Convaleciente
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro. ¡Otra vez no! Dios por favor. Apenas recobraba mi quebrantada confianza. Los meses anteriores, las fisioterapias de rehabilitación, me tenían hasta la coronilla, mi mal humor, de mil demonios y contagioso pues todos a mí alrededor intolerantes. –Una cosa es que estés convaleciente y otra muy...