El ocaso de los sueños
En esta maleta no cabe casi nada, o al menos nada de lo que me interesa llevarme, como la nieve de nuestro primer invierno nórdico o nuestro piso soñado en Nørrebro, entonces me resigno, la cierro y nos vamos. Bajamos las escaleras, salimos al frío de la nochevieja, tomamos el bus hasta Nørreport, combinamos con...