Cómplice…
«En esta maleta no cabe casi nada, tan solo mi ilusión y el deseo latente del reencuentro. Fuiste cómplice de mis sueños, compañero, amante perpetuo. Volamos por cielos eternos hacia nuevos destinos, con tiempos sin tiempo y encadenados a un amor, que fue tuyo, que fue mío, que fue nuestro».