La fama cuesta
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro, que esto también sería juzgado y cuestionado por la familia y el trabajo. Yo muerta de miedo solté el volante y me tapé la cara con los brazos. No quería ver cómo acabaría el desastre. Llevaba meses escuchando un ruido distinto en el vehículo, cada vez...