Desde 1985, Liam Devlin y Kurt Steiner están metidos en la maleta, deshojándose. De ahí también brotaron las navajas suizas, los abanicos españoles, las medallas venecianas, los juguetes austriacos, las letras británicas. Pongo todo ello sobre el mapa, la ruta que siguió mi padre por Europa rastreándolos, y su consecuente amoroso secuestro. Sé que habló con ellos. Sueño encontrarlos, vivir el mismo viaje eterno, escucharlos hablar sobre mi, la muerte joven de mi padre y sus secretos…

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS