Historia I Par de abadejos coreaban melodía mirífica, estallaban sus notas en mis oídos y tu presencia arribó a mi puerto. Te vi llegar y las lágrimas brotaron por casualidad, mi mar quería un desierto para dejarse tragar. Mi lluvia amaba caer sobre tu tierra y resbalar plácidamente entre tus carreteras. ¿Cómo no amarte? Fuiste...
Seguir leyendo
73
0