club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
2009participaciones
Viajes encadenados (concurso semanal de microrrelatos) 1ª fase: del 30 de enero al 5 de febrero (hasta las 08:00 h)
2ª fase: del 6 al 12 de febrero (hasta las 08:00 h)
3ª fase: del 13 al 19 de febrero (hasta las 08:00 h)
4ª fase: del 20 al 26 de febrero (hasta las 08:00 h)
5ª fase: del 27 de febrero al 4 de marzo (hasta las 08:00 h)
6ª fase: del 5 al 11 de marzo (hasta las 08:00 h)
7ª fase: del 12 al 18 de marzo (hasta las 08:00 h)
8ª fase: del 19 al 25 de marzo (hasta las 08:00 h)
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro que no llegaría a frenar, mis pies no alcanzaban a los pedales, mis manos resbalaban en el volante, todo mi cuerpo se estremecía en una mezcla de emoción e impotencia, eso me desesperó. Mi ansiedad superaba mi habilidad automovilística. Muchos lloraron allí, yo, aceleraba para tocarte....
<< Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro >> No quería seguirla, como lo hacía cada vez que se enojada con migo y se iba en su coche de alta gama. Pasamos varios kilómetros sobre la ruta hasta llegar a la ciudad de Córdoba, su auto iba a 200 metros del mío cuando...
Te regalé una bonita sonrisa de Joker. Al resto le pareció una tontería. A ellos solo les interesaba revolotear con sus batas blancas creyendo que harían historia. Sin embargo, yo pensé que no podíamos enviarte con una cara anodina que no transmitiera nuestras buenas intenciones. Así, justo antes de lanzar tu cohete, me permitieron aquel...
Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro de sacos de confeti, que el número iba a causar más expectación; caras embobadas en pantallas digitales, y entre todas ellas, una especialmente atenta, con cierto brillo en la mirada, concentrada en mi actuación. La vida de un payaso itinerante de fiestas de cumpleaños no es...
A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir, y no pienso gastarlas siendo modelo publicitaria. Mi dueño cree que puedo salvarlo de la bancarrota, ronroneando mientras pruebo una comida desagradable. «Alimentos Ulthar, lo mejor para su gato». Ya ni se esmeran los publicistas. Desde el balcón, observo un desfile. Llevan estandartes y entonan...
¡Lástima que no haya billetes para maniquíes! Dijo el diablo con una voz que resonó como un trueno, seguida de una estentórea carcajada. Dos días antes, mientras esperaba en la cola de la caja del supermercado, había resoplado y, sin darse cuenta, había expresado en voz alta el deseo que la tenía obsesionada: ¡Vendería mi...
En esta maleta no cabe casi nada. Está llena de vacíos recuerdos de algo que no pudo ser. Tal vez lo deje todo y recorra los caminos desde cero, dejando atrás aquello que tanto he intentado olvidar: tus besos y aquella promesa que no se cumplió. Amarte hasta el final. Nos quisimos, pero el reproche...
Te regalé una bonita sonrisa de Joker mientras te metía en el bolsillo tu billete de avión. Tú conseguiste controlar la expresión. Hace ya tiempo que no necesito recordártelo con la navaja a milímetros de tu ojo. Me devolviste algo parecido a una sonrisa y fuiste a hacer las maletas. Llegamos al aeropuerto con tiempo...
Su barba y su melena expuestas al viento me han dejado sin respiración, inmóvil y recta como un mástil. Viene hacia mí, caminando con elegancia. No dejo de mirarlo, a pesar de que lo más aconsejable es mirar al suelo y sobre todo, no coincidir con sus ojos. Ya está muy cerca, puedo olerlo. Probablemente...
– “¡El veintidós ya es historia!”, gritó el verdugo, dando paso la princesa al número veintitrés, el último candidato que debía salvar la vida de su padre enfermo. Horas más tarde, ya sin esperanza, dio la fatídica orden. Camino del cadalso, el joven curandero suplicaba: “¡Por favor mi señora, os estáis equivocando!”. Lo arrodillaron a...
A esta gatita aún le quedan muchas vidas por vivir. 5 para ser exactos. Charlotte es quisquillosa, pero seguro reconocerá que su indómita actitud bohemia, aventurera e inquieta ya se ha llevado parte de su alma: Aquel viaje a hurtadillas bajo el asiento del copiloto y la desesperación por alcanzar bocanadas de oxígeno. Aquella innecesaria...
-Él ya estaría tomándose un daiquiri en el Malecón. Pero no cualquier daiquiri. -Sonrió Tony, luego de botar una bocanada de humo. -¿A qué te refieres, Tony? -Se cree muy listo, el bastardo. En estos momentos debe pensar que se salió con la suya. -Aspiró con placer su habano-. Pero la muerte de Ricardo no...
