Gracias a la pluma que me diste

Hoy canto estos 

versos a una mujer

A una mujer…

a la cual mi vida debo 

y sin ella no existirían mis letras, 

mis poemas y este novato trovador.

Una mujer cuya juventud 

a de sacrificar para

abrirme las puertas 

a este mundo.

Un mundo…

El cual ella es capaz de transformar

las penas más amargas en una lección.

Una mujer que tuvo 

que dejar sus pasiones para 

asegurarse de que yo encuentre las mías.

¡Gracias madre mía!

Que ahora con la pluma

la cual me ayudaste a encontrar

te dedicaré este poema.

Un poema…

Que no escribo con tinta 

mas sí con la sangre heredada de tu ser.

Gracias a la pluma que me diste

ahora te puedo escribir mil 

«Te amo»

Así que

Hoy hare el sacrificio de cantar 

estos versos que ahora son tus versos,

a toda voz para que el sol,

cuyo brillo se ahoga en el oeste,

se entere lo mucho que 

te amo madre.