digo verte realmente.

Dice Sam bromeando, ya no tiene miedo de Joe, ahora lo mira con normalidad.

Joe mira fijamente el muro y solo susurra con voz temblorosa y rasposa:

  • Si ja ja.

Sam sonríe y le pide:

  • Oye amigo podrías salir? Estaba por usar el baño, y tú sabes… necesito privacidad.
  • Sí, claro.

Responde Joe, que tira de la cortina de la bañera para cubrirse.

  • No juegues ahora Joe, enserio necesito privacidad.

Dice riendo Sam, mientras tira de la cortina hacia el otro lado, y Joe ya no está.

  • Ho, necesitas enseñarme eso.

Dice Sam.

Al salir del baño, Sam escucha a su padre saludar a alguien así que decide vestirse para bajar rápidamente, al cerrar la puerta de su cuarto, Sam mira su planta y dice:

  • Creo que necesitas agua, cierto?

Sam toma una jarra de su cuarto y al bajar las escaleras hacia la cocina, observa a su padre conversando con alguien, un viejo amigo de su padre, Lloyd O’Connell, un hombre encorvado de cara cuadrada, mandíbulas más grandes de lo común, un peinado al ras del cráneo y ojos grandes y en constante movimiento.

Matthew y Lloyd se conocieron cuando niños en el pueblo, Matthew acompañaba a su padre a vender las cosechas a las diferentes tiendas. Un día Matt, curioso descubrió una tienda pequeña, frente a una de estas tiendas, está tenía muchos objetos brillantes, relojes grandes, de mano, de bolsillo, etc. Al fondo de la tienda había un escritorio con un hombre trabajando, Tomas O’Connell, el padre de Lloyd, quien arreglaba todos los aparatos del pueblo, pues parecía el único que tenía conocimiento de esas cosas, poco a poco en las visitas al pueblo Matthew se hizo amigo del tímido Lloyd, hasta hacerse inseparables, tras la trágica muerte de los padres de Lloyd, él fue llevado a la ciudad con su tío, donde sufrió muchas cosas, a tal grado de que fue internado en un psiquiátrico, del cual hace unos pocos años salió.

  • Tanto tiempo viejo amigo… Samuel! Ven acá, quiero que conozcas a alguien, hijo.

Dice Matthew al ver asomar la cara de Sam por las escaleras, a paso lento y tímido Sam va hacia la mesa a un lado de su padre, viendo fijamente el plato de Lloyd, qué con el tenedor hace papilla toda su comida mientras le sonríe, «no parece tener problemas en los dientes» piensa Sam.

  • Él es Lloyd, es un viejo amigo de tu padre, él es mi hijo Samuel.

Su padre los presenta.

  • Hola señor, buenos días

Responde Sam.

Lloyd solo sonríe, levanta la mano saludando y mastica, aunque no tiene nada en la boca. Sam pide permiso a su padre para retirarse a cosechar, lo que concede Matthew.

Sam corta, raspa, planta y riega toda la cosecha, dejando lo que está listo en una carreta, «ha oscurecido muy pronto» piensa Sam. Mientras lleva las cosas de la carreta ve a lo lejos, detrás del granero a Joe saludando encorvado, Sam sonríe y se apresura al granero pues ha empezado a llover repentinamente.

  • Un amigo de mi padre llegó de visita, se llama Lucas o algo así.

Comenta Sam.

  • Lloyd!

Susurra con un tono más ronco de lo normal, alargando la «O» por al menos dos segundos. Sam se confunde, y pregunta:

  • Lo conoces? Tal vez nos escuchaste en la cocina, no?

Todo se queda en silencio mientras Sam espera una respuesta, pero interrumpiendo el silencio, escucha que su padre lo llama, y corre despidiéndose de Joe.

Capítulo 3 – El Granero

Matthew ha reunido a la familia en la sala para decirles que Lloyd, se quedará un tiempo a ayudarles con la cosecha, pues tiene nuevos productos para el campo, que no afectan su calidad, Jennifer se extraña, y con los ojos señala la cocina a su esposo. Matthew ofrece el asiento a Lloyd y deja su cigarro en un cenicero viejo del abuelo Cage, y tras despedirse un segundo, se retira con Jennifer hacia la cocina.

  • Se quedará? Pero apenas podemos alimentar a los niños Matt, porque después de tantos años vino a buscarte?

Pregunta Jennifer susurrando un tanto preocupada y exaltada. A lo que Matthew responde:

  • Acelerará la producción Jenn, trajo muchos productos de la ciudad que podrían ayudarnos.

Jennifer mira a Matt con ojos muy preocupados:

  • Matt, tu no haces eso, nuestra cosecha es cien por ciento natural.
  • No puedo tener a mi familia sin comer Jennifer, ya no, a veces hay que abandonar lo que piensas por lo que necesitas.

Dice Matt con ojos tristes, Jennifer abraza a su esposo y él a ella, Matthew abre los ojos más y pregunta:

  • A qué te refieres con que porque hasta ahora me busca? Crees que trama algo?
  • No lo sé, no parece muy normal Matt, ha estado en un psiquiátrico, me preocupa lo que le enseñará a los niños.

Matthew ve el suelo decepcionado y le toma el hombro a su esposa, y dice:

  • Todo estará bien Jenn, cuidare bien a los niños y vigilare de cerca a Lloyd, lo prometo.

Mientras tanto en la sala, Sam cuida a Jimmy, que está en su cuna durmiendo, Sam mece la cuna de su hermano menor, cuando siente una mirada muy extraña y penetrante, mira hacia todas las ventanas buscando a Joe, pero al voltear, la mirada viene de Lloyd quién lo mira fijamente, sonriendo, mostrando lo amarillo de sus dientes, saludando con la mano, y con voz temblorosa diciendo:

  • Hola, Samuel.

Sam se asusta y cuando estaba por hablarles a sus padres, estos salen de la cocina diciendo que Lloyd dormirá en el antiguo estudio de la señora Cage, si el mismo que señaló Joe.

Matthew y Lloyd suben a desocupar el estudio donde había un sofá cama muy viejo.

  • Unas cuantas sábanas y las ratas de dentro se quedarán sin aire.

Bromea Matthew.

Sam está fuera de la puerta mirando a Lloyd, su padre cierra la puerta, Sam observa que Lloyd le sonríe despidiéndose mientras la puerta se cierra lentamente. Sam se queda parado por un momento ahí, sorprendido y tras tragar saliva, da la vuelta hacia su cuarto, cuando su madre lo llama. Sam entra al cuarto de sus padres donde se encuentra Jennifer, se sienta junto a ella que amamanta a Jimmy, y Jennifer dice:

  • Sé que parece muy extraño Lloyd, no te mentiré Samuel, es aterrador, pero tu padre lo tendrá vigilado, y tú, hijo, puedes decirnos si ves algo extraño en él, si?
  • Claro madre.

Responde Sam.

Al siguiente día, Matthew despierta temprano a Lloyd y Sam para salir al campo, pero Lloyd se encontraba ya despierto, sentado al pie de la cama mirando dentro de su maletín, pensando en si había empacado todo.

  • Ha ya estabas despierto? Disculpa, te espero abajo para empezar la cosecha, iniciamos temprano aquí.

Dice Matthew muy animado.

  • Sí, no lo he olvidado.

Lloyd responde susurrando, mientras saca un cilindro de plástico de su maletín, para dirigirse al campo.

Matthew despierta a Sam y al cerrar la puerta, Joe estaba en el rincón que la puerta tapaba al abrirse, Sam saluda a Joe y se sienta sobre su cama, poniéndose sus zapatos.

  • Lloyd!

Dice Joe de una manera más agresiva.

  • Si lo sé, tampoco me agrada, pero mi padre cree que es buena idea usar lo que trajo, y yo confío en su decisión.

Dice Sam un poco disgustado, Joe inclina la cabeza y pregunta:

  • Porque?
  • Porque él es mi padre, y siempre ha visto por nuestra salud por encima de la de él, y sé que al decidir esto pensó en ello.

Responde Sam más alegré.

Lloyd y Sam bajan al campo, mientras Matthew empaqueta todo en el granero junto a la casa.

Lloyd abre el cilindro y siembra una de las extrañas semillas que tenía dentro, Sam lo mira confundido, pues en tantos años nunca había visto una semilla similar.

  • Semilla citadina.

Dice Lloyd bromeando, seguido de una risa escalofriante, Sam sonríe confundido y sigue con su trabajo.

Tras un tiempo, Lloyd entra al granero a dejar la última cosecha con el viejo método Cage, que había recogido con Sam. Matthew mira con nostalgia esa caja, y dice a Lloyd:

  • Aún recuerdo la primera vez que sembré con mi padre.

Lloyd se queda totalmente quieto de espaldas a Matthew, que le cuenta aquella primera vez:

  • Tenía 12 años, baje a la cocina para desayunar y al terminar, mi padre me dijo «acaba rápido, te veo en el campo», mi madre me miró tímida. Salí y ahí estaba mi padre, con su carreta llena de herramientas esperándome, apenas era medio día y no me quedaban fuerzas, incluso ya había pasado ese punto en el que no te quedan fuerzas pero aun así sigues.

Dice Matthew riendo con nostalgia, acaba con un suspiro y da la vuelta para seguir ordenando todo, Lloyd voltea con las mandíbulas apretadas y las manos hechas puño, tras dejar un gran suspiro silencioso se acerca y le ofrece a Matthew un puro que llevaba en el bolsillo de su delantal de mezclilla, Matthew agradece a Lloyd, quien sale del granero y escucha una siniestra voz, que le parece familiar, fuera del granero, diciendo:

  • Si!

Lloyd camina unos cuantos pasos y se detiene un momento justo en la entrada del granero y mira hacia ambos lados muy sorprendido, como si hubiera escuchado a alguien que creía muerto.

Sam deja un momento el campo para entrar a su cuarto por las mismas semillas de la vez pasada, pero la curiosidad logra hacer que Sam entre al estudio donde duerme Lloyd, donde hay un escritorio al fondo, a un lado de un gran librero, a su lado opuesto, el sofá cama, Sam nota que Lloyd tiene un maletín entre la pared y el sofá, cuándo abre el viejo, café y rasgado maletín encuentra muchos productos citadinos muy extraños para Sam, nada sospechoso, una botella con un líquido amarillento, una gran soga común, una caja muy pequeña que parecía tener fósforos y más de esos cilindros con etiquetas de diferentes colores, todo ordenado perfectamente.

  • Todo parece normal.

Sam se dice a sí mismo, mientras escucha la voz ronca de su amigo aún más clara, ya no susurrando, si no gritando:

  • No!!!

Sam confundido sale al campo con las semillas, y no ve a Lloyd por ninguna parte, pero ya ha preparado el campo, así que Sam empieza a sembrar.

Matthew en el granero empaqueta y fuma feliz de volver a ver a su amigo quién ayudará a producir más para alimentar a su familia, cuando Matthew escucha por primera vez, la ronca voz diciendo:

  • Si!

Matthew lo escucha claramente y voltea aterrado, cuando se da cuenta que ha tirado el puro al voltear, no sabe dónde pero debe encontrarlo antes de que se expanda el fuego en la paja, entonces nota una llama creciendo justo frente a él, debajo de todo su producto, Matthew desesperado toma una cubeta y con la llave del fondo del granero, la llena de agua, la llama se expande muy rápido por la paja, es cuando Matthew se da cuenta de que no tiene caso llenar la cubeta, trata de correr hacia afuera, pero las llamas han cubierto la entrada, el humo le asfixia y trata de gritar a quien fuera, Lloyd se encontraba cerca del granero, logra mirar a Matthew tratando salir con muy pocas fuerzas por una ventana alta del granero, es entonces cuando Lloyd empuja a Matthew dentro nuevamente y tira cada palo que sostenía las cubiertas de las ventanas. Antes de tirar la última, se miran uno al otro.

  • Tu hijo vivirá lo que yo.

Dice Lloyd dejando caer el último palo de madera, mientras Matthew solo puede gritar, cuando después de unos de los pocos segundos que le quedan, acepta su muerte:

  • Samuel!!!! Jennifer!!!… Jimmy

Sam cosecha de espaldas al granero muy lejos, pero aun así logra oler el humo, al voltear ve el granero envuelto en llamas, Sam corre despavorido hacia el granero, cuando Lloyd le detiene y fingiendo tristeza le dice:

  • Ya no Samuel, si alguna entra morirá, el agua no funcionará, solo podemos esperar… hijo.

Jennifer llega a donde Lloyd y Sam, Lloyd abraza a Jennifer que está inconsolable, todos llorando esperan a que se disipe el fuego, mientras Lloyd ve fijamente al campo, cómo buscando a alguien.

  • Trae una cubeta de la cocina, Samuel.

Dice Jennifer con una voz temblorosa.

Sam mira hacia el piso llorando, mueve la cabeza y va hacia la cocina por una cubeta, cuando sale con esta, Jennifer vuelve a casa con Jimmy, Sam confundido le pregunta:

  • Que hago ahora madre? madre?
  • Tira agua al contorno Samuel, tengo que alimentar a tu hermano y no queremos que todo se expanda.

Su madre responde susurrando con una pequeña sonrisa fingida al final. Sam sale con la cubeta, mientras mira el granero arder, hasta que se disipe. Lloyd toma bruscamente del hombro a Sam que cuando voltea se asusta, pues Lloyd lo ve fijamente con una mirada penetrante, Lloyd pregunta:

  • Lo conoces, verdad?
  • Que?

Responde Sam muy confundido, asustado y triste, pero Lloyd aprieta más fuerte el hombro de Sam y le mira con más intensidad, preguntando insistentemente apretando los dientes:

  • Sabes bien de quién hablo chico, conoces al espantapájaros!
  • Que? Tú también lo…

Sam es interrumpido por la repentina salida de Lloyd, quién va rápidamente hacia la casa, Sam ahora está más confundido que nunca, y mirando al granero, entre las llamas, ve dos sombras que se abrazan y se disipan en el humo del cielo.

  • Ha, mamá tenía razón, Dios lleva a la gente buena al cielo.

Dice Sam, un poco más consolado, pues cree con fe que la vida de su padre será recompensada.

Jennifer que está en casa amamantando a Jimmy, rompe en llanto por su difunto esposo, que conoció desde siempre, recordando cómo jugaban cuando niños, todas sus aventuras cuando novios y su primer hijo. Cuando es interrumpida por Lloyd que la llama desde el segundo piso, Jennifer seca sus lágrimas rápidamente y suspira diciendo:

  • Qué quiere ese loco.

Deja a Jimmy en su cuna de madera en el primer piso, y al subir entra al estudio, donde encuentra a Lloyd llorando al pie de la cama, diciendo:

  • DIOS… no me dio lo que le dio a Matthew, me quito todo y después dejó que esa COSA!!… Crecimos de la misma forma, en el mismo lugar, con los mismos principios, porque él pudo ser feliz???… Porque a Matthew no lo encontró!!

