MUNDO MANIQUÍ
Lástima que no haya billetes para maniquíes, porque sin duda pagaría por liberarte de ese mundo donde naciste quieta, inmóvil, pero agraciada; o por lo menos, pagaría por ser el destinatario de esa mirada dulce que busca por allá en algún punto de la tienda sin encontrar nada. Por supuesto, si ese tipo de pago...