A esta gatita le quedan muchas vidas por vivir.

Pero ella, la más fuerte, la más valiente, la de la fe inquebrantable, se fue.

Dos años de ausencia repleta de miedo y dos meses de ausencia repleta de ganas de regresar el tiempo atrás.

Yo me quede así como esa gatita que maúlla esperando un no sé qué.

Quien fuera gato para enseñarme la vida

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