Tras un incómodo y aterrador silencio, Lloyd termina diciendo:

  • Tendré que matarte y quedarme con tus hijos, Jenn. Solo así me dejará en paz, solo así no lo escucharé.

Jennifer toma unas tijeras que había en el escritorio anticipándose a Lloyd, pero el se lanza encima de ella antes de que siquiera pueda acomodarlas en su mano, aun así logra clavarlas en la pierna derecha de Lloyd, quien se enfada y grita con los dientes apretados:

  • PORQUE NO ENTIENDES JENN!!! Ya no lo quiero tras de mi!!! Sam lo entenderá.

Este grito despierta a Jimmy quien comienza a llorar, lo que distrae a Jennifer que lucha desesperada por conservar a la poca familia que le queda, pero la distracción de Jennifer permite a Lloyd golpear muy fuerte su cabeza logrando aturdirla, pero Jennifer logra alejar a Lloyd con las tijeras y mareada por el gran golpe, trata de levantarse e ir por Jimmy, pero Lloyd vuelve a golpear a Jennifer lo suficientemente fuerte para tirarla en el sillón y dejarla inconsciente, Lloyd tomo las tijeras del piso y apuñala repetidamente el torso de Jennifer quien tenía los ojos abiertos aún, los cuales se humedecían cada vez más con cada apuñalada.

Lloyd está apuñalando a Jennifer mientras grita desesperado:

  • LO HE HECHO!!! DÉJAME EN PAZ!!!! ALEJATE AHORA!!!!

Lloyd se aleja jadeando, con los ojos muy abiertos, cada vez más pálido y con la iris cada vez más negra y pequeña, tras un pequeño descanso empieza a sacar todo de su viejo maletín, y mete un nudo de la soga en el bote de gasolina, y desde la botella empieza a hacer un camino hacia cada cuarto del segundo piso con la soga, Lloyd baja y encendiendo la soga que terminaba en las escaleras, quema todo el segundo piso.

  • Lloyd!!

Grita Joe a Sam, que voltea la mirada y ve que el segundo piso de la casa está incendiada, Sam corre hacia la puerta donde ve a Lloyd con Jimmy en brazos, quién tiene una cara más extraña de lo usual, parece más pálido, sus ojos son más grandes, sus pupilas son demasiado pequeñas, su nariz es tan blanca que apenas se nota, Sam está muy asustado, Lloyd dice sonriendo mientras llora:

  • Ven Samuel, tus padres no regresarán, yo cuidare de ustedes, Samuel O’Connell y el pequeño Jimmy O’Connell.

Seguida de una risa y un llanto espeluznante. Sam llorando corre hacia las milpas del campo, mientras sombras corren a sus lados entre las milpas, cada vez cerrando más el paso hacia él, el sonido de las pisadas corriendo hacia él lo aturdían, hasta que de un momento a otro ya no escuchó absolutamente nada, pasó varios minutos en silencio, cuando a lo lejos escuchó patrullas y bomberos que se acercaban a su granja.

Sam se queda sentado en medio de las milpas por mucho tiempo, rodeado del sonido del viento, cuando finalmente escuchó disparos y balas viniendo de su granja, recordando finalmente a su pequeño hermano, Jimmy. Llorando Sam se da cuenta que frente a él, se encuentra un espantapájaros muy alto, muy delgado, con paja asomándose por todo su cuerpo, con una camisa roja a rayas y unos jeans viejos y rotos con parches, y en su cara, un saco con una cara sonriente solo un poco despintada. Sam se acerca a los pies del espantapájaros, cuando de pronto este se levanta del palo que lo aprisionaba en el suelo, tomó a Sam del hombro y afinando la garganta antes, se escucha su voz mucho menos ronca diciendo:

  • Yo soy Joe!!

Sam levanta la cara y tras un tiempo mirando el espantapájaros de cara feliz, lo abraza y dice:

  • Seremos solo tú y yo Joe, desde ahora, para siempre.

Capítulo 4 – Solos

Sam ahora es un joven de 18 años, y tras varias noches caminando, llegó a la ciudad donde robaba para comer. Al anochecer, Joe cargaba en hombros a Sam y lo acostaba en su sombrero que era más grande y rígido de lo que parece ser cuando día, Joe dormía de pie toda la noche en el campo más cercano a la ciudad, donde simulaba ser uno de todos los árboles que se encontraban ahí.

Joe optó por vestir una manta vieja que encontraron en un basurero. Cuando Sam robaba comida, Joe lo abrazaba con la manta que lo cubría totalmente, y debido a que Joe es muy delgado, parecía un vagabundo común.

En el pueblo se empezó a rumorar que una figura pálida y estirada asustaba a los indigentes de esta zona, algunos hasta llegaban a morir, Joe se mantenía al tanto de estas noticias sin avisar a Sam, pues quería que conservará su inocencia que le caracterizaba. Joe podía mirar la televisión de un departamento que se encontraba en el callejón donde dormían, ahí era donde escuchaba las noticias y dónde Sam podía entretenerse unos cuantos minutos.

Un día, Joe y Sam salieron a robar comida como de costumbre, pero Joe esta vez se distrajo un poco, un pájaro azul que nunca antes había visto, se sentó junto a él a comer una migaja de pan, Joe inclinando la cabeza, acarició suavemente con su dedo al ave, cuando un hombre descubrió a Sam robando comida de su tienda, y rápidamente lo tomó del brazo, Joe enfadado trato de levantarse rápidamente, pero se resbaló y cayó sobre el ave, a quien pena. Víctor Donald Shaft, un hombre viejo de cara cuadrada de bigote y barba cerrada y canosa, arrugas muy marcadas, estatura baja y unos brazos grandes, es quién tiene a Sam del brazo, él es el dueño de «Shaft Food» que distribuía comida a la ciudad directamente del campo, Donald noto que las frutas que robaba Sam eran las mejores que tenía, por lo que pensó que él tenía experiencia en el campo.

Donald preguntó a Sam:

  • Escapaste de casa?

Sam preocupado de las consecuencias, niega con la cabeza, Donald suelta el brazo de Sam y nuevamente pregunta:

  • Escogiste muy bien, te gustaría ganar dinero ayudándome en la tienda?
  • Que? Sí, claro.

Responde Sam muy sorprendido, Donald preguntó de dónde venía, por lo que Sam invento una historia, y le contó a Donald que escapó de una casa adoptiva para buscar a sus padres, por lo que el Sr. Shaft decidió contratarlo para trabajar ahí y comer, pues él ya era viejo y necesitaba ayuda.

La tienda estaba en una esquina de una calle poco transitada, era color beige y tenía dos pisos arriba de ella, dónde estaba la bodega y el cuarto del Sr. Shaft, El último piso tenía un cuarto abandonado donde ahora viviría Sam… y Joe.

Donald recibió a Sam en la tienda y le dio ropa más a su medida, habló con Sam sobre las actividades que él llevaría a cabo en la tienda y al pasar la noche, se convirtió en un empleado.

El Sr. Shaft tenía que ir al campo a recoger el producto que necesitaba antes de abrir la tienda, por lo que dejó a Sam acomodando el producto nuevo, en la bodega del segundo piso, en dicha bodega hay un mueble viejo y color chocolate a un lado de la puerta, está lleno de cajas de madera de productos empaquetados, al frente hay cajas regadas con productos revueltos entre las mismas, estás llenaban el cuarto así que Sam empezó a dividir cada producto en su caja correspondiente, el Sr. Shaft salió de la bodega, palpó su delantal azul para encontrar las llaves de la camioneta, pero no estaban ahí, así que el Sr. Shaft entró nuevamente a la bodega para preguntar a Sam sobre estas, pero al entrar miro sorprendido que cada caja estaba ordenada con sus productos en tan solo unos cuantos segundos, apiladas correctamente en su lugar dentro de la bodega. El Sr. Shaft observó asombrado alrededor y miro a Sam, quién preguntó preocupado:

  • Están mal apiladas, Sr. Shaft?

Donald sonríe y decide llevar a Sam con él, en el camino el Sr. Shaft comenta a Sam:

  • Este campo perteneció a mi padre Lucas Shaft, y a mi abuelo Víctor Shaft antes de él, ha pertenecido a mi familia por cuatro generaciones. Fue idea de mi padre la tienda, por desgracia nunca pudo verla, lo atropellaron camino al campo. Fue un buen hombre.

Al ver que Sam se entristeció el Sr. Shaft decidió cambiar de tema, y preguntó:

  • Tu nombre es Sam de Samuel, cierto?
  • Así es Sr. Shaft, era el nombre de mi abuelo, Joe Samuel Cage.

Responde Sam, a lo que el Sr. Shaft responde preguntando:

  • Cage? He escuchado alguna vez ese nombre, Cómo sabes el nombre de tu abuelo? Sé que no me incumbe, pero tú eres un joven muy curioso Sam, en el buen sentido.
  • Gracias Sr. Shaft, lo mencionaron en el orfanato alguna vez.

Dice Sam tras un momento pensando en que historia inventar. El Sr. Shaft lo miro y le contó:

  • Mi hermano Lucas Shaft Jr. Me detesta, él fue el mayor pero mi padre me eligió a mí para cuidar el campo, Lucas es un hombre de negocios, muy exitoso. Yo soy un hombre… que prefiere el campo, pero aún que él es más exitoso, no logra perdonar a mi padre. Si tan solo supiera que la tienda está a su nombre en caso de que fallezca.
  • Y porque no se lo dice?
  • Bromeas? Con el rencor que me tiene es capaz de matarme para quedarse con la tienda.

Bromea Donald, y termina diciendo a Sam:

  • El rencor cegara tu vida Sam, Lucas tiene todo para vivir feliz y hasta un poco más, y yo tengo solo lo suficiente, pero soy más feliz, porque anhela algo que no le corresponde.
  • Pero es su hermano, porque no le correspondería?
  • Porque alguien, o algo, más sabio que nosotros le dio la inteligencia para ser algo más que un chico de granja como yo. Todos estamos en este mundo para ser alguien, a muchos les pesará, pero no puedes negar quién eres.

Sam sonríe a Donald y mira al frente del camino, cuando se escucha un quejido en la parte trasera de la camioneta, Donald le da poca importancia, sin saber, que para Joe esas palabras fueron importantes.

El Sr. Shaft llegó al campo y bajo de la camioneta para buscar el producto, que estaba al final del camino donde no cabía la camioneta, dejando a Sam en esta.

La granja Shaft es muy grande y tiene dos graneros enormes a los costados y justo en medio del campo, un camino estrecho de tierra que lleva a una vieja y modesta casa azul y negro, donde se criaron los Shaft por cuatro generaciones.

Desde la parte de atrás de la camioneta Joe se levanta, pues estaba acostado, se estira crujiendo y bromea con Sam, diciendo:

  • Me cayó bien el anciano.
  • Tal vez deba decirle la verdad, Joe.

Dice Sam, a lo que Joe responde:

  • No puedes hacerlo Sam, cuando crees que viva?

Bromea Joe, pero a Sam no le parece dar risa, está pensativo:

  • Tal vez él te pregunte después, fue solo una mentira pequeña, no tiene importancia ahora, mientras tanto sigue con la farsa.
  • Tienes razón Joe, siempre la tienes.

Responde Sam.

Tras unos minutos, el Sr. Shaft llega con algunas cajas y otras personas que llevan carretas con el nuevo producto, Sam sale de la camioneta para ayudar a subir las cajas al Sr. Shaft y nota que debajo hay una caja entera de cosechas viejas, Sam la muestra al Sr. Shaft, que de inmediato reclama a los proveedores.

Momentos después, camino a casa, Donald agradece a Sam:

  • Me has salvado toda una semana de ventas amigo mío, gracias.
  • Mi padre tenía una granja, vendía el mejor producto de todo el pueblo… O eso me dicen.

Responde Sam, pensando si Donald, lo había notado. El Sr. Shaft sabe que Sam oculta algo, pero decide no preguntar esta vez. Cuándo llegan a la ciudad el Sr. Shaft, abre la tienda y encomienda a Sam al cuidado de la mercancía, como se venden mejor y su orden.

Al anochecer el Sr. Shaft lleva a Sam a su nuevo cuarto y le da sábanas y cobijas, pues aún no tiene una cama, el Sr. Shaft estuvo parado un momento mientras miraba como Sam acomodaba dos camas, cuando finalmente fue a dormir.

  • Buenas noches Sam, descansa.
  • Gracias Sr. Shaft, igualmente.

Responde Sam, cuando Donald sale del cuarto, un cajón de la esquina del mismo se abre y Joe sale de él contorsionándose, crujiendo y girando sus extremidades, mira hacia la nada un momento y voltea hacia Sam diciendo:

  • Hora de dormir, Sam. Buenas noches.
  • Buenas noches Joe… sabes no tengo sueño, podemos hablar un momento antes de dormir, amigo?

Pregunta Sam mientras mira el techo y traga saliva, Joe se sienta sobre su cama, pone sus rodillas en su barbilla, apenas se encorva, y suelta sus brazos a los lados y dice:

  • De qué quieres hablar?

El Sr. Shaft escucha a Sam hablando solo desde su cuarto:

  • El Señor Shaft es muy amable con nosotros, tengo un buen empleo Joe, no quiero irme de aquí, pero no sé si deba hacerlo, no quiero ser una carga para él.

El Sr. Shaft sonríe, pues Sam le recuerda a cuando él era joven, Donald toma sus pastillas para dormir, y Joe se queda en silencio mirando la nada, Sam se confunde y cuando finalmente el Sr. Shaft duerme, Joe responde:

  • Parece un buen lugar para ganar dinero y tenemos dónde dormir, quedémonos Sam.
  • Bien amigo, supongo que hay que dormir ya.

Responde Sam.

Al siguiente día, el Sr. Shaft despierta temprano y decide revisar a Sam, asoma la cabeza en el cuarto y ve a alguien en la cama, Donald se sonríe y se dice:

  • Es un buen chico, Víctor.

Cuando el Sr. Shaft voltea hacia las escaleras ve a Sam saliendo del baño, quién lo saluda:

  • Buenos días Sr. Shaft, no sabía a qué hora empezaba a laborar así que me levanté muy temprano.
  • Sam??? Pero si tú estás…

Donald asustado vuelve a asomar la mirada en el cuarto de Sam, ya no hay nadie en la cama, «debí haber visto mal» piensa Donald.

Capítulo 5 – Un Shaft

Pasan los años, ahora Sam es casi un adulto de buena estatura, ojeroso, apuesto pero encorvado, y de peinado alborotado. El Sr. Shaft apenas puede caminar y Sam cuida ahora de él, que nunca se mueve de su cuarto.

La rutina de Sam consiste en levantarse, ir por la cosecha, darle las pastillas al Sr. Shaft, abrir la tienda y cerrarla hasta noche, nuevamente el Sr. Shaft toma sus pastillas y Sam va a dormir, no sin antes platicar con Joe.

