Una sonrisa maliciosa

Una sonrisa maliciosa

Amelia Villabruna

16/02/2020

Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro que ese era el final de mi vida y de la suya. Pero no me importaba dejar de vivir si ese era el precio de acabar con su vida. ¡Por Dios que lo había intentado de mil maneras! ¡Era indestructible! así que opté por dar un paseo en coche con él y acabar con todo.

Desperté con el ruido de las sirenas de la ambulancia y de la policía. Me dolía todo el cuerpo y fui consciente de que seguía viva. Miré en el asiento del copiloto y él me sonrió.

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