La despedida
Te regalé una bonita sonrisa de Joker para que no pudieras sospechar el miedo que me producía volverte a ver. Fue sólo hasta ese momento cuando tuve claro que ya no podía soportar tu maldita presencia en mi vida. De repente todo cesó. Tu boca lejana parecía decir algo, tus ojos mojados jugaban a desarmarme...