El globo terráqueo
…El veintidós ya es historia —sus manos acariciaban las de ella cruzadas sobre el regazo, casi pellejo nada más, pero aún de seda y aún cálidas como un nido— ya es historia, mamá— repitió. «Ve a ver qué quiere el abuelo, que dice que vayas a echarle unas cuentas». La una, chapoteando melancólica con el...