Al amanecer Donald es despertado por Sam, quién lleva sus pastillas y un vaso, Donald con una sonrisa y mucho esfuerzo dice a Sam:

  • Eres un buen muchacho, Sam… Lo supe cuando te vi.

Sam le sonríe y le da sus pastillas, Donald las toma y le da el vaso vacío que Sam lleva abajo, al salir Donald nota que Sam espera afuera con la puerta abierta, es cuando una sombra larga y gigante sale del cuarto, Sam cierra la puerta y Donald se queda solo y un tanto inquieto, pues no es la primera vez que ve la misma sombra en estos años.

Sam y Joe van por la mercancía mientras conversan:

  • El Señor S aún se asusta al verme.

Comenta Joe, a lo que Sam responde:

  • Eres muy delgado y alto, eres demasiado imponente para alguien de su edad y estatura Joe.
  • Sí, supongo que si.

Responde Joe que apenas cabe en la camioneta.

Cuando llegan del campo, ambos ordenan todo en la tienda, Joe acomoda todas las repisas pero en cuanto entra una clienta, Joe deja la manzana que tenía en mano en la repisa y se queda totalmente quieto, ambos dicen a la clienta:

  • Buenos días.
  • Buenos días, la tienda es vieja, oigo ecos por doquier.

Dice la señora riendo, Sam confundido mira a la señora y responde:

  • Lleva un buen tiempo, así es.

Cuando quiere tomar las manzanas, Sam pide que tenga cuidado porque las están acomodando, la señora se confunde, no vea nadie, así que piensa que es una broma.

  • Claro Sam, gracias.

La señora pasa al mostrador, paga las manzanas que tomó y se marcha, Sam comenta a Joe:

  • No seas tímido Joe, no tienes porqué quedarte quieto cuando alguien llegue.
  • A la gente que me ve no suele agradarle mi aspecto Sam, prefiero esconderme.

Responde Joe, a lo que Sam agrega:

  • Vamos Joe, siempre habrá gente estúpida, cómo podemos conocer a gente nueva si no hablamos con nadie, amigo.
  • No creo que sea necesario conocer más gente Sam, que hay de malo en ser solo nosotros?
  • Tienes razón, no lo hay.

Al anochecer Sam lleva las pastillas de Donald, para poder dormir, Sam lleva el vaso vacío abajo, y al regresar se despide del Sr. Shaft, y cuando pasa por la puerta hacia el otro lado del pasillo, Donald ve otra sombra larga, delgada, encorvada, temblorosa y aterradora pasando detrás de la de Sam susurrando:

  • Buenas noches, Señor S.

Donald queda aterrado durante la noche, pero gracias a las pastillas puede dormir después de unos minutos.

Al siguiente día Sam se levanta y no encuentra a Joe en el cuarto, no le da importancia y arregla su cuarto, va a cuidar al Sr. Shaft Donde al entrar ve a Joe tocando el pie de la cama agachando la mirada, Sam preocupado pregunta:

  • Joe? Que pasa?
  • El Señor S, ha muerto Sam, murió.

Responde Joe, Sam toca su espalda sorprendido y dice:

  • Tranquilo amigo, llamaré a los médicos y arreglaré sus maletas Joe.

Joe mira a él viejo Sr. Shaft muerto en su cama, Sam sale de la habitación para arreglar sus maletas y arreglar todo mientras Joe se queda al pie de la cama y esconde las pastillas de Donald en su bolsillo, y se dice susurrando:

  • No hay razón suficiente para robar, pero sí para cuidar a un amigo.

Sam llama a los médicos que acuden a los abogados del Sr. Víctor Donald Shaft. Arreglan una cita en la tienda con Sam y Lucas, que es sobrino de Donald, que es un reconocido abogado.

Días después, Lucas Shaft III Y Sam se reúnen para leer su testamento, donde dejaba la granja de su padre a su hermano Lucas Shaft Jr. Que al morir, pasa a ser de su primogénito que es Lucas Shaft III Quien está muy agradecido, llevándolo a las lágrimas, Y la tienda a su más fiel y noble empleado Samuel Cage.

  • Bien, supongo que seremos socios, Samuel.

Comenta Lucas, a lo que Sam responde:

  • Llámame Sam, yo crecí en una granja, si necesitas algo puedes contactarme, amigo.
  • Tú necesitarás consejos sobre el avance de tu tienda, si quieres puedes llamarme también Sam.

Tras una plática y el papeleo necesario para pasar la estafeta, se despiden. Lucas tiene el suficiente dinero para mantenerse con normalidad y atender la granja de vez en cuando, pero Sam se siente un poco inseguro de tomar las riendas de la tienda de otra familia.

Al anochecer Sam toma el libro de inversiones para estudiarlo, cuando siente que Joe lo observa, y empiezan una conversación un tanto brusca:

  • Joe? Que pasa amigo? Porque no bajaste a la reunión, El Señor S nos dejó la tienda.
  • Te la dejo a ti.
  • Tranquilo Joe, sabe que siempre estamos juntos, somos ambos o ninguno, mmm…
  • Que? Las cuentas? Puedes llamar a tu otro amigo, no?
  • Estás bien, amigo?
  • Seríamos amigos por siempre Sam, solo tú y yo, lo dijiste en el campo.
  • Vamos Joe, solo lo dije para ser amigable, ni siquiera lo conozco. Tranquilo

Suena el celular de Sam

  • Supongo que es el, es solo trabajo Joe, somos socios, no amigos.

Que pasa Lucas?… Es sencillo, dime las herramientas que tienes…

Sam sale del cuarto, Joe lo sigue con la mirada hasta que no puede verlo más, es entonces cuando la paja que recorre su cuerpo se eriza como si de un gato se tratará, y mira la ventana hacia la calle donde llueve a cántaros.

Sam regresa después de media hora y regresa a las cuentas sin percatarse que Joe no está. Joe camina hacia la granja entre la lluvia, enojado, pues se siente traicionado. Joe nunca antes había tenido a un amigo, no como Sam, y a nadie cuido como a él, para Joe, Sam lo es todo, pero para él, es sólo su mejor amigo.

Capítulo 6 – Tu y Yo

Lucas es un joven exitoso, peinado corto, cara rectangular, de ojos azules y nariz pequeña y cuadrada. Lucas decidió quedarse en la casa de la granja mientras conoce todo sobre ella.

Es noche y Lucas se prepara para dormir, baja al primer piso por un vaso de agua, cuando alza la mirada y entre la milpa logra observar una sombra alta, delgada, con picos y un sombrero de granjero, Lucas deja el vaso sobre el fregadero y sale a ver, cuando se da cuenta que la sombra es el empleado que cuidaba la granja y que vivía en otra pequeña cada dentro de la granja, Lucas lo saluda.

  • Buenas noches, me quedaré aquí algunos días, soy Lucas Shaft, el nuevo dueño, tranquilo, soy buena persona.

Dice bromeando Lucas, que se confunde pues el empleado se queda inmóvil sin decir nada.

Lucas se acercó y observó al empleado asesinado brutalmente, atravesado con muchos trinchos y colgado de un palo que le sale de la boca como espantapájaros, Lucas se aterra y baja el cadáver ignorando las cortadas de sus manos, mete el cuerpo a casa para que nadie lo vea, Lucas está nervioso pero sabe que eso cegara su razón así que se trata de calmar, arroja el cadáver al sótano abandonado, limpia con una esponja el rastro y vuelve a la cocina donde su agua tiene una roca con una planta envuelta en una hoja de maíz que dice «Si!», Lucas se asusta mucho pero insiste en calmarse, no sabe cómo explicar el homicidio por lo que no llama a la policía, así que llama a Sam.

  • Sam, en el tiempo que estuviste aquí pasaron cosas extrañas???
  • Que? No, porque? Estás bien Lucas?
  • Algo está pasando Sam.
  • Tranquilo Lucas, manejar una granja no es fácil, el estrés puede cegar la razón, ya ves cosas que no, tranquilo, ve a dormir.
  • Si, si supongo que sí, gracias Sam, buenas noches.

Antes de que pueda contestar, Lucas cuelga el teléfono y va a cepillarse los dientes, el espejo del baño es una puerta que Lucas abre para sacar su pasta dental, al cerrarla Lucas ve su cuarto totalmente oscuro, justo cuando agacha la mirada un rayo cae y le deja ver de reojo en el espejo una sombra delgada parada a dos metros de él, Lucas regresa la mirada y trata de prender la luz del cuarto, pero su mano temblorosa termina apagando la del baño dónde se encuentra, Lucas se arroja frente el apagador y prende ambas luces para ver que no hay nada:

  • Ha Lucas, mírate, Sam tiene razón, estás enloqueciendo, exactamente lo que le pasó a él abuelo antes de morir, calma.

Lucas termina de cepillarse y al no poder dormir opta por unas pastillas que tenía Donald en el baño para su empleado encargado de la granja quién también vivía ahí.

Al siguiente día Sam despierta sobre el escritorio con todos los papeles, toma las llaves de la camioneta del cajón y se dirige a la puerta, cuando ve que Joe está acomodando todo en la tienda:

  • Tú fuiste por la cosecha?

Pregunta Sam. A lo que Joe responde iniciando una conversación:

  • Sí, no podía dormir así que en la madrugada decidí recoger la cosecha.
  • Genial Joe, te ayudaron a subirlo?

Joe le da la espalda a Sam y responde:

  • No había nadie cuando llegué, tuve que subir todo solo.
  • Bueno amigo, me has quitado un gran peso de encima, te gustaría que se hiciera una costumbre, Joe?

Joe que estaba agachado para recoger la fruta se levanta y mira hacia la nada, responde:

  • Si, sería conveniente no es cierto.
  • Gracias Joe, subiré estas cajas a la bodega.

Más tarde un cliente muy viejo llega a la tienda silenciosa, solo toma sus cosas y va a la barra para cobrar, Sam le sonríe diciendo:

  • Buen día señor, son veinticinco con treinta.

En ese momento el viejo mira hacia las escaleras detrás de la barra y ve una larga, delgada y torcida sombra cargando cajas, una caja se asoma del escalón, Sam nota que el viejo está asustado, Joe recoge la última caja que se asomaba por las escaleras y el viejo puede ver esas negras y retorcidas manos cubiertas de un líquido negro que rápidamente comparó con brea, el viejo pago rápido, tomó sus cosas y se fue. Mientras Sam muy confundido dijo:

  • Señor!! Olvidó su cambio, pero qué le pasó? Joe? Estás jugando otra vez?
  • No hice gran cosa.

Dice Joe bromeando, a lo que responde Sam sin asomar la cara.

  • Sabes que la gente mayor ya se asusta con tu aspecto, es fuera de lo común para ellos, eso puede costarnos Joe.

Tras un largo silencio, Sam vuelve a escuchar el chillido de los zapatos de Joe y el golpeteo de las cajas de madera que amontona en la bodega.

El teléfono de Sam suena y Joe ahora asoma la cara por las escaleras:

  • Hola Lucas que t…, tranquilo, calma, un amigo mío fue por las cosechas, pensé que lo habían visto, pudiste dormir anoche?
  • Tuve que tomar somníferos que tenía mi tío en la granja Sam, y aun así me siento agotado.

Responde Lucas.

  • Calma, no estás acostumbrado a estas cosas de granja Lucas, porque no mejor vuelves a la ciudad y contratas a alguien que te diga cómo funciona, Lucas?
  • Sam, encontré tierra en mi agua!!
  • Es normal Lucas, tranquilo, a veces puede mancharse la bomba o caer tierra a el suministro de agua.
  • No Sam, yo tomé agua del grifo y salió limpia, salí a ver…. Algo, y el agua ya tenía tierra!!
  • Mmm revisaste si había alguien más en la granja, algún trabajador que quisiera fastidiarte?
  • No Sam, siento algo muy extraño aquí, siento que algo me observaba mientras dormía Sam.
  • Ve a dormir a casa Lucas, mandaré a Joe, mi amigo, a la granja para cuidarla y recoger el producto, no te preocupes.
  • Supongo que debería hacerlo, no estoy acostumbrado a esta vida, gracias Sam.
  • Por nada Lucas, dime si necesitas algo más.

Al colgar Sam pasa por las escaleras a dejar su teléfono en un mueble y siente una fuerte respiración, cuando vuelve la mirada para confirmar, no hay nada y sigue con lo suyo con normalidad. Cuando menciona a Joe gritándole:

  • Hey Joe, te molestaría ir cada mañana a cuidar la granja? Lucas no está hecho para esa vida, está muy nervioso.

Al no escuchar nada, Sam decide subir a la bodega con Joe a preguntarle:

  • Que tienes amigo? Te siento muy frío… es por lo de hablar con otras personas? Vamos amigo, sabes que no intento hacer amigos, solo quiero ser amable Joe, tranquilo, prometí que seríamos solamente nosotros, oh no?

Sam le da unas palmadas en el hombro a Joe quien toca su mano y recarga la cabeza, Sam lo abraza y se va. Es entonces cuando Joe acaba de acomodar su producto y mira la pequeñísima ventana de la bodega por varios segundos sin mover un solo músculo, respirando cada vez más fuerte, moviendo la mirada al suelo y de vuelta a la ventana, cómo dudando, hacer algo.

Capítulo 7 – Hogar

Lucas llega muy cansado a su gran, cuidado y blanco departamento, nada humilde. Lucas se sienta en su gran sillón a ver la gigantesca televisión para descansar, Lucas tras unos minutos se levanta para beber agua y deja su vaso medio lleno en el fregadero, él se agacha y abre una puerta debajo del fregadero donde guarda sobres de té, cuando Lucas va a tomar uno siente un escalofrío recorriendo todo su cuerpo, y ahora muy asustado siente que alguien respira en su nuca, una fría y lenta brisa pasando por su cuello, Lucas aterrado sin pensarlo mucho, toma el sobre de té y dándose la vuelta rápidamente se levanta para ver qué no había nadie, se dice bromeando con el mismo:

  • Debes estar loco ya, vaya que la vida de granja es más difícil de lo que pensé.

Lucas voltea y observa que su vaso tiene una planta en el agua, envuelta en una hoja de maíz que dice con letra más grande «SI!!». Lucas tira todo por la ventana y arroja el vaso al fregadero, nuevamente se dirige al sillón donde muy asustado trata de mirar Mad Men. Pasa el tiempo y Lucas logra enfocarse en la serie, al menos hasta que suena un grito de una voz siniestra y ronca por toda la casa diciendo:

  • Siii!!!

Lucas está aterrado y se cubre, cual niño, en el sillón con una manta hasta la cabeza, dónde sin pensarlo y al cabo de muchas horas se queda dormido.

Dentro de la tienda «Shaft Food» Sam nuevamente está en el escritorio con muchos libros de cuentas y más, cuando Joe entra al cuarto:

  • Dónde estabas amigo? Estuve hablando solo como loco.

