El Cairo, terror 1.
Te regalé una bonita sonrisa de Joker, como si no existiera nadie o nada más en el mundo. Sólo los dos, ríendonos de cómo nos había estafado aquel viejito del Cairo. Cómo nos había prometido pirámides y ruinas, llevándonos a lo que parecía un patio trasero de una gran mansión abandonada. Allí los dos tirados...