El televisor
Te regalé una bonita sonrisa de Joker. No la supiste apreciar. Te marchaste. Y te la llevaste contigo. Sin pedir permiso. «No estoy enfadada» dijiste, «estoy decepcionada». Tu frase, aunque muy gastada ya, surtió efecto. Las palabras se clavaron en mi estómago y la rabia subió por mi garganta. Desde la calle oyeron un aullido....