Sam pregunta preocupado, a lo que Joe responde:

  • Solo necesitaba dormir, subí al techo para descansar un poco, no me di cuenta cuando anocheció, perdona Sam.
  • Deberías avisarme amigo, no sabía si te había pasado algo, o que podría pasarte.

Al siguiente día Joe despierta cansado y toma las llaves de la camioneta, cuando baja escucha a Sam hablar por teléfono:

  • Qué escuchaste qué? Lucas, tranquilo, seguro es el estrés del campo, deberías ver a un doctor o algo parecido, yo no puedo hacer mucho… Si… Claro, en cuanto despierte irá a verla, te aviso si hay algo nuevo.

Joe baja y le pregunta a Sam:

  • Qué le pasa a Lucas?
  • Está muy nervioso, dice que escucha voces, ve sombras y que otra vez apareció tierra en su agua. Espero no sea algo grave, es el único Shaft con vida.
  • Ha si??

Responde Joe antes de salir rápidamente hacia la granja mientras Sam se queda a organizar el papeleo, «Podríamos tener un hogar» piensa Sam al ver los ingresos de la tienda que ahora le corresponden, con una sonrisa Sam busca en el periódico departamentos cercanos a la tienda, tratando de sorprender a Joe.

Joe llega a la granja, dos empleados ya le están esperando fuera con carretillas:

  • Llegas tarde amigo, tenemos cosas que hacer.

El empleado se queda mudo al ver el tamaño de Joe y su escalofriante cuerpo delgado. Joe tranquilamente sube el producto y al finalizar, toma por el cuello bruscamente al empleado y con una voz grave y ronca, que parecen ser dos voces dice:

  • No soy tu amigo!!

Lanzándolo hacia el empleado que le acompañaba, aterrados vuelven a la granja corriendo, mientras Joe se queda un rato frente a la camioneta para ver el trabajo que hacen en la granja, cuando decide entrar a buscar el cuerpo, sin que nadie lo vea Joe se contorsiona y se mete al sótano por el pequeño tragaluz roto de debajo de la casa, Joe mira el cadáver descompuesto lleno de gusanos, y como si de una pintura se tratase, Joe inclina la cabeza analizando el cuerpo sin vida y tras unos segundos, mueve la cabeza diciendo «No» y sale contorsionándose de la misma forma. Un empleado sale a buscar a Joe quién está por irse:

  • Hey! El Sr. Shaft te busca por el teléfono, eres a quien mandó Samuel Cage, no??
  • Soy yo!

Susurra Joe pasando de largo al empleado. Joe entra a la casa y toma el teléfono pero no dice nada, Lucas escucha la respiración y pregunta:

  • Hola? Hablo con Joe? Solo quería saber cómo está la granja.
  • Bien.

Responde Joe antes de colgar e irse. Durante el camino Joe empieza a hablar solo:

  • Yo he cuidado a Sam casi toda su vida, él accedió y casi pidió el trato, solo seríamos él y yo para siempre, JOE Y SAM!! EL Y YO!!

Joe llega molesto a la tienda, y empieza a ordenar todo, cuando Sam entra al cuarto y pregunta:

  • Oye Joe, te gusta vivir aquí?
  • No necesitamos muchas cosas, tenemos lo necesario y demasiado cerca de la tienda.
  • Si pero no te gustaría tener espacio para una televisión, un sillón, tener un lugar que le puedas llamar «hogar». No hemos tenido uno desde hace años, Joe.
  • A qué quieres llegar Sam?
  • Te quería sorprender, pero he estado viendo departamentos cerca de aquí para ambos, hay muchas ganancias sin usar en la tienda, que dices?
  • Podemos ver algunos.
  • Sabía que te convencería, no será tan malo, ya lo veras Joe.

Dice Sam riendo de felicidad.

Más tarde Joe revisa los anuncios que Sam marco en el periódico, dónde lee uno:

«Se renta departamento mediano con un baño, dos habitaciones, cocina y sala»

Joe después de un rato se fastidia y dice:

  • Todos dicen lo mismo, cómo vamos a decidir en cuál vivir?
  • Tranquilo Joe, llame a los dueños de los departamentos para tener más información, los que están encerrados están más lejos de los vecinos y estos parecen ser muy relajados.
  • Mmm y porque no vamos a un lugar donde solo estemos nosotros.
  • Es más barato, además si llegamos a olvidar algo y la casa se incendia o algo por el estilo, ellos nos ayudarán.
  • Mmm está bien Sam, podemos… Verlos este fin de semana, no?
  • Podemos cerrar solo esos días o… Llamaré a Lucas para saber si puede cuidar la tienda el fin de semana.

Sam sale del cuarto y Joe disgustado sigue leyendo, y encuentra un artículo.

«El Otro Mundo»

Dónde un psicólogo habla sobre la gente que dice ver muertos, las características que estos tienen y lo que más comúnmente ven.

«Las cosas aparecen en un lugar donde no las dejaron, eso se escucha muy a menudo y comúnmente se explica por la mente ocupada de un adulto promedio que olvida donde realmente dejo este objeto»

Comenta el Psicólogo.

Joe sigue leyendo, hasta llegar a un punto muy interesante para él;

«Oh si, se llegan a dar casos que parecieran ser reales, normalmente se forman entre vínculos, ya sea una tabla ouija, rituales o demás, en dónde una persona común permite el paso a una presencia desconocida» su entrevistador pregunta «se considera vínculo, un caso donde una persona común aprecié a dicha presencia?»

A lo que el doctor contesta bromeando: «Quererla? Es ridículo, quién querría a una bestia infernal?» Mientras tanto Sam conversa con Lucas por teléfono:

  • Lucas de qué hablas?
  • Cuando desperté había una planta, en mi zapato, en mi zapato!! Ya no asusta, molesta, sabes cuánto cuesta cada par?
  • De hecho no.
  • Cómo sea, tu amigo es muy extraño Sam, todos los empleados a los que llame se aterran al hablar de Joe, que hizo tu amigo?
  • Joe puede ser algo extraño, brusco e intimidante, pero es inofensivo, es un buen hombre, él me ha cuidado por mucho tiempo, Lucas.
  • Desde hace cuánto?
  • Casi 10 años, tranquilo Lucas, no hace nada, los empleados pueden seguir con lo suyo, calma.
  • Está bien, entonces los veo el fin de semana Sam. Hasta luego.

El Fin de semana que Lucas llegó, lo hizo en un Rolls Royce cuadrado, plateado oscuro de interior café claro. Sam y Joe esperan a Lucas fuera de la tienda. Lucas baja del auto con un traje negro, de tres botones, pañuelo y corbata vino con camisa blanca y unas gafas oscuras, que se quita muy sorprendo al observar el tamaño de Joe.

  • Te tendrás que poner un delantal Lucas, no creo que vengas con la ropa adecuada.

Dice Sam riendo, a lo que Lucas responde:

  • Ammm si es que… Vaya que eres alto Joe ja…, asustaste a varios de los empleados de la granja.
  • Gracias.

Dice Joe sin siquiera mirarlo.

Sam acompaña a Lucas mientras le explica todo lo que tiene que hacer y cómo lo hará, acabando con una broma:

  • Y quítate el traje Lucas, es ridículo.
  • Ja si

Responde Lucas aun mirando a Joe muy impresionado.

Sam y Joe van hacia la primera opción, Joe atrae las miradas por su tamaño, cuando de repente se detiene y confunde a Sam:

  • Que pasa amigo?
  • Me miran.

Sam mira hacia los lados, mira a Joe y lo guía entre los callejones para que nadie los vea. Después de un rato caminando Joe dice:

  • Porque no hay más como yo?
  • Que tiene de malo? Eso te hace especial.
  • Eso me hace extraño y repulsivo.
  • Vamos Joe, a toda la gente la juzgan duramente, eres alguien diferente y por eso te juzgan aún más, pero no tienes por qué darle importancia amigo, yo te conozco, solo escúchame a mí.
  • Acabemos con esto rápido entonces.

Sam y Joe se escabullen entre callejones hasta llegar a el primer departamento, un edificio pequeño café claro de cinco pisos, se nota que es un poco viejo, está adornado con ladrillos blancos alrededor de las ventanas, ventanas rotas y grafitis en la lámina del estacionamiento que se encontraba en la orilla derecha de la parte delantera del edificio, a su izquierda, un cubículo lleno de plantas descuidadas junto a los escalones que llevan a la puerta principal de vidrio.

  • Bien, cuál es la siguiente?

Pregunta Joe, Sam lo mira ríe un poco y contesta:

  • Vamos no bromees, tal vez de dentro no esté tan mal.
  • No estaba bromeando.

Responde Joe antes de entrar al edificio, Thomas Mitchell es el dueño del edificio y quién los recibe. Sam se acerca a la ventanilla con Joe y pregunta mientras Tomás está de espaldas ordenando papeles:

  • Disculpé, llame hace unos días, soy Samuel Cage, quería ver si podría mostrarme el departamento.
  • Samuel Cage mmm.. ha claro, pueden…

Voltea hacia la ventanilla y al ver a Joe interrumpe sus palabras gritando:

  • Santa madre de Dios!!! Disculpa, es que eres… monstruosamente alto, perdona.

Thomas muestra el departamento y ni Joe ni Sam tienen mucho interés, buscan algo sencillo donde dormir y pasar el día, pero este parecía abandonado… por Dios.

En cuanto salen del departamento, en las escaleras Sam mira que una chica sube, cabello claro y ondulado, facciones finas, nariz redonda, labios pequeños y ojos medianos, vestida de jeans y una blusa de manga larga con hombros descubiertos color negro. Sam la mira por un largo tiempo sonriendo, ella se mete a su departamento que resulta ser el que está a lado del que Sam y Joe vieron:

  • Lo queremos.

Dijo Sam sin pensarlo mucho, pero Joe confundido llevó a Sam al otro lado del pasillo para hablar a solas:

  • Lo queremos? Cuando decidimos eso, no viste ese agujero, Sam??
  • No está tan mal, además la mayoría del tiempo estaremos juntos en la tienda, ocuparemos este sitio más como una bodega para nuestras cosas Joe.
  • Porque la decisión tan repentina?
  • No lo sé, pensé en que estaríamos más en la tienda, no tiene mucho caso buscar un castillo sin habitar, no crees?

Joe está confundido y dudoso, pero decide satisfacer a Sam, ambos van abajo para firmar un contrato con Thomas por el departamento.

Mientras tanto Lucas está cuidando la tienda, se ha hecho tarde, Sam y Joe no han regresado, así que Lucas cierra y los espera en su auto, cuando por el retrovisor ve a alguien sentado detrás suyo, una sombra delgada con espinas por todo el cuerpo, cuando de repente escucha un suspiro en su cuello, a punto de hablar, cuando Sam toca su ventana:

  • Gracias por cuidar la tienda Lucas, puedes venir mañana? Llevaremos todo hacía haya para instalarnos, será el último día, perdona.
  • Que? Ha sí, perdona Sam, tengo la mente ocupada, claro mañana a la misma hora?
  • A la misma hora, Estás bien Lucas? No has visto a algún doctor?
  • Tranquilo Sam, mañana los veo, Hasta luego Joe!

Lucas se va hacia casa rápidamente y sin mirar atrás, Sam y Joe pasan la última noche en su cuarto, ya acostados sobre su cama, Sam menciona:

  • Encontramos un hogar Joe, estoy muy emocionado por comenzar mañana.
  • Sí, yo también.

Responde Joe en voz baja volteando dándole la espalda a Sam.

Capítulo 8 – Vecinos?

Al siguiente día Sam ya estaba levantado y fuera de la tienda esperando a Lucas cuando Joe apenas estaba abriendo los ojos, Joe se levantó y fue con Sam quién ya tenía mucho frío, pues era madrugada:

  • Lucas vendrá más temprano?
  • No lo sé, olvide arreglarlo
  • Y porque no lo esperas adentro?

Sam se queda un rato fuera cuando dice que sí moviendo la cabeza y entra con Joe a la tienda, Joe ve impaciente a Sam y pregunta:

  • Podemos empacar desde ahora, estás muy inquieto, no?
  • Si, ya lo hice.
  • Ya empacaste todo?

Sam solo cerró los ojos y sonrió, Joe sube a su cuarto y se sienta sobre el escritorio y se ve en el espejo de esté, conversando con sigo mismo:

  • No lo ves? Ya quiere olvidarse de ti, quiere tener más amigos y no verte más.
  • El no haría eso, Sam solo quiere ver todo en casa, es su primera casa desde hace mucho tiempo.
  • A si? Curiosamente cuando la chica subió por las escaleras Sam decidió quedarse no? En cuanto la tenga a ella tú te irás.
  • No, Sam es mi amigo.
  • Lo es, pero te has preguntado… si tú eres el suyo, Joe?

Joe ve hacia el piso triste cuando escucha llegar a Lucas, quién llega diciendo que toda la noche arrojaron sus lámparas, ningún foco, lámpara o linterna sirve ahora y Lucas está muy preocupado. Sam trata de animarlo mientras Joe baja para esperar a Sam en la camioneta.

Tras un largo tiempo Sam logra calmar a Lucas y van camino hacia el departamento, Sam habla solo, pero está tan emocionado que no lo nota, en cuanto suben, sus vecinos los escuchan y los reciben en su departamento, pero Joe sigue derecho y entra al suyo, Sam algo confundido responde a la chica y dos amigos:

  • Gracias, vendré en un momento, tengo que sacar todo de la camioneta.

Sam entra al departamento y pregunta a Joe:

  • Que pasa amigo? Estás bien?
  • Si, solo estoy cansado, no pude dormir bien anoche, creo que tengo esquizofrenia Sam, crees que pueda ir al doctor?
  • Esquizofrenia? Estás bien? De qué hablas Joe? Escuchas voces?
  • No todo el tiempo, solo a veces, habla tan claramente, es sólo una voz, pero se siente como si fuera yo.
  • Mmm te dice cosas buenas?

Joe se queda viendo un rato a Sam y responde:

  • Siempre dice cosas malas Sam.
  • Descuida amigo, todos tenemos esa voz que trata de desanimarnos, mi madre decía que era la voz del diablo, para que no hiciéramos nada y él pudiera moldear. No dejes que te desanime, estamos juntos en esto y en todo amigo.

Joe y Sam suben todas sus cosas de la camioneta al departamento, mientras sus vecinos arreglan su casa para recibirlos, Sam toca la puerta y explica:

  • Mi amigo es algo tímido, así que está vez seré solo yo, soy Samuel Cage, pueden llamarme Sam.

La chica que lo recibe presenta a sus amigos. Peter White, un joven casi adulto muy delgado, alto y encorvado, de cabello café y sin peinar, ojos caídos, boca larga y nariz picuda.

Michael Black, de la misma edad de Peter, que estudió con él, demonología, Michael es de estatura baja y un tanto gordo, de cabello negro y peinado hacia atrás, nariz redonda, ojos pequeños y una boca pequeña.

  • Yo soy Ángela Connor, y estoy en el último año de medicina, y me disculpo por adelantado, ellos no paran de hablar de demonios.

