club de escritura Fundación Escritura(s)-Fuentetaja
369participaciones
El taller de escritura: concurso de microrrelatos Admisión de originales: 15 de mayo a 17 de junio
Periodo de votaciones: 18 de junio a 9 de julio
Fallo del Jurado: 27 de julio
¿Sabes lo que dice la gente?-eso de que nuestra historia está escrita. Creo que la mía se escribió en un taller para noveles, donde vida, amor y muerte se encontraban ese día. La muerte al parecer derramó tinta sobre sus páginas y siguió escribiendo en las hojas teñidas. El amor se encontraba melancólico y se...
Mientras los compañeros de clase leían sus ejercicios en voz alta yo me aburría muchísimo. Debía hacer algo. Abrí el bloc, tomé el bolígrafo y comencé a escribir: «La vida es un sueño nefasto. Una broma de los dioses. Soy Aníbal Haze y me estoy asfixiando. A los andobas que me rodean los mataría. La...
Aluciné cuando abrí la puerta. Frente a mis ojos, un dragón, grande como un castillo… y un castillo, grande como un dragón, enmarcaban una justa a caballo. Damas hermosas danzaban sobre una mesa mientras llovían flores. Un fantasma reía recordando bromas pesadas, gastadas a personas inocentes, que le daban la espalda, enfadadas. De pronto, reparé...
En un taller de escritura quisieramos estar,para navegar en mares de aforismos y en lo breve profundizar. La libertad del alma ansiamos, por eso buscamos puertos seguros donde anclar, sea el Pacifico, o el Atlántico, da lo mismo. En campaña, el sólio de Bolívar,ocuparlo quieren con mentiras y corrupcion.Gris, polarizado y peligroso el horizonte se...
Con 40º, una humedad del 65% y sin aire acondicionado sabía que le sería muy difícil armar una buena historia. Él era un tío hábil con las palabras, no podía costarle tanto. Después de emborronar decenas de folios, pasar dos veces por la ducha y gastar un rollo de papel higiénico para secar el sudor...
Estaba por cada rincón insospechado de mi habitación, también el mechero verde. Ocurrió a sangre fría. Tenía vida, aquello que dejé inerte. Cuatro de la madrugada, puse final a mi historia. Opté por quemar esa hoja de papel por no matarle a él… -¿Escritora? – Dijo el profesor despreciando mi relato. Salí de clase horrorizada....
Llevaba años pensando en apuntarse a un taller de escritura, un sueño de juventud. Las excusas, numerosas. El empuje, el paso vertiginoso de los años. Los miedos, el temor a ser juzgado y el pudor al intuir que, entre conflicto y conflicto, tendría que desnudar su alma, aunque lo disimulase con un traje hecho de...
Ella, en el mismo lugar, mismo rincón; pero distinto. Recordando charlas desde el mismo número, pero distinto teléfono; y distinta ella, de aquella. Entrar, y estar la misma persona de la otra vez; pero ahora en distinto año; distinto mes. Y ella, cargando distinta mochila. La misma que se helaba, pero no importaba por sostener...
Salió preocupado del taller de escritura, no era fácil publicar. su maestra, le pintó las opciones… Imprenta…cien ediciones ocho mil pesos; recorrer librerías, dejar diez libros más el porcentaje del valor y el milagro que compren. Recorrer editoriales, esperar aprobación o la frase lapidaria Su manuscrito no se adapta a nuestra linea de edición Una...
Sabía que seguiría estando en blanco a no ser que empezase a escribir sobre su vida y sus experiencias… “Bueno, es lo habitual: ningún escritor escribe sino sobre sí mismo, sobre su angustia y sus fantasías, y de su efímera subjetividad” –se dijo, intentando apaciguar esa incómoda sensación. Sin embargo, el vértigo aún estaba ahí....
Dicen que para entrar no hace falta estar roto, solo un poco estropeado. No te arreglan, pero te revuelven con otros que tampoco ven los semáforos, dan mil vueltas a la misma rotonda, y prefieren sugerir amortiguadores que nombrarlos. No ganarás carreras, pero conocerás mundo, aceptando que el pedal llega donde llega, y esa marcha...
Es un galán su nombre es Donateo y muero de amor cuando lo veo. Él no lo sabe ¡Nadie se lo diga! que me ruborizo con Donateo. Me habla y luego sