Una mezcla de emoción y miedo recorría mi interior. Mi corazón galopaba desbocado en mi pecho mientras en mi cabeza se arremolinaban pensamientos pesimistas. Mi inexperiencia en estos asuntos me hacía temer que no pudiera satisfacer a la otra parte. Mis manos temblaban húmedas, deseando encontrar el camino correcto rozando con mis dedos la curva de su cuerpo, dudando.

El pánico se apoderó de mi ¿tendría el valor de hacerlo? Respiré hondo y asentí con la cabeza. Era hora de publicar.

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