Se presentan, y Peter pregunta a Sam:

  • Tú qué estudias amigo, pareces alguien muy culto, aunque algo venga detrás de ti.
  • Peter cállate.

Interrumpe Ángela y levanta la mano hacia dentro para indicarle a Sam que puede pasar, Sam sonríe y se dirige a Peter:

  • (Sam) Yo crecí en una granja, no tuve el privilegio de estudiar, en cuanto a esto último… cómo saben ese tipo de cosas?
  • (Peter) Ha es sencillo.
  • (Mike) Normalmente estas presencias se alimentan de un huésped al que siguen, este presenta cansancio por nada y una desnutrición paulatina llegando a los huesos, sin morir.
  • (Peter) No es que veamos estos síntomas en ti Sam, pero cuando pasaste hacia tu departamento vimos una gran sombra tras de ti, grande, delgada, con grandes picos por todo el cuerpo.
  • (Sam) Mucha gente se asusta de mi… espera, picos en todo el cuerpo?
  • (Mike) Podemos visitar tu departamento, nos gustan este tipo de cosas.
  • (Peter) Somos muy curiosos Sam, aunque muy seguramente ya lo habrás notado.
  • (Ángela) Déjenlo ya, debe descansar de todos esos muebles y problemas laborales, a eso venimos aquí.
  • (Sam) Gracias, no te preocupes, también soy muy curioso, quiero saber que dicen.

Sam entra a su departamento y le comenta a Joe lo que sucedió, a Joe no le agrada esta gente así que decide meterse a su cuarto y esperar a que se vayan. Sam, Peter, Mike y Ángela entran a la sala donde Peter pone tres huevos sobre la mesa y Mike enciende velas en las cuatro esquinas.

  • (Sam) Qué función tiene todo eso?
  • (Peter) La de los huevos la verás.
  • (Mike) Las velas son para mantener la fuerza del ente sobre los huevos, y no sobre nosotros.

Sam un poco incrédulo sonríe a Ángela quién le devuelve el gesto, tras un poco de tiempo Peter rompe el primer huevo, este parece normal con la excepción de que la yema es negra. Tras otros minutos rompen el segundo, este otro es normal pero la clara es negra, y tras unos minutos más la vela de la esquina de Sam se apaga, y Peter rompe el último huevo, dónde todo es negro. Sam se confunde un poco y pregunta:

  • (Sam) Bien, y qué pasó?
  • (Peter) Las velas concentran la fuerza del ente en los huevos para que estos puedan decirnos cómo podemos ver a este ente.
  • (Mike) La clara representa la cara y la yema el alma, normalmente los tres huevos salen exactamente iguales.
  • (Peter) de hecho a nosotros nunca nos había tocado que todos sean distintos, pero sabemos que representa.
  • (Sam) Son tres entes?
  • (Mike) No, es tan solo uno, pero este parece perdido.
  • (Peter) Una mitad parece mala pero es bondadosa y noble como el segundo huevo, la otra mitad, parece noble y buena pero en realidad es de la que te debes cuidar.
  • (Mike) el tercer huevo representa que estas dos descripciones corresponden al mismo ente, como si… se tratase de un demonio con crisis de personalidad.
  • (Sam) Demonio?
  • (Peter) Los entes penan y buscan su razón de penar para finalmente descansar, un demonio tan solo se… entretiene con el sufrimiento humano.
  • (Ángela) Si muy bien, parece que hemos terminado, Mike! Peter! … Afuera, ya.

Mike y Peter recogen todo rápidamente y se van despidiéndose de Sam, Ángela se queda con él para disculparse:

  • Lo lamento, cuando alguien sabe mucho de un tema que para ellos es interesante, buscan meterlo en todo.
  • Tranquila, fue divertido, aunque no explicaron lo de la vela.

Sam y Ángela hablaron por un rato en la puerta del departamento de ella.

  • Soy Ángela Connor, tú sabes cómo en Terminator.

Dice bromeando Ángela, agregando:

  • Estoy estudiando medicina en el Instituto de Medicina Nacional, es una escuela privada que pagó gracias a mí padre.
  • Ha vives con tus padres?
  • No, creyeron que necesitaba un rato de vida independiente, o algo así, acabaré mi carrera en un año, así que las prácticas de este me serán pagadas.
  • Serás… enfermera?

Ángela sonríe y contesta:

  • No, yo seré criminalista, en la criminalística estudias el cómo suceden los crímenes.
  • Muy interesante.
  • Y tú Samuel? Estudiaras?
  • Ha no lo sé.
  • Trabajas?
  • Si, un muy buen amigo me heredó una tienda muy importante para su familia, cuando él murió.
  • Ho lo lamento, ya veo porque no sabes si estudiar, ya eres dueño de una tienda.
  • No es por eso, dejaría mucho tiempo solo a Joe, él es un muy buen amigo.

Dice Sam mirando al piso, Joe logra escuchar un poco y se acerca a la puerta para escuchar todo lo que dicen.

  • Él me ha cuidado por mucho tiempo, me extrañaría demasiado, y creo que yo a él también.
  • Creo?

Dice susurrándose Joe, viendo hacia el sueño y acercándose nuevamente a la puerta.

  • Me doy cuenta que eres alguien generoso Sam, pero Joe no parece un niño, no tienes que protegerlo, algún día tú te irás o él lo hará, tiene que entenderlo un día, no crees?
  • Si, supongo que tienes razón Ángela, pero… No estoy listo aún, lo pensaré.

Sam mira a Ángela que le sonríe esperando una pregunta que ambos sabían que él haría.

Hasta que Sam se anima a preguntar:

  • Sabes Ángela, nunca me había sentido tan cómodo al hablar con alguien, en especial una chica, no me mal entiendas es solo… quisiera saber… si podíamos salir algún día, juntos.
  • Esperaba que lo dijeras, pareces un chico muy interesante.
  • Ha si? Gracias, entonces… yo ya me voy.
  • No quieres saber cuándo y dónde?
  • Ho cierto, lo siento, nunca antes había hecho esto.

Dice Sam apenado, Ángela ríe un poco y contesta:

  • No te preocupes, nos vemos mañana frente el Cine Reyes 13 a las cuatro, te veré después de trabajar.
  • Bien, si claro, gracias, bueno no gracias, pero… bueno realmente lo agradezco, pero… pues… te veo ahí.

Angélica se enternece de la torpeza de Sam y entra a su departamento. Mientras que Joe aprieta el marco de la puerta agresivamente, recargando la cara mirando al piso susurrando con dificultad, pues parece tener un nudo en la garganta, Joe escucha los pasos de Sam y pegándose al piso, caminando como araña rápidamente se dirige a la cocina.

Capítulo 9 – Ángela

Sam entra a su departamento y cierra la puerta, suspirando para después pegarse con la palma en la frente:

  • Que imbécil! Qué habrá pensado de mí?
  • No algo bueno, al menos antes supo que hablas correctamente, si no te habría tomado como un campesino idiota promedio.

Responde Joe repentinamente, mirando hacia la pared:

  • Muy reconfortante Joe, gracias.
  • Es un placer… amigo.

Dice Joe, cambiando un poco la voz a algo más ronco de lo normal.

Al siguiente día Sam se prepara para su cita, se arregla como nunca y se ve frente al espejo:

  • Ho de verdad lo harás.

Dice Joe un tanto molesto.

  • Vamos Joe, ya estoy nervioso, podrías… no sé, alentarme un poco?
  • Mmm no realmente.
  • Gracias amigo.

Sam sale a su cita y en las escaleras encuentra a Peter a quien le pregunta:

  • Buenas tardes Peter, ha oye… sobre lo que pasó. Que significaba la vela apagada???
  • Ha qué todo eso se concentra alrededor de ti, podrá pasar en cualquier momento, de la persona que menos esperes.

Sam algo preocupado sigue con su día, y se dirige hacia el punto de encuentro donde verá a Ángela, Joe está en casa aburrido y tratando de entretenerse, tira la pelota, cuenta los puntos de la pared o los carros rojos que pasan por la ventana, hasta el regreso de Sam.

Lucas llama a casa de Sam y Joe, pues a estado muy preocupado y estresado por las cosas que ve y el manejo de la granja. Pero Joe deja que grabé la contestadora.

  • Ha Sam?, Amigo tengo problemas, tengo que decirte algo… algo muy importante, llámame en cuanto llegues y escuches el recado y… Pues… saluda a Joe.

Joe disgustado arroja la bola a la pared, pero no la atrapa, va a su cuarto un tanto erizado, cuando escucha que tocan la puerta, Peter habla:

  • Hola? Soy Peter del apartamento frente las escaleras, solo quería saludar, si es que estás ahí, Joe verdad? Perdona, tengan cuidado, seguramente Sam ya te comento lo que pasó, Adiós.

Joe se detiene en la puerta de su cuarto por un buen rato, apretando cada vez más el picaporte de la puerta, hasta que levanta la cara y entra cerrando la puerta muy fuerte.

Mientras tanto Sam y Ángela están en la sala viendo una película de suspenso tipo «American Psycho» de Christian Bale, Sam y Ángela hacen muchos comentarios sobre el parecido de estas dos películas durante su proyección, cuando accidentalmente Ángela dice el final de American Psycho haciendo enfadar a varias personas presentes en la sala. Sam y Ángela salen riendo cuando deciden caminar y hablar un poco de ellos:

  • Suena a que tiene miedo, nos habrá escuchado ayer??

Dice Ángela, tras un rato conversando sobre Joe:

  • Joe? Sé que es inadaptado, pero que le puede pasar estando en casa y trabajo, dije que necesitaría tiempo para irme.
  • Él no sabe cuánto, Sam.
  • Buen punto, siempre ha sido muy tímido, él me ayudó cuando lo necesitaba, pero no es igual con el resto de la gente.
  • Debe haber una razón, tal vez deba conocer más gente, salir y hablar con gente como él, hay grupos dedicados a estos problemas en internet, no crees que sea buena idea?
  • Me parece buena idea, solo una duda, cómo consigo Internet?
  • Tienes mucho por ver Samuel.

Dice Ángela con una risa, agregando:

  • Sabes me gusta hablar contigo, es…
  • Relajante, sientes que puedes decir todo y no temer a ser juzgada.
  • Si, cómo lo sabes?
  • Pues… a decir verdad… Ángela, siento lo mismo contigo. Tal vez… no se… podamos…
  • Salir otra vez?
  • Sí, claro, eso estaba por decir.

Sam y Ángela caminan hacia los departamentos, mientras él piensa como decirle que lo que quería decir era «algo más». Mientras caminan son emboscados por una fuerte lluvia seguida de granizo, Sam y Ángela corren hacia una parte techada frente al edificio donde sorprendidos se miraron antes de reír sin parar, Ángela pregunta riéndose mucho aún:

  • De dónde salió eso?

Sam riendo la mira a los ojos por un largo tiempo, hasta que Ángela se da cuenta y lo hace igual, Sam mira sorprendido los brillosos, claros y grandes ojos de Ángela, mientras lentamente se acerca a ella, Ángela retrocede un poco hasta chocar con el muro detrás de ella, acercando lentamente su cara a la de Sam, cuando él la detiene, le da un beso en la frente y dice:

  • Ángela, sinceramente no iba decir que quería salir otra vez, digo… si quiero, pero quería saber…
  • Que?

Pregunta Ángela susurrando mientras se acerca más a Sam.

  • Si querías que estuviéramos juntos??
  • Novios?
  • Disculpa, no sabía la palab…

Sam es interrumpido con un largo y tierno beso bajo la lluvia. Sam toma a Ángela de la cintura mientras ella posa sus manos en los hombros de Sam.

  • Perdona, soy nuevo en esto, eso significa que si?

Ángela riendo contesta positivamente.

Sam y Ángela ahora son más que vecinos, con la lluvia como eterno testigo, y Joe quién los miraba por la ventana.

Cuando Ángela recibe una llamada, su padre necesitaba verla en un restaurante cercano, así que quería pasar a recogerla. Sam la despide con un beso en la frente y Ángela sigue la llamada.

  • Seguro que quieres comer ahora? Está diluviando.
  • Pasare por ti en el auto, tienes algo más que hacer?
  • No, estoy frente al departamento.

Tras unos minutos, Abraham Connor, padre de Ángela, la recoge en su automóvil último modelo, y la lleva a un lujoso restaurante de la zona, donde toman lugar al fondo, frente a una ventana.

  • Tu madre insiste en que te hablé sobre esto Ángela.
  • Sobré qué padre? Pasa algo malo?
  • No Ángela, tu hermano Franklin ha vuelto a caer en el bajo mundo, y no podemos permitir que él tenga acceso a la abundante herencia que les dejaremos para… sus futuras familias.
  • Si entiendo, pero que le preocupa a madre?
  • Tu esposo, si muestra ser digno, será el heredero de nuestra fortuna, dejaremos en la pobreza, por su bien, a Franklin.
  • Pero ustedes son jóvenes y sanos, para eso falta mucho padre.

Abraham toma la mano de su hija y mirándola a los ojos, dice:

  • Ángela… el amor no nace en uno o dos años, el amor es paciencia y compresión que dura por el RESTO de tu vida… además…
  • Qué? Qué pasa padre?
  • No somos tan sanos como piensas Ángela, queremos conocer al chico que te desposara antes de irnos.
  • A qué te refieres padre? No son sanos?
  • Tu madre sufrió un ataque al saber de Franklin, está estable en el mejor hospital que encontramos, pero cuántos más crees que aguante Ángela?
  • Y tú? Qué tienes padre?

Abraham trata de tomar aire para decirlo, pero es interrumpido por el mesero que llega para tomar las órdenes rápidamente. Abraham ordena un platillo pequeño que comía siempre con Ángela, ambos pedían el mismo platillo en aquellos días, un mousse de limón que era decorado por pequeños trozos de cacao, pero está vez, Ángela no ordeno lo mismo, sino una sopa común de pasta.

Durante su comida, Ángela pensaba sobre su futuro, y quién sería digno de tal fortuna que sus padres trabajaron toda su vida, sería Sam? Sería demasiado pronto para tomarlo en cuenta? mientras Ángela hablaba con ella misma logró ver algo por el rabillo de su ojo, una sombra delgada con un sombrero tras la ventana, en la lluvia. Ángela mira rápidamente pero resulta ser solo un poste.

  • Sucede algo, Ángela?

Pregunta Abraham:

  • He no padre, me pareció ver algo.

Ángela vuelve a su plato, pero nuevamente por el rabillo del ojo logra ver la misma sombra, ahora sentada en la mesa junto a ella, nuevamente mira con rapidez pero no logra ver nada.

  • Ángela.

Dice Abraham levantando un poco la voz.

  • Lo siento padre.

Dice Ángela agachando la mirada.

