De cómo se origina un mal día
Te regalé una bonita sonrisa de Joker que obviamente, jamás comprenderías. El choque era inminente. Y fue terrible; con un estruendo de acero, cristales y cemento que rebeldes a la física intentaban ocupar el mismo espacio y tiempo. Ambos fuimos proyectados hacia el estallido que nació del parabrisas, acompañando en el aire a los vidrios...