DESPEDIDA

Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro. La cantidad de recuerdos que en tropel, chocarían conmigo también. La tía Sara, no dejaba de gritar constantemente, mientras mi primita Sarita, no despegaba sus manos de sus oídos. Como angustiada por el fuerte impacto que tendríamos en estos breves segundos en donde parecía escaparse la existencia. Nos vamos! Me dijo Ignacio. Apareció de la nada, el ya estaba muerto por lo que no entendía ese, “nos vamos”. Quizás yo si me estaba yendo, pero el?…acaso estuvo todo el tiempo a mi lado?

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