Al terminar su comida, Abraham saca su billetera, paga la comida y le da su respectivo gasto a Ángela que lo toma un tanto apenada. Notando que Ángela está cada vez más rara, Abraham pregunta:

  • Ángela, respeto que no quieras compartir tus problemas, pero sabes que siempre estaremos para escucharte.
  • Si padre, gracias.
  • Ha, respecto al futuro afortunado, no menciones nunca tú herencia Ángela, son como perros.

Dice Abraham antes de levantarse y llevar a Ángela a su departamento.

Capítulo 10 – Sociedad

Sam llega a casa muy feliz saludando a Joe quién mojado lo espera en un rincón sentado en el viejo sillón del difunto Señor Víctor Donald Shaft, Sam está demasiado feliz para darse cuenta del disgusto y estado de Joe, por lo que Joe suspira, se levanta y va hacia el baño, Sam que estaba en la cocina voltea y al no ver a Joe se confunde y rápidamente piensa que iba a darse una ducha.

Al anochecer antes de dormir, Sam escucha el mensaje de Lucas y le llama, tras unos cuantos tonos del celular Lucas contesta agitado:

  • Sam! Gracias a Dios, escucha.

Lucas rápidamente aleja la bocina y guarda silencio. Pero Sam no escucha absolutamente nada.

  • Escuchas??? Viene por mi Sam, él sabe lo que hice y quiere castigarme.
  • Calma Lucas, quién quiere castigarte?
  • El espantapájaros Sam, grita mi nombre, cambia todo de lugar y se dedica a poner plantas en todos lados, no puedo dormir, tomo somníferos y aun así permanezco despierto toda la noche, Sam temo no poder despertar la mañana siguiente.
  • Tranquilo Lucas, cálmate, no dejes que la desesperación nuble la razón, respira.

Tras una larga sesión de respiraciones:

  • Ufff está bien Sam, estoy más calmado.
  • Bien, ahora dime qué era tan urgente, o a esto te referías?
  • No, no, escucha Sam, creerás que estoy loco al principio, pero toma en cuenta que todo esto paso antes de que yo me pusiera mal por el campo, fue tan solo el primer día.
  • Está bien Lucas, te escucho.
  • Está bien… tengo un cadáver en el sótano.
  • Que?!
  • Uno de los empleados fue asesinado por un espantapájaros y puesto en su lugar, yo lo lleve al sótano y quería enterrarlo, pero siempre hay gente ahí.
  • No bromees Lucas.
  • Sam, tengo un cadáver en el sótano.

Esta vez Lucas lo dice llorando, implorando que alguien acuda a su ayuda.

  • Tranquilo Lucas, vamos para allá.
  • Gracias Sam, gracias!

Sam toca la puerta de Joe sin darse cuenta que aún está disgustado, le comenta todo rápidamente y salen por la camioneta, Sam encuentra a Ángela en el estacionamiento, pues ahí también se tira la basura, y rápidamente le dice:

  • Lo siento, tengo algo muy urgente en el trabajo, no te preocupes, te quiero!

Sube a la camioneta y arranca a prisa. Ángela se queda pasmada un momento y repite en su mente sonrojada:

  • Me quiere? claro que me quiere.

Muy feliz Ángela sube hacia su apartamento donde Peter y Mike la esperaban frente a su puerta, quitándole la sonrisa:

  • (Ángela) Qué demonios quieren?
  • (Mike) El de Sam solamente.
  • (Peter) Ángela, mira lo que había en el apartamento de Mike.
  • (Ángela) Es una roca.
  • (Mike) Si pero mira, tiene una planta, lodo y una hoja de maíz dónde está escrito «Tan Si»
  • (Ángela) Tan si?
  • (Peter) Es una manifestación del ser que acabamos de molestar, piénsalo bien Ángela, solo nosotros vivimos aquí y nadie nos molesta, Sam tiene muchas plantas pero ninguna semejante.
  • (Ángela) Pero no sabes nada de Joe.
  • (Mike) Exacto.
  • (Peter) Las cosas indican que alguien cercano a Sam es bastante peligroso sin saberlo, y no sé tú pero cuando entré a la casa de Sam el cuarto de Joe desprendía una brisa húmeda y fría.
  • (Ángela) Sí, pero puede ser un ventilador.
  • (Mike) Ángela, tú los has visto, te parece que conocen que es un ventilador?
  • (Ángela) Tiene un teléfono, porque carajos no sabrían que es un ventilador?? Son chicos de granja, no idiotas.

Ángela rápidamente se retira molesta hacia su apartamento.

Mientras tanto Sam y Joe recogen a Lucas, Sam y Lucas van en frente mientras Joe va en la parte de atrás donde hay poco producto, Sam trata de calmar a Lucas:

  • Calma, no estás solo Lucas, lo que sea que pase lo veremos juntos y podremos dejarle esto a los policías, está bien? Quiero que los llames ya por si llega a pasar algo.
  • S-s-sí S-Sam.

Cuando Lucas saca su teléfono para marcar, miro a Joe por el retrovisor, quién se parece mucho a la sombra que ve, Lucas se asusta y voltea bruscamente:

  • (Sam) Tranquilo Lucas, solamente es Joe.
  • (Lucas) L-Lo siento Joe.
  • (Joe) Marca de una vez, entre más pronto empecemos más pronto acabaremos.

Lucas marca a los policías quienes tras una conversación se despiden y se dirigen a la granja, Sam, Joe y Lucas llegan a la granja donde muy nervioso, Lucas los dirige al sótano, al abrir la puerta Sam lo detiene y le dice:

  • Espera a la policía aquí Lucas, nosotros entraremos, si?
  • E-Esta B-Bien Sam.

Sam y Joe entran y bajan las escaleras, cuando Joe se detiene en el tercer escalón, se apaga la luz de repente, Sam se asusta un poco y pregunta a Joe:

  • Que pasa? Joe?

Tras un silencio se escuchan pisadas, crujidos y susurros debajo de Sam, y cuando el susurro se acerca más y más la luz se prende y Sam cae en el escalón sobre su espalda, Joe lo toma detrás y pregunta:

  • Estás bien Sam?
  • Qué pasó con la luz?
  • No lo sé, se apagó y no pude encontrar el apagador entre la oscuridad.
  • Escuchaste el susurro?
  • El susurro? Estás bien Sam?
  • Si, debió ser el viento.

Sam y Joe buscan por todo el sótano, de arriba abajo y no encuentran nada, es entonces cuando escuchan las patrullas y regresan lentamente a las escaleras cuando escuchan a Lucas gritando:

  • No!!! No!!, Les di-digo que F-Fue el espantapá-pájaros.

Sam y Joe suben rápidamente a ver qué sucede, y ven que han arrestado a Lucas, Sam pregunta al oficial más cercano:

  • Qué sucede? Él es el dueño de la granja, es Lucas Shaft.
  • Y quién es usted?
  • Soy Samuel Cage, él es el dueño.
  • Sabemos quién es, está bajo arresto por su declaración… y eso.
  • Qué dijo? Que eso?

Sam camina para ver lo que señala el oficial, cuando ve el cuerpo del empleado colgado de la chimenea de la casa. Escurriendo sangre desde una nueva herida que atraviesa el estómago hasta la nuca, la sangre escurre por las tejas hasta llegar a un extremo, donde una gota cae en la cara de Sam, el oficial ve entre la oscuridad a Joe en la puerta, y cuando toma la linterna para iluminar, Sam interrumpe:

  • Oficial, el no pudo hacerlo, qué fue lo que Lucas le dijo?
  • Dijo que un hombre que vio en el espejo lo había hecho, alguien que se ha metido en su casa a mover las cosas y susurrarle al oído, no se usted señor Cage pero él claramente está loco.
  • Él… pues… ha estado muy estresado y ocupado últimamente.
  • Entiendo lo que es trabajo señor Cage, pero esto es otro nivel, si no fue él quien más ha estado aquí? Ese hombre ha estado años aquí, todos lo querían, lo conocí desde niño señor Cage, no tenía enemigos. Qué tanto conoce usted al señor Shaft?
  • No mucho, Joe y yo lo conocimos hace poco, supongo que tiene razón.
  • Joe es el sujeto de por ahí?
  • Sí, es el.
  • Ha salido solo?
  • No, siempre está conmigo.
  • Mm está bien, que tenga una bella noche señor Cage, en algunos días recibirá un citatorio, es sólo para contestar preguntas de rutina
  • Si claro, gracias oficial.

Responde sorprendido y triste Sam, mira hacia donde Joe y van a casa.

Al siguiente día Sam y Joe están en la tienda desde temprano, cuando son visitados inesperadamente por Ángela que le pregunta a Sam:

  • Que sucedió anoche? Estás bien?
  • Sí, no te preocupes, mi asociado… Lucas Shaft, es sospechoso de un asesinato que hubo en la granja hace unas cuantas noches.
  • Que?? No pensaba que fuera tan grave.
  • Realmente no lo es, tal parece que asistirá a una institución mental hasta mostrar mejoras, y que tal tu noche?
  • Pues… bien hasta que los gemelos satánicos me interceptaron.

Sam ríe un poco y pregunta:

  • Qué dijeron?
  • Que Joe podría ser este ente demoníaco, y cosas estúpidas, pero con lo que me acabas de contar, tal vez ese asociado sea la persona a la que se referían.
  • Tal vez.
  • Bueno, todo saldrá bien, tengo que irme ya, te quiero.

Sam sonriendo levantando una ceja responde muy feliz:

  • Y yo a ti Angie.
  • Me dan asco.

Dice Joe desde la bodega, Sam ríe un poco y comenta a Joe:

  • Ángela me va a enseñar esta noche sobre este… Internet, dice que se puede conocer gente interesante ahí, y creí que te podría gustar, qué opinas amigo?
  • Que lo dice por experiencia.
  • Vamos Joe, no juegues, podrías hablar con alguien cuando yo no esté.
  • Cuando no estés?
  • Si, digo… saldré con Ángela de vez en cuando, y no quiero que te sientas solo.
  • Tal Vez pueda intentarlo.

Dice Joe con un tono triste.

Más tarde Sam visita a Ángela para que le enseñé cómo se puede usar el Internet en una computadora vieja que tenía guardada debajo de su cama, le enseña diferentes redes sociales, muchas plataformas para ver videos e incluso una lista de páginas de juegos que a Ángela le gustan. Sam prueba un rato la computadora sin ayuda, cuando Ángela le pregunta:

  • Angie?

Sam la mira, ríe y contesta:

  • Sí, no te gusta?
  • Si me gusta, pero… dónde la escuchaste?
  • Sé que piensan que porque crecí en una granja soy un tanto inculto, pero mi padre pudo salir y gozar de la vida citadina cuando joven, no le gustó y volvió a casa y se casó con mi madre, pero siempre me contaba algunas de las cosas que aprendió.
  • Perdona Sam, no quería…
  • No te preocupes, es normal ser prejuicioso al conocer a alguien, sería un problema si esto te impide conocer más gente. No crees?
  • Si, si lo creo, quieres tomar algo?
  • Me gustaría mucho, pero tengo que hacer el inventario de la tienda.
  • Y si tú haces eso mientras yo hago mi tarea?
  • Enserio? Me gustaría mucho, vamos a mi departamento?
  • Si lo prefieres.

Sam y Ángela entran al departamento con la pequeña computadora y libretas muy adornadas de Ángela, Joe confundido se esconde en el sillón a espaldas de la puerta, solo levantando la mano levemente saludando.

  • (Ángela) Hola, buenas noches.
  • (Sam) Él es mi amigo Joe, es algo callado, no es personal Angie.
  • (Ángela) No estaremos mucho tiempo, no te preocupes Joe.
  • (Joe) Trataré.

Minutos después, Ángela y Sam están en la mesa del comedor trabajando, Sam de vez en cuando se acerca a ayudarle a Ángela, pues es muy bueno para las matemáticas, pasa un tiempo y Joe voltea a verlos triste cuando Ángela toma la mano de Sam y lo besa, Joe se sienta nuevamente mirando el piso y tras un tiempo se levanta para meterse a su cuarto muy triste, Sam lo nota pero se distrae por las cuentas y Ángela.

Joe está en su cuarto, sentado sobre el pie de la cama mirando su puerta muy triste, escuchando reír a Sam con otra persona, suspira y se acuesta tapando toda su cara.

Ángela y Sam terminan sus diferentes actividades y se despiden, pero cuando Ángela se va, Sam recuerda la computadora y al voltear ve una sombra pasando detrás de él, una delgada y temblorosa con picos por todo el cuerpo, Sam confundido y a tientas recoge la computadora detrás de él y la lleva con Ángela.

  • Olvidaste tu computadora Angie.
  • No, no la olvide… amor.

Ángela le da un beso y cierra su puerta, Sam se queda confundido frente a la puerta un rato y levanta la mano para volver a tocar cuando Ángela grita desde dentro:

  • Puedes quedártela, te quiero!

Sam se sorprende, mira a los lados del pasillo y levanta el puño en el aire mientras se inclina cada vez más, celebrando.

Al siguiente día Sam despierta temprano a Joe para enseñarle a hacerse una cuenta en una red social, Joe un tanto disgustado empieza a hacerlo, cuando Sam nota su disgusto, pregunta:

  • Quieres quedarte hoy amigo? Yo puedo encargarme de la tienda por hoy.
  • Si, si gracias Sam.
  • No es nada amigo, nos vemos más tarde.

Sam le da unas palmadas y sonríe, toma sus llaves y toca la puerta de Ángela, para llevarla de camino a su escuela, mientras Joe abre una cuenta después de un tiempo pensándolo dónde pone una foto de su cara, un costal sonriente con sombrero de paja, después de unos minutos alguien se pone en contacto con Joe, una chica muy rara, de cabello negro, maquillaje negro delgada un poco dientona y de ojos medianos con ropa negra, en su perfil? La chica parecía satánica, pero Joe parecía familiarizado con algunos símbolos lo que lo asustó, así que respondió a la conversación:

  • Hola Joe, soy Tiffany Thompson, pareces un tipo raro y eso me gusta 😄.
  • Hola Tiffany, me pareces muy… curiosa, sin ofender, perdona si lo hice.
  • Jaja eres un chico tímido, pareces alguien más rudo en tu foto.
  • Lo siento si te has decepcionado.
  • Jaja para nada, tengo 20 años y trabajo en una tienda de ropa cerca del centro de la ciudad, que tal tú?
  • Trabajo en la tienda de los Shaft, soy un buen amigo del dueño de hecho, vivo en los departamentos de la avenida Reyes.

Tiffany como cualquier joven desinteresada en su seguridad da mucha información a Joe quien apenas habla. Afortunadamente para ella Joe no era ningún criminal en serie, anochece y Joe y Tiffany aún hablan de sus vidas, hasta que Tiffany le propone conocerse en persona, Joe no está seguro de esto pero recuerda que Sam está avanzando y que él debe hacerlo igual, así que le dice que lo pensara por un tiempo, a lo que Tiffany responde:

  • Vamos Joe, este tal Sam tiene nuevos amigos e incluso una novia, tú también puedes avanzar.

