El ya estaría tomándose un daiquiri en el Malecón para cuando su familia descubriera lo que había pasado, querido Watson.
-¿Eso cree usted?
-Es indiscutible. Nadie sabía de su existencia. La víctima era una buena esposa, tanto que su marido había puesto a su nombre la vivienda que vendieron el pasado jueves. Así pues, disponían de un millón de euros y tenían previsto fugarse, pero al ver el dinero, el amante decidió disfrutarlo solo y la mató.
-¿Cómo? La víctima no tiene síntomas de violencia
-¿Ha visto las dos copas de champán? Apuesto a que la de ella tenía veneno.
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