Cual Remedios
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro: ¿tan sola estoy? En ese momento no me entraba ningún pensamiento por mi cabeza. Muro y mente eran solo uno. Tan tiesos, fríos, duros. Bloques ensamblados para detener, entre mucho la furia y el enojo. Por la ventana salían verbos sin conjugar, besos no dados, abrazos...