Cuando Joe escucha a Sam entrar con Ángela a su departamento, tras un suspiro Joe decide que será un buen paso para él.

  • Si, tienes razón Tiffany.
  • Bien, qué te parece si nos vemos en la plaza Gatos Negros, a unas calles de tu tienda, la conoces?
  • Me parece que la he visto, ahí te veo el sábado a las seis.

Tras una conversación para quedar de acuerdo Joe y Tiffany se despiden y Joe va a su cuarto agachando de nueva cuenta la cabeza.

Lucas ahora está en el hospital mental, pero su tormento no ha acabado, tras mirar en su acolchonada habitación encuentra una ventana donde una sombra se asoma por su ventana, un hombre delgado sonriente de ojos blancos y grandes ojeras, piel blanca como la nieve, patillas recorriendo toda su cara y un gran y negro sombrero de copa. Lucas tiembla y respira muy fuerte intentando no llorar de miedo, tratando de gritar se da cuenta que no tiene voz, mientras la cara sonríe más y muerde las rejas de su ventana mientras ríe. El encargado del hospital escucha las risas del cuarto de Lucas así que se acerca, cuando asoma la cara en su ventanilla una sombra se acerca a Lucas, lentamente mientras él trata de correr, gritar y llorar, el encargado toma su grabadora y reporta:

  • El paciente Lucas Shaft está peor de lo que creímos, está gritando y tratando de correr como si algo lo persiguiera. Son las doce con cinco.

La sombra de golpe desaparece cuando el termina la grabación, lo que lo confunde y decide asomarse más hacia dentro, cuando la cara sonriente se estrella contra el vidrio de repente, el encargado se vuelve a asomar asustado y ve a Lucas riendo histéricamente hasta llorar.

Capítulo 11 – Tiffany

Pasa una semana hasta el sábado, la cita de Joe.

Sam recibe una llamada de la institución mental de Lucas, así como algunas cartas de su amigo:

  • Samuel Cage?
  • Sí, soy yo, quién habla?
  • Hablamos de la institución mental Miller Bates donde se internó al Sr. Lucas Shaft III bajo su nombre.
  • Oh claro, está bien? Ha mejorado?
  • Es una de las razones por la que queremos hablar con usted, ha estado aún peor y ninguno de nuestros métodos parece mejorar en lo más mínimo, ahora dice que su nombre es Joe y su único propósito es tener todas las almas posibles que le dé… usted.
  • Que? Los psicólogos que han dicho? Crisis de personalidad?.
  • No, pero el cómo se puede tratar con él es difícil, no tiene dos personalidades, nunca habla de él como Lucas Shaft y él piensa ser enteramente este nuevo… Joe Fitz.
  • Joe Fitz? Joe lo escucho de un amigo nuestro, era bastante intimidante para el, pero… Fitz? Siquiera es un apellido?
  • No, no lo es, pero no sabemos cómo ayudarlo, el motivo de esta llamada, de hecho, es recomendarle una institución mejor que Miller Bates, pero se encuentra en Minnesota, la clínica Mayo, cree que pueda llevarlo?
  • Es muy lejos, pero le debo mucho al señor Shaft, pasaré a recogerlo mañana.
  • No hace falta, solo necesitamos su firma de autorización y será transferido, lo esperamos mañana en la tarde señor Cage.
  • Si, gracias, buen día.

Sam cuelga el teléfono y se queda un momento pensando en todo lo que hizo el Sr. Shaft por él, cuando ve a Joe de reojo con un saco desgastado.

  • Joe?
  • Que piensas? Es demasiado?
  • No conozco a esta chica, pero parece más relajada, vístete como siempre Joe, lleva la camioneta, está un poco lejos para caminar.
  • Mmm está bien Sam, me iré a poner algo más… común.
  • Apresúrate, no es bueno llegar tarde, no les gusta esperar, créeme.

Dice Sam riendo, cuando es interrumpido por Ángela desde fuera de la puerta.

  • A qué te refieres con eso?

Sam riendo sale con Ángela sin despedirse de Joe, quién suspira viéndose al espejo sacudiendo el polvo de su ropa y tratando de esconder la paja de su cuerpo, y las costuras rotas de su ropa.

Minutos después Sam y Ángela salieron a caminar un poco juntos, Ángela le cuenta como estuvo su día pero al notar que Sam no escucha, pregunta:

  • Que pasa Sam?
  • Solo estoy un poco preocupado por Lucas, dicen que de verdad está muy mal, no pueden ayudarlo, tienen que llevarlo a Minnesota y solo queda esperar que ellos puedan ayudarle.
  • Podemos ir a tu departamento a ver una película si así lo quieres Sam, o al mío si lo prefieres.
  • Gracias Angie, pero tengo que abrir hoy.
  • No te preocupes Sam, pasaré a mi escuela por mis calificaciones, te espero en casa.

Dice Ángela despidiéndose.

Al abrir la tienda, Sam ordena todo y descansa un momento, pues nadie le ha visitado, por lo que decide abrir una de las cartas de Lucas.

«Querido Sam, me han dejado escribirte para liberar mi mente, dicen que tú lo sugeriste, si es así… Muchas gracias, amigo.

He estado aquí por cinco noches, y en todas ellas escuchó que él viene hacia mí, él toma mi cuerpo y habla con ellos, no sé qué trata de hacer, dice que quiere que acabe tu trabajo…»

Cuando es interrumpido por una clienta, Sam aún un poco asustado y confundido trata de atender como de costumbre.

Ángela camina hacia su escuela para recibir sus calificaciones, las cuales son las penúltimas que tendrá. Está emocionada y angustiada, pensando aún en lo que su padre, Abraham, le comentó sobre su hermano, Franklin, preocupada por su familia.

  • Disculpe?

Es interrumpida por el recepcionista, Ángela se registra en una lista de visitas y sube hacia la oficina de su coordinadora Mazzucchelli donde le entregarán su boleta, Ángela parece ser la única persona ahí, pero aun así su coordinadora tarda, por lo que Ángela decide pasear cerca de ahí, cuando de reojo logra ver que una sombra delgada circula los pasillos, Ángela se asusta un poco y pregunta en voz alta:

  • He, hola?? Quién está ahí??

Al no escuchar respuesta, Ángela se tranquiliza y sigue circulando desde el final del pasillo, cuando voltea hacia el otro extremo, la sombra está ahí, delgada y muy alta, respirando con tanta agresividad que Ángela logra escucharlo un poco aún con la distancia, la sombra se acerca crujiendo lentamente, y tras unos cuantos pasos está se contorsiona hacia el muro derecho, pegado como araña, acercándose cada vez más hacia Ángela que se queda pasmada y sin aliento.

  • Ángela Connor, cierto?

Dice la coordinadora Mazzucchelli, que sale del lado derecho de Ángela, donde se encontraba otro pasillo, Mazzucchelli logra ver a Ángela aterrada y al acercarse puede ver en el reflejo de sus ojos la sombra que está tras ella, la coordinadora voltea aterrada, pero no logra ver nada, al volver la mirada hacia Ángela, está parece haber olvidado todo, pues con normalidad saluda a Mazzucchelli, quién muy confundida le pregunta:

  • Qué te pasó Ángela?
  • Porque profesora?

Pregunta Ángela confundida, Mazzucchelli aún la mira preocupada, pero tratando de ignorar la situación responde a Ángela:

  • Por nada Angie, aquí está tu boleta, sabes la rutina.
  • Si, muchas gracias.

Mientras tanto Joe nervioso habla solo de camino a la plaza donde se encontrará con Tiffany:

  • Creo que fue mala idea, debería regresar.
  • De qué estás hablando? es una buena oportunidad de conocer a alguien nuevo, Sam ya tiene a alguien, podríamos perderlo, necesitamos a alguien más.
  • Si se va nos quedamos solos.
  • Si, por eso mismo Joe, ánimo.

Joe llega a la plaza donde ve un tanto diferente a Tiffany, sentada en una silla de madera frente a un restaurante dentro de la plaza. Ahora su cabello es rojo escarlata de las puntas, tan solo pintada de los ojos y los labios de negro, vestida con una playera sin mangas negra, unos jeans negros rotos de las rodillas y guantes de red en ambas manos. Joe atrae las miradas por lo que es difícil ignorar cuando quiere escapar, Tiffany lo alcanza y pregunta:

  • Tratas de escapar? Vamos, no eres como esos idiotas que creen que soy una chica loca, verdad?
  • Que? No, solo… es nuevo para mí, no estoy de seguro de poder avanzar.
  • Si fueras alguien más diría que inventas tonterías para irte, pero supongo que te molesta esto de Sam.
  • Lo siento Tiffany.
  • No importa, acompáñame, estos idiotas nos miran como bichos raros.

Tiffany llevó a Joe a su departamento donde podían estar solos, un gris y bastante desordenado edificio, pero al entrar, su departamento está muy ordenado y limpio, con cosas de muchos colores y diferentes adornos un tanto extraños y otros un tanto infantiles, Joe finalmente se siente comprendido por Tiffany, quien habla del rechazo que sufrió por ser un tanto extraña, después de un tiempo hablando ella da un suspiro, Joe tomó su mano y la mira compasivo, Tiffany le sonríe y se atreve a preguntarle a Joe:

  • Podrías… quitarte la máscara?
  • La… máscara? Mmm.
  • Tranquilo Joe, no tienes que hacerlo si no quieres, se dará poco a poco.

Joe la mira un momento, agacha la mirada y se quita el sombrero para poder desamarrar el saco con una cara feliz que le cubre la cara, Tiffany sorprendida y muy emocionada espera a ver la cara de Joe.

Una cara blanca como la nieve, ojos grandes con grandes ojeras de un negro intenso cuál carbón, una pupila muy pequeña y del mismo color, una nariz tan fina y blanca que es imperceptible, una boca de labios negros, secos y agrietados, cabello un tanto largo que cubre su cuello, con patillas cubriendo hasta la parte media de sus mejillas.

Tiffany muy sorprendida y un tanto asustada toma a Joe de la mejilla, Joe se entristece por la reacción, pues pensaba que era lástima, Tiffany alza la cara de Joe suavemente con su mano y se levanta sobre la mesa para besarlo, Joe se queda totalmente quieto muy asustado pues es algo totalmente nuevo, tras unos momentos Joe siente algo nuevo, una parte de él muere y otra nace, Sam es su amigo, pero ahora hay alguien que entiende su dolor mientras que Sam no ha pasado por lo mismo, Tiffany lo logra ayudar. Joe recuerda a Ángela y a Sam bajo la lluvia, e imita ese beso con Tiffany, tratando de significar lo mismo.

Al anochecer Joe regresa a casa sin el saco en la cara y con una gran sonrisa de oreja a oreja, Mike lo mira bajando las escaleras y se saludan mutuamente, cuando Mike se detiene bruscamente en el último escalón hacia abajo y su piel se torna pálida, Joe entra a su departamento muy feliz e inmediatamente entra a su cuarto, Sam está en la mesa de la cocina con Ángela, cuando Joe pasa, Sam pregunta sin voltear la mirada:

  • Joe?
  • Así es.
  • Feliz?
  • Bastante.
  • Una cita?
  • Por la tarde.
  • Es muy bueno.
  • Lo es.

Sam sonríe, pues se siente feliz por Joe, quién no sale de su habitación. Suena el teléfono, Sam se levanta de la mesa sonriente y toma la llamada:

  • Buenas noches Sr. Cage, únicamente nos comunicamos a esta hora para informarle que transportaremos al señor Shaft por la mañana.
  • Si, muchas gracias, cuánto costará?
  • No sé preocupe señor Cage, nosotros ya hemos hablado directamente con el abogado de los Shaft.
  • Muy bien, muchas gracias por notificar, buenas noches… disculpe, una pregunta.
  • Dígame, Sr. Cage.
  • Lucas… me habló en su carta de alguien que quiere acabar… un trabajo, y que al hablar con ustedes, él está hablando por él.
  • No había mencionado eso.
  • Lo supuse, Lucas no identifica a esta persona como parte de sí, y mucho menos algo parecido, no le agrada, cómo se supone que su mente creo tan bien a este Joe Fitz en tan poco tiempo?
  • Efectivamente es un caso impresionante señor Cage, pero hemos hablado con un hospital que tuvo un paciente similar en Maform Ville, estamos trabajando para ayudar al señor Shaft.
  • Si, gracias, buenas noches.

Sam cuelga el teléfono y vuelve a la mesa, más preocupado y pensante, cuando Ángela toma su mano.

  • Todo estará bien Sam, esas cosas pasan con mucha gente, y este hombre no tiene ningún historial que respalde nada grave.
  • Si, confiaré en la futura doctora.

Tras unas risas, Joe cierra con seguro su puerta y se sienta al pie de la cama, viendo la nada, alzando la cara y acostándose a dormir sin cambiar su ropa ni doblar sus mantas para cobijarse entre estás.

Ángela se dirige a su departamento y minutos después Sam nuevamente contesta el teléfono y se dirige a su habitación, es Tiffany quien busca a Joe.

  • Disculpa, podría hablar con Joe? Es que olvidó su sombrero en mi casa.
  • Ha claro, creo que ya está dormido pero si quieres puedes pasar a traerlo.
  • Ha si, muchas gracias, Sam verdad?
  • Samuel Cage, mucho gusto.
  • Trataré de no olvidarlo, adiós.
  • Hasta luego.

Sam cuelga y mira un momento la puerta de Joe, toca tres veces la puerta y Joe no contesta, así que Sam se dirige a su cuarto.

Mientras tanto Tiffany al colgar se sienta en su comedor, y ve un momento hacia la nada, cuando se levanta por el sombrero de Joe, Tiffany se queda toda la noche viendo el sombrero viejo de paja desgastada que tenía, pensando si es el hombre correcto para ella, y si enserio puede confiar en él, tras un largo tiempo pensando todo como si fuera una relación seria tan repentinamente, empieza a llorar y pega la cabeza a la pequeña mesa redonda de madera en su comedor donde se queda dormida toda la noche.

Capítulo 12 – Joe Fitz

El hospital ya ha arreglado el traslado de Lucas, así como el de algunos otros pacientes, por lo que empiezan con ello.

El guardia que transporta a Lucas hacia el camión, tiene muy pocos cuidados, arroja a Lucas y lo deja caer sobre sus pies mientras camina sin ayudarlo ni un poco, en ese momento Lucas empezó a escuchar más claramente a Joe Fitz, en cuanto lo suben a el camión, Lucas se detiene y mira a el guardia, y empieza a reír un poco, mientras aumenta gradualmente hasta reír sin parar con una gran sonrisa, la cara pálida y los ojos muy abiertos.

  • De qué se ríe ese imbécil?

Pregunta el guardia al psicólogo que pasaba lista fuera del camión.

  • Tranquilízate Green, si no aguantas a estas personas puedes volver a ser guardia de supermercado.

El psicólogo encargado hace que el guardia suba con ellos al camión, para partir hacia Minnesota.

