El sonido de una caja de música suena en la madrugada.Las cortinas de la habitación de Bella se mecen por el aire que se cuela por la ventana en pleno verano.Bella está empapada de sudor mientras se mueve angustiada en su cama, las sábanas han caído del colchón hace ya tiempo. Los movimientos de la mujer son rápidos y fuertes como si intentase huir de algo en la oscuridad o de alguien.

La melodía sigue sonando en la lejanía como si estuviera en la buhardilla de la casa, un sonido hermoso y débil. Nadie sabe qué contiene esa pequeña caja de música, hasta esta noche.

La mujer se despierta de su pesadilla, enciende la luz de la mesilla y se quita el sudor de la frente con el brazo.No se acuerda de lo que ha perturbado esta tórrida noche de verano pero le ha dejado un miedo en el cuerpo, como si se avecinará una tormenta en la lejanía… una sensación nada agradable en la piel.

Bella se asusta, empieza a oír un sonido que procede de algún lugar de la casa. En su cabeza se le pasa la idea de que su hija de cinco años se habrá dejado algún juguete encendido y hasta ese momento no lo había oído. La mujer de pelo negro se levanta y enciende la luz del pasillo, entonces cruza el corredor hasta la habitación de su hija. Con manos sudorosas gira el pomo lentamente, sin hacer ruido, abre la puerta. Sin encender la luz se acerca a la cama de su hija y ve que está profundamente dormida, ajena a la preocupación de su madre. En la habitación no hay nada encendido, ningún muñeco fuera de su lugar. Bella cierra la puerta despacio sin hacer ruido y vuelve al pasillo.

Antes de llegar a su habitación escucha el sonido de la caja de música pero no localiza de dónde viene. De la habitación de su hija no es porque ha entrado hace un momento y no tiene ninguna caja de música. Se detiene a escuchar de donde viene el sonido con la mano apoyada en el quicio de la puerta de su dormitorio. Detecta que el sonido viene del desván, lo que le parece muy raro porque ahí no guarda juguetes de su hija.

Se dirige al final del pasillo y tira de la cuerda que está suspendida encima suyo.Entonces al tirar la escalera de madera baja a sus pies descalzos.Teme haber hecho mucho ruido y haber despertado a su pequeña pero al no oír que la llama se tranquiliza. La música se oye más fuerte cuando empieza a subir las escaleras.

Cuando ya está dentro le da al interruptor de la luz pero esta no se enciende. Ella no se preocupa porque le llega suficiente luz del pasillo pero en su cabeza agradeceria un poco más de claridad. Su cuerpo le dice que vuelva a la cama y deje lo de la melodía para mañana por la mañana.

La música proviene de una caja de cartón precintada donde se puede leer Abuela escrita en ella.La caja es de objetos de su difunta abuela que se trajo de su casa cuando falleció, nunca la había abierto. Se sienta en el suelo y abre la caja después de forcejear un poco con ella, Bella sigue sudando debido al esfuerzo y el calor que hace esa noche.Dentro hay un montón de libros y una caja de música que suena, en el momento que la coge la caja deja de sonar.

Se pregunta cómo es posible que funcione si nadie la ha tocado desde hace meses además de que esta ligeramente fria la caja… lo que hace aún más extraña toda la situación.Entonces la caja empieza a temblar en las manos de Bella, la mujer asustada tira la caja al suelo y se levanta.En el traqueteo, la caja al caer se abre, dejando salir un humo negro de dentro de ella.

La mujer se lleva las manos a la boca asustada, empieza a temblar mientras delante de ella se forma la imagen de un ser. El aire empieza a volverse más pesado pero no por el calor sino porque el ser empieza a absorber el ánimo de Bella. Delante suyo aparece una chica de pelo negro con un vestido roto y con girones de color negro, va descalza y es muy blanca. El ser se mira las manos y de su garganta sale un grito agudo, no un grito de miedo sino de júbilo, pero es como si alguien arañara una pizarra… a Bella ese sonido le desgarra los tímpanos, le deja la sangre helada y la garganta seca.

El ser mira a Bella que tiembla de miedo, tiene los ojos completamente negros y su boca una sonrisa de dientes afilado, además de tener unas alas negras como la oscuridad que la envuelve. De sus manos salen unas uñas negras y afiladas como si se trataran de hojas de cuchillos. Bella grita asustada, corre hacia las escaleras pero de pronto se cierran. Se tira al suelo intentando abrirlas pero le es imposible, de sus ojos salen lágrimas amargas de impotencia y terror.Bella lo único que quiere es salir del lugar, llevarse a su hija y abandonar la casa para siempre.Aunque su corazón desea que sea solo un mal sueño, una pesadilla de los días de verano.

-Necia.- dice el hada, riéndose de la esperanza de Bella.

-¡Déjame salir!.- dice Bella desesperada forcejeando con la escalera para que la deje bajar.

-No, tu me has liberado de la cárcel de tu antepasada y como tu sangre corre por tus venas como la de tu hija, las dos debéis morir.- dice el hada con una sonrisa en los labios.

-No por favor, déjanos vivir por favor.- dice Bella con los ojos rojos mientras forcejeaba intentando salir.

-No.- dice el hada enseñando sus dientes afilados.

Entonces más rápido de lo que lleva un suspiro, más rápido de lo que tardan las cortinas en moverse por la brisa, más rápido que un batir de alas el hada clava sus dientes en el pecho de Bella. Con sus uñas desgarra su carne, haciendo que salga un grito de su garganta. El hada acaba devorando el corazón latente de la mujer y cuando acaba se relame la sangre de la cara y las manos.

A la mañana siguiente el marido de Bella que vuelve de un viaje se encuentran los dos cuerpos destrozados en la casa.El de su hija sin ojos en el dormitorio y el de su esposa sin corazón en el desván. El marido vende enseguida la casa, no quiere saber nada de ella después del suceso que ocurrió pero no sabe el amenaza que se queda en ella.

Cada familia que acaba viviendo en esa casa acaba muriendo y sin una parte de su cuerpo…

El último sonido que se oye es la melodía de la caja de música.

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