Desde un rincón.
Cada viernes en la tarde los veo entrar a todos con la misma sonrisa y la misma rutina. Cada uno se sienta a la espera de que sea su turno. Carraspean, se aclaran la voz, tiñen sus mejillas, y lo sueltan. Un viaje, una espera, un desaliento, un conflicto, un nacimiento, un entierro, una lucha,...