Tras unos minutos El guardia mira hacia atrás y nota que Lucas lo está mirando fijamente, pero está vez lo ignora.

  • Míralo, huesos frágiles, piel blanda y estúpido como perro.

Dice Fitz riendo en el oído de Lucas, que ríe un poco.

  • Bien, estás listo.

Agrega Fitz con una voz más ronca.

El guardia siente de nueva cuenta la mirada de Lucas, así que se levanta cargando el arma:

  • Que miras idiota??!! Te parece gracioso? Tuve que dejar sola a mi mujer con su amiguito porque queremos deshacernos de ustedes bola de enfermos locos.

Lucas lo mira y ríe nuevamente, el guardia se fastidia y finalmente se decide a golpear a Lucas, el camión pasa por un túnel logrando hacer que todo esté oscuro, el guardia solo ve una sombra en el asiento de Lucas, una delgada, alta y espinosa sombra, el guardia se confunde, cuando esta sombra se levanta lentamente crujiendo y tambaleándose. La sombra se tiene que agachar para caber en el camión, el guardia está tan asustado que dispara el arma hacia la sombra, provocando un destello de luz que deja ver a la sombra, el mismo hombre de sombrero de copa, ahora sin él, cara pálida, patillas y ahora… sangre entre los dientes.

El conductor aislado en la cabina delantera solo puede escuchar lo que pasa atrás, y tiene órdenes de no voltear sin importar que. Escucha gritos, balas y risas, el guardia se pega a las rejas que protegen al conductor gritando:

  • PORFAVOR!!! SACAME DE AQUI!!!

El conductor ahora llora de los nervios y respira muy agitado, mientras el guardia aún réplica entre gritos y risas:

  • ABRE LA PUERTA!!!! MIRAME!!!!

El conductor trata de ser firme y encontrar un lugar donde pararse para informar al hospital, pero poco antes de salir del túnel, se rinde y mira hacia atrás, donde la persona de grandes ojos y escalofriante sonrisa, le dice con temblorosa y ronca voz:

  • Te engañe

Riendo frenéticamente.

Al siguiente día Joe despierta muy agitado y enfermo, por lo que Sam va nuevamente solo a trabajar y avisa a Joe:

  • Has estado mal amigo, olvide decirte que Tiffany llamó después de irte a dormir, olvidaste tu sombrero en su casa, pasará en la tarde a dejártelo.
  • Hoy? No puede ser, justo cuando me enfermo, cuando me he enfermado?
  • De hecho… Nunca te había visto enfermo Joe, en todos estos años, qué curioso.
  • Perdona por dejarte nuevamente solo en la tienda Sam, enserio me siento como si hubiera corrido toda la noche.
  • No te preocupes amigo, son solo dos días libres de tantos años que me has ayudado.

Sam sale de la habitación, cuando escucha ruidos en el armario de Joe, quién lo mira fijamente, Sam sale confundido del cuarto, y sin darle importancia pasa por Ángela para ir a trabajar, cuando de camino hacia allá, Sam recibe una llamada:

  • Disculpe? Hablamos con Samuel Cage?
  • Si soy yo, que se le ofrece?
  • Nos comunicamos del instituto mental Miller Bates nuevamente para notificarle que… el camión donde se transportaba el señor Shaft…
  • Si? Qué pasa con él?
  • Fue extraviado esta mañana, aún no sabemos nada de él.
  • Que? No sé supone que tienen planes para esto?
  • Los tenemos Sr. Cage, pero este camión solo desapareció sin dejar nada, no se preocupe, estaremos poniéndolo al tanto de todo lo que suceda.
  • Espero que sí.

Sam cuelga repentinamente, y está muy molesto, hasta que por el rabillo de su ojo mira a Ángela, quien lo mira muy preocupada, y tras suspirar profundamente solamente dice:

  • Perdieron el camión del instituto mental, no saben dónde está Lucas, (suspiró) el Sr. Shaft estaría muy decepcionado de mí.
  • Tranquilo Sam, nada de esto es tu culpa, el Sr. Shaft estaría orgulloso, has hecho todo lo posible por salvar a su sobrino, aún sin conocerlo del todo, eres un buen hombre, el estará bien, cielo.
  • Si cariño, el trabajo despejará mi mente, pero siempre eres de mucha ayuda Angie, gracias.

Menciona Sam seguido de un beso en su mejilla.

Tiffany llega a su departamento para dejarle su sombrero a Joe, cuando toca la puerta escucha dos voces riendo del otro lado, Tiffany se confunde un momento antes de tocar la puerta cuando Joe abre la puerta con la máscara desacomodada, Tiffany se confunde aún más pues no había tocado la puerta aún, lentamente y un tanto confundida le da el sombrero y nota que le queda un tanto flojo, Joe parece de menor estatura, pero cómo? Joe invita a pasar a Tiffany, y por fin ella pregunta:

  • Estás bien Joe? Te noto algo extraño.

Con una risa escalofriante Joe contesta:

  • Yo soy extraño.
  • Más de lo normal Joe.
  • Seguramente es porque estoy enfermo Tiff, no te preocupes, enserio.
  • Tiff? Joe quería hablar sobre lo nuestro de una manera más… seria.
  • Que te puedo decir Tiff? Qué más podría significar eso?
  • No lo sé, antes no significaba nada.
  • Créeme Tiff, no soy igual a los demás, en ningún aspecto, a veces eso es bueno.
  • Somos novios? Oficialmente?
  • Claro que sí, así que ayúdame en algo, sé que te gusta lo extraño, así que quiero que me digas si Peter y Mike, mis vecinos, están en casa.

Tras una risa Tiffany pregunta:

  • Porque? Que les harás?
  • Solo los mutilare, no es la gran cosa, ve a espiar a esos idiotas, y avísame.
  • Claro, Joe.

Dice riendo Tiffany.

Joe se queda en casa y empieza a temblar, cae de rodillas y empieza a reír poco a poco más fuerte mientras se quita cada prenda de su ropa, su piel es blanca como la nieve con manchas negras cuál carbón, espinas en la espalda, hombros y brazos como si de bellos se tratasen, y en su cara, la sonriente cara de ojos blancos y pupilas negras minúsculas, la cara de Lucas y Joe ahora parecen una, Tiffany toca la puerta de Mike y no responde, cuando se acerca a la de Peter, él abre junto con Mike y la meten a su departamento muy asustados:

  • (Peter) Que? Quién eres? Dijiste que viste a Ángela.
  • (Mike) Pensé que era ella, estaba muy asustado Peter, que esperabas?
  • (Tiffany) Mike? Peter? Son ustedes? Soy Tiffany, Joe los está buscando, me dijo que tocará sus puertas y le avisará si estaban aquí.
  • (Peter) Que? No! Ya ha comenzado.
  • (Mike) Dónde está Sam? Lo viste? Es el chico de granja que vive con él.
  • (Tiffany) Comenzó? De qué hablan? Sam fue a trabajar a la tienda, que más?
  • (Peter) No sé quién seas, pero no debes estar con Joe, es realmente peligroso, hicimos algún tipo de ritual y Joe…
  • (Mike) Joe resultó siendo el centro de todo esto, y no es como cualquiera de nosotros, es muy poderoso y agresivo, Peter llama a Samuel.

Inmediatamente que acaba la frase todas las luces del edificio se apagan, el encargado sube con Peter, Mike y Tiffany pero antes de decir algo es interrumpido por la mano de Joe que lo atraviesa desde la cadera hasta la nuca y lo toma como si fuera una marioneta, mientras ríe histéricamente.

  • (Peter) Tiffany sal de aquí, YA!!

Tiffany sale del edificio por una ventana hacia las escaleras, voltea brevemente para ver qué pasa, pero antes de poder ver algo cae por un escalón cuando tras unos golpes, Joe la atrapa.

  • Tiff? Qué haces aquí? Qué pasó?
  • Que? Joe? Eso? QUÉ ESTÁ PASANDO JOE!!
  • Tranquila, explícame qué pasa y te ayudare, muñeca.
  • Hay algo ahí arriba Joe, esa COSA atravesó al encargado como si fuera un calcetín!! Espera dijiste muñ..?
  • Tranquila Tiff, iré a revisar, no quiero que entres por ningún motivo y no dejes entrar a nadie, yo me encargo.
  • Pero cómo? Tú no viste que pasó Joe.
  • Tranquila cariño, lo veré.
  • Ten mucho cuidado… corazón.

Joe besa a Tiffany por un largo tiempo y se aleja sonriendo siniestramente, Joe entra al edificio donde Peter y Mike estaban bajando las escaleras hacia la salida, huyendo de Lucas, encontrándose a Joe en la puerta principal, quién crece de tamaño mientras se retuerce lentamente siendo cada vez más delgado y espeluznante, ríe hasta quedar callado de golpe, tras un tiempo en silencio Peter corre hacia una ventana dejando indefenso a Mike quién es levantado por Joe que lo parte por la mitad riéndose sonriente bañándose en su sangre, Peter logra llegar a la ventana pero antes de poder salir Joe cierra la ventana sobre de él, fracturando su pierna izquierda, Peter trata de gritar pero no tiene aliento, está aterrado, Joe lo toma del cuello y tras reír en su cara un buen tiempo nuevamente se queda callado de golpe y se queda así unos minutos, Peter está tan aterrado que se orina encima, Joe lo mira y se hecha a reír mientras lo devora lentamente como si se tratase de una serpiente, tras un tiempo Sam llega al edificio gracias a la llamada de Peter en la que no pudo decir nada, cuando Sam entra ve a Joe tirado en el piso con un brazo fracturado y sangre escurriendo de su boca, y detrás de él, se encuentra un Lucas irreconocible, pálido y ensangrentado, respirando agresivamente mientras degolla el cadáver de Mike, Joe extiende su brazo pidiendo ayuda a Sam quien lo mira decepcionado moviendo la cabeza diciendo «no», Joe se entristece y antes de poder decir algo, Sam interrumpe diciendo:

  • Ya no te creo Joe, pero gracias por todo.
  • Sam? Sam por favor!! Yo no soy él, él nos hizo esto Sam!!!

Sam con ojos rojos y llorosos deja atrás a Joe, Tiffany entra a prisa a ayudar a Joe quién llora por Sam, quién se va junto con Ángela a la tienda que ahora atienden juntos.

«…Muchas gracias por todo Sam, con esto espero pagarte.

El títere, el espantapájaros, Fitz… Joe, son la misma presencia aterradora que acosa y busca… no sé qué busca, pero se aferró a ti como tú a él Sam, no sé cómo… Pero tú puedes llevártelo.

Esta tal vez sea mi última carta, me reuniré con mi familia sabiendo que aún hay un Shaft vivo.

Atte.

Tu amigo Lucas Shaft»


Capítulo 13 – Viejos Amigos

Lucas es encontrado y arrestado en la sádica escena del apartamento, nuevamente puesto en un hospital mental mucho más seguro que el anterior. Joe ahora vive una vida normal en el departamento de Tiffany, mientras que Sam y Ángela han hecho prosperar la tienda renombrada «Shaft & Sons» abriendo nuevos locales siendo un hombre exitoso, dejando al viejo chico de granja, Sam ha prosperado.

Sam y Ángela viven en un gran departamento muy elegante y espacioso, cercano de la tienda principal, que ha convertido su segundo piso en otra tienda, y el último piso, la oficina de Sam con seis pequeños cuadros, Donald Shaft, Lucas Shaft, Matthew Cage, Jennifer Cage, Ángela y Joe. Sam y Ángela ya han celebrado tres aniversarios como novios.

Joe y Tiffany han abierto una pequeña tienda similar a la de Sam «Tiffoe», con un campo lejano de la ciudad en donde Joe retoma sus enseñanzas en la granja, Tiffany crea manualidades y las vende en la tienda, su negocio prospera dentro del rango común, pero en su tienda aún se rumorean muchas cosas, desapariciones y asesinatos no comprobados que giran en torno de Tiffany Thompson, quién presenta cada día un malestar más y más severo, vomitando todas las noches, sin poder comer ni moverse aún en vida solo para ser consumida, por una presencia que la atormenta en sus peores pesadillas, Joe? Sano y sonriente abraza y pretende proteger de todo mal cada noche y día a Tiffany, entre sus brazos se encuentra ella que dentro del sufrimiento y el dolor, ella siente amor.

«Joe, una presencia que no sabe qué o quién es. Una persona bondadosa y gentil que explota de manera brutal o un psicópata sobrenatural que busca engañarse tras un saco sonriente»

Dijo Lucas Shaft, en un fragmento de su última carta.

Sam se encuentra en su departamento con Ángela, es hora de trabajar. Sam se levanta, prepara su desayuno y el de Ángela y parte hacia la tienda. Ángela ya ha acabado su carrera, y ya está a un paso de trabajar donde siempre lo deseo.

Sam recibe una llamada antes de salir, es Abraham Connor, el padre de Ángela, a quien le agrada mucho Sam.

  • Hola Samuel, cómo estás?
  • Muy bien Sr. Connor, gracias, iba hacia el trabajo ahora mismo.
  • Una disculpa, chico. Solo quería saber si podían venir a comer el próximo Sábado?
  • No lo sé, tendría que hablarlo con Ángela, Sr. Connor, es urgente? La puedo despertar.
  • No te preocupes Samuel, llámenme en cuanto tengan la respuesta, suerte.
  • Así lo haremos, gracias e igualmente, Señor.
  • Solo otra cosa Samuel, llámame Abraham.

Tras una despedida, Sam cuelga el teléfono y se dice a sí mismo.

  • Abraham?

Sam, está nervioso de ver a los padres de Ángela pues sabe que son gente muy culta, y él tiene miedo que crean que es solo un chico granjero.

Días después Sam encuentra a Tiffany en la calle, el semáforo indica el paso del peatón, pero Tiffany, ojerosa, pálida y sonriente no camina, solo toma de la mano a Joe que tiene a lado, Sam se para a un lado de Joe y pregunta:

  • Porqué lo haces?
  • A quién te refieres?

Responde Joe únicamente obteniendo una cara molesta de Sam que lo mira fijamente.

  • Eres lo que eres Sam, a unos nos toca ser algo despreciable y aborrecible, trate de cuidar y amar a un niño hasta que esté se volviera mi amigo, pero realmente no puedo negarme más, yo no soy «amigo», yo soy Joe.

Sam muy disgustado, confundido y enojado mira al frente y cambiando la señal del semáforo, retoma su camino. Recordando todos sus buenos días junto a Joe, quién le protegió por más de diez años. Mientras que Joe y Tiffany se quedan inmóviles en la acera viendo a una anciana atendiendo su restaurante con su pequeño nieto, Joe sonríe y besa en la mejilla a Tiffany, susurrando para él.

  • Eres quien eres, si tratas de cambiar lastimaras mucha gente importante, te guste o no, todos tenemos un lugar en el mundo, y el mío no está entre la gente buena.


Mi Amigo Joe

Historia e idea de Einar Emanuel Santana Jiménez

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