Tiempos sin más Tiempos aquellos que dejamos atrás Sea la dicha de la noche o el día Sea la sombra o el brillo En su voz la forma de sentirse vivo Entre sueños y hechos forjando recuerdos Más las flores reflejan en su aroma nuestros sentimientos Aquellos que se ocultan en el silencio Que será...
Cada noche de viernes, después de llenar mi copa de vino y hacer que suene Nina Simone a mis espaldas, miro por la ventana y me pregunto: Aquellas personas que caminan frente a mi casa o en sus coches pasan, ¿sienten la misma desolación que yo? ¿La sintieron alguna vez? ¿La sentirán en el futuro?...
¿Que tan vacía hay que tener el alma para perjudicar al otro para ascender? Pusilánime, ruin, obscura, siniestra, viscosa y fétida es el alma y la mente de quienes para brillar necesitan apagar al otro o subyugar sin demora la vida ajena. Con azufre, dolor y penuria en esta vida o en la postrera pagarán...
RELOJ DE ARENA Vivimos en un contínuo pasado, presente y futuro, y no podemos hacer nada para evitarlo. No puedo evitar que el tiempo vuelva atrás, que mi reloj deje de llover arena, encontrándome yo arriba y viendo cómo el oro se acumula en el otro nivel. Ahí me encuentro, nos encontramos, dentro de él,...
Y la lluvia cae, y yo la observo. Y escucho esas voces que me enloquecen. Y pienso en por qué las oigo, por qué me dejo sumir en esta locura. Se oye, se oye la tormenta. El barullo selvático de las plantas afuera. Ellas también lloran, sufren por la borrasca. Por el desastre que ésta...
Te tiras al colchón, no te importa el tiempo… estas cansado; solo quieres drogarte, no te sientes cómodo en ninguna parte, cuando estás con tu hija todo cambia. Las lágrimas son como sangre que dudas por la cabeza; no quieres hacer nada las responsabilidades te arrastran, solo quieres no abrir los ojos, mañana te esperan...
¿Quién y cómo se interpreta tu último amanecer? ¿Es una afirmación literalia o es una especie de energía es sí misma? Mi último amanecer era él y no lo noté hasta que el sol descendió.
Me enredé en tus manías, anudándome en ellas me dejé llevar, rio abajo la fuerte corriente no parecía que fuera a parar. Llegaba a tu casa y me ponía tu ropa, entonces ya me podía acercar. Te apartaba el pelo de la cara, pero no me atrevía a besarte, me sentía una niña con el...