club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
2009participaciones
Viajes encadenados (concurso semanal de microrrelatos) 1ª fase: del 30 de enero al 5 de febrero (hasta las 08:00 h)
2ª fase: del 6 al 12 de febrero (hasta las 08:00 h)
3ª fase: del 13 al 19 de febrero (hasta las 08:00 h)
4ª fase: del 20 al 26 de febrero (hasta las 08:00 h)
5ª fase: del 27 de febrero al 4 de marzo (hasta las 08:00 h)
6ª fase: del 5 al 11 de marzo (hasta las 08:00 h)
7ª fase: del 12 al 18 de marzo (hasta las 08:00 h)
8ª fase: del 19 al 25 de marzo (hasta las 08:00 h)
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro, que la mayoría de vosotros vais directos al «estrellazo»… Yo NO, porque llevo un post-it amarillo en la funda de mi móvil para casos de emergencia «Los obstáculos aparecen cuando apartas la vista de tus metas» ¡¡Ay Dios!! … Yo las perdí de vista hace un...
En esta maleta no cabe casi nada amorapenas un ciento de palabras de un adiós que la matriz arranca.Había tanto amor, era loca la esperanza, sin mirar atrás nos embarcamos en la húmeda y salobre travesía.Mirada al Norte, a una vida sin el absurdo quebranto de qué poner a la mesa: de mañana, de tarde...
«El veintidos ya es historia. Tía, tienes que olvidarle. Acordamos no enamorarnos de ninguno y, como mínimo, enrollarnos con treinta tíos en este viaje». Me mirabas implorando que dejara de llorar. Que se me quitara la cara de dolor porque pensabas que me había enamorado de ese francés imbécil pero guapo, del que ni recordaba...
Lástima que no haya billetes para maniquíes ni para tallas de santos. Mi relato anterior terminó donde este, su homónimo, me encuentra: frente a un Salcillo. Lo demás lo atribuyo a mi sistema límbico. No me costó arrancarlo de la peana. El mismo Hermes condujo mis pies hacia la salida del museo. Sorteé airosa obstáculos...
Lástima que no haya billetes para maniquíes. Así podría hacerme con muchos, muchos, y llenar el barco con ellos. Sentaditos con sus trajes impecables y sus pelucas bien peinadas. Espectadores sonrientes y tranquilos para terminar mis actuaciones sin risitas ni silbidos. Mejor fibra de vidrio coloreada que esa canalla de piel, carne y huesos insensibles...
A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, ha debido pensar, porque ha dejado de mirarle, se ha dado la vuelta y, con elegancia y magnífica parsimonia, se ha largado. Él ha seguido sentado un rato, mirando inmóvil como se alejaba, seguramente diciéndose que no se puede ganar siempre y, ¡qué demonios!, que...
Lástima que no haya billetes para maniquíes, porque ésta sería una opción, mi hermana pudiera llevar uno en mi reemplazo, mientras llegó a verte. No creo que te dieras cuenta, finalmente soy de pocas palabras y a ti no te importó mucho mi silencio constante. Dirías quizá, que estoy demasiado delgada y pálida, pensarías que...
Él ya estaría tomándose un daiquiri en el Malecón mientras las olas y el sol le arrullaban en el calor veraniego, le dijo a su jefa. Pronunció el discurso más brillante jamás emitido, alegó sus derechos con aplastantes argumentos, aspavientos y perdigones disparados en todas direcciones. Elevó el volumen de su voz hasta alcanzar el...
En esta maleta no cabe casi nada. A mí me gustaría que cupiese mi mejor amiga pero no hay manera. O se quedan fuera los pies o sale por delante la cabeza. Sin pies no me puede acompañar a hacer turismo pero sin cabeza no puedo disfrutar del delicioso e irónico sentido del humor que...
—Lástima que no haya billetes para maniquíes, pues a veces así me siento, un ser inmóvil, con alma, pero apagado. Esperando ese soplo de aire fresco que me incite a moverme, para así poder dejar atrás ésta vida apática, y avanzar en mis adentros. Y sentirme yo, tal cual soy. Y es allí donde me...
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro que nunca llegaría a ver terminado pues ya había perdido la cuenta del número de vehículos que aquí se estampan, pensé como decía, en aquel mito griego de Sísifo mientras tomaba de nuevo la paleta con el cemento.
La señal indicaba la ruta. Las palabras como dardos retumbaban su conciencia: sola y enajenada balbuceaba un te quiero. Cruzó la calle, bajó la mirada. Envuelto en un diario circundando la basura la criatura lloriqueaba. Recordó el aborto y entonces se sintió asqueada. Iba a huir cuando de repente ese detente la paralizó en el...
