Diario de un joven estándar

Diario de un joven estándar

Daniel Prior

27/04/2017

5 de mayo, 15:36

Hoy tampoco he hecho gran cosa, quedar con éstos para tomar algo e ir a clase, un poco lo de siempre. Lo único bueno por así decir es que he estado hablando con Lucía. Sé que llevo un mes hablando de ella, pero esta vez me ha dicho que a lo mejor sí que puede quedar conmigo, pero que tiene que mirar algunas cosas y que luego me confirma o me dice que no.

~ 17:10

Y al final me ha dicho que… Que no sabe. Madre mía, cada día entiendo menos a las mujeres, o confirmar o no quedar, es una disyuntiva, no hay que darle muchas vueltas, ¿no? Pues sí, las mujeres siempre encuentran una forma de complicarlo todo. Y eso, que me ha dicho que mañana me habla con lo que sea, aunque a este paso voy a terminar pensando que en realidad no le interesa mucho quedar conmigo.

6 de mayo, 18:32

Al final sí que quedé con Lucía para comer. Se lo llevaba diciendo una semana y ella en plan que si sí que si no, pero al final accedió. Como me lo confirmó a eso de la una y ya íbamos mal de tiempo no me he querido complicar la vida y me la llevé al Mesón de aquí del barrio. Comimos muy bien y yo quise invitarla, pero no me dejó.

Estuvimos charlando sobre muchas cosas, como deportes, literatura o anécdotas nuestras. De vez en cuando la cosa decaía y teníamos que recurrir a hablar de algún tema de clase como una especie de salvavidas, pero la cosa pronto salía a flote de nuevo.

No sé qué intenciones tendrá conmigo, pero yo de momento estoy intentando pasar con ella el mayor tiempo posible. No hemos hablado nada sobre lo que queremos ser, claro que tampoco me ha dicho que quiera que seamos amigos, lo que creo que es buena señal.

Estoy más que emocionado por lo que puede salir de aquí. Es una chica espectacular, guapa, inteligente, amable y parece mostrar ella también bastante interés en mí. Desde que nos conocimos en el módulo me dejó claro que era de las que valían la pena, y desde ese momento me olvidé de todas las demás.

Me acaba de sonar el móvil, a ver si es ella.

~ 19:39

Sí era ella (¡yuhu!), y lo que es mejor, me ha dicho que se lo ha pasado muy bien y que quiere seguir quedando. Mi siguiente jugada será pedirle salir, algo como una cita al cine sería lo suyo. Sí, eso es, al cine; todas con las que he ido a solas cayeron al poco rato. Pero también tengo que ser inteligente y tardar unas horas en hablarla para hacerme el interesante.

Sé que no debería hacerme ilusiones, pero creo que ésta sí que puede ser la buena, tenemos mucho en común y creo que el tema podría funcionar, por eso no puedo arriesgarme a meter la pata a estas alturas poniéndoselo todo en bandeja, eso sólo sirve para echarlas para atrás.

~ 20:23

¡Estoy contentísimo! No me puedo contener, voy a llamar a Edu y a Javi y quedamos y así se lo cuento y me tomo algo, que me lo he ganado. A Edu ya le he visto esta mañana, pero esto se lo tengo que contar sí o sí, y además, bajar al bar a tomarnos un par de cañas nunca está de más.

~20:45

Javi dice que no puede quedar, que está escribiendo un trabajo del que depende mucho su nota o algún rollo así, en fin, él sabrá. Pero Edu dice que sí, por algo es mi mejor amigo, puedo contar con él para lo que sea. Nunca le pediría que dejase de lado sus responsabilidades por mí, pero sé que es perfectamente capaz de estudiar a la una de la mañana con tal de salir de cañas conmigo.

7 de mayo, 3:40

Esa tía no vale para nada. Tenía razón Edu, mira que tardar tanto en contestar, eso es una mala señal, muy mala. No quería nada conmigo, no sé por qué ha tenido que jugar conmigo de esa forma, he hecho bien en mandarla a paseo.

No lo entiendo, todo iba bien, sólo la he hablado con buenas palabras y tiene el valor de pasar olímpicamente de mí. Ni siquiera de decirme que no está interesada o que sólo quiere ser mi amiga. Eso me habría dolido, pero lo habría podido entender, pero no contestarme… No tiene perdón.

~ 15:51

Vale, vamos a ver si me aclaro, entre lo poco que recuerdo y lo que me ha contado Edu por teléfono, ésta es la reconstrucción de lo que pasó anoche:

La noche empezó tranquila. Yo me bebí un par de de jarras de cerveza, estuvimos en el bar de nuestra calle, comiendo, bebiendo y fumando, le conté lo de Lucía y parecía estar muy ilusionado, pero no hablé con ella aún. Después empezamos con los cubatas.

Luego aparecí en Huertas —sé por Edu que cogimos un taxi, lo que también explica por qué me quedé sin dinero—, entramos a un garito… después de otro, vomité dos veces en plena calle, casi me peleo con unos guiris —aunque también según Edu se me apareció la Virgen, porque por lo visto eran dos bigardos de dos metros y yo apenas me tenía en pie ya—. Para colmo entretanto tuve tiempo de sacar dinero varias veces y ahora me da miedo pasar por el banco.

Después para volver a casa Edu tuvo que obligarme a beber algo con cafeína, a andar hasta Cibeles dando un rodeo y allí coger el búho. Me ha dicho que de no ser por él esta noche la hubiera pasado al raso. Y puede que no le falte razón.

Y por último si mi móvil no miente le mandé un audio a Lucía que no me extraña que me haya dejado de hablar, la llamé 8 veces y no me lo cogió —lógico—, llegué a casa y, borracho perdido pero con una ortografía sorprendentemente buena, escribí la entrada anterior de este diario.

Soy gilipollas.

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