Ubi bene, ibi patria
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro invisible de la frontera: Dónde esté a gusto, allí estará mi patria.
2009participaciones
1ª fase: del 30 de enero al 5 de febrero (hasta las 08:00 h)
2ª fase: del 6 al 12 de febrero (hasta las 08:00 h)
3ª fase: del 13 al 19 de febrero (hasta las 08:00 h)
4ª fase: del 20 al 26 de febrero (hasta las 08:00 h)
5ª fase: del 27 de febrero al 4 de marzo (hasta las 08:00 h)
6ª fase: del 5 al 11 de marzo (hasta las 08:00 h)
7ª fase: del 12 al 18 de marzo (hasta las 08:00 h)
8ª fase: del 19 al 25 de marzo (hasta las 08:00 h)
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro invisible de la frontera: Dónde esté a gusto, allí estará mi patria.
Lástima que no haya billetes para maniquíes. Grita ella desde la sala contigua. Y detenidamente observo todo a mi alrededor. Otra pena a llevar, pensé. La casa inventariada. La casa contada. Las miserias ordenadas por la revolución. Y Sandoval hecho de tela y algodón, se queda también. Mi pobre muñeco, el compañero de la infancia...
A ésta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, pensé al cerrar mis ojos y dejarme llevar por un placentero acto de amor. Mi alma se desprendió suavemente del cuerpo que habitó y comenzó a ascender en profunda paz. Al llegar me recibieron mis maestros. El aprendizaje en esta vida había sido inmenso. Elegí...
– Lástima que no haya billetes para maniquíes-. Silencio.– Sabes que te llevaría conmigo a descubrir el mundo-. Más silencio.– No te muevas-. Otra vez silencio. La habitación es un claroscuro; ella está recostada en un sillón, las piernas cruzadas, el rostro angelical, lánguida, perfecta. Enfrentados sostienen sus miradas, ella no pestañea y él entrecierra...
-El veintidós ya es historia. Decapiten a ese incosciente limpiabotas y hagan venir al número veintitrés, aunque intuyo que también procede de Villaespesa… Nunca se ha conocido gracia ni simpatía alguna por esos lares. Bien sabido es también, mis queridos consejeros, que el cuidado de las reses les aturde el intelecto al tiempo que marea...
Lástima que no haya billetes para maniquíes, por todas esas ocasiones en las que nosotros mismos nos transformamos en uno de ellos, cuando el miedo nos atenaza o la incomprensión hacia los demás, no nos deja actuar como deberiamos. Lástima que no haya billetes para maniquíes que están deseosos de escapar de esos escaparates donde...
Él ya estaría tomándose un daiquiri en el Malecón. O ¿no?Lanzó un suspiro a las estrellas y decidió que descansar era una buena medicina. Se quedó dormida escuchando su voz que le llegaba como un soplo al oído; «…dicen que más allá de las estrellas no hay nada, te espero allá…» Su corazón se aceleró...
“Lástima que no haya billetes para maniquíes” se lamenta el modista. Desde el final de la cola de facturación se produce un efecto curioso: en la fila frente a él, el tiempo transcurre lento y espeso como la miel que gotea; sin embargo arriba, en los relojes, los minutos corren raudos como regueros de montaña,...
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro en las infinitas posibilidades de renacer de nuevo entre paisajes urbanos. Todo viaje comienza y acaba. A veces la vida se queda sin frenos y estamparse contra cualquier pared de hormigón parece la única alternativa. Cuando comencé este viaje a ninguna parte supe que acabaría emborronando...
En esta maleta no cabe casi nada. No sé qué voy a necesitar. Una muda, dos mudas, tres mudas. Me llevaré cuatro para no fallar. ¿Lloverá? El chubasquero por si acaso ¿Habrá piscina? Un bikini no ocupa lugar. El vaquero y zapatillas, para poder andar. Un vestido por si voy a un lugar especial. Aún...
En esta maleta no cabe casi nada y está medio rota, pero no importa; aunque el viaje va a ser muy largo, casi no tengo ropa que llevar. Meteré algo de comida, para los primeros días, y el abrigo que me regaló aquél turista; dicen que allí los inviernos son muy fríos. Si todo va...
Te regalé una bonita sonrisa de Joker. Me devolviste una mirada retadora, de esas miradas que puedes escuchar. Mientras mi pierna rozaba tu rodilla sentí un impulso enorme por descargar mi rabia a puños en tu cara… pero desistí. Sabía, que lo que te esperaba era el mismo infierno y tu sabías, que en efecto,...