Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro que nunca había creído en cielos ni en infiernos.

He despertado aquí, y no me atrevo a preguntar. ¡Tenía tanto por hacer, por conocer! Lloro en silencio, sorbiendo mis lágrimas culpables. Añoro mi libertad, pero es el precio por una vida cargada de excesos y, ahora, criminal. ¡Si pudiera despertar de nuevo, y revivir ese día! Nunca olvidaré sus caras; confundí el pedal y aceleré. Jamás me dejarán salir de aquí. Daría cuanto tengo por volver junto al mar. ¡Hace tanto calor!

Sé que este ha sido mi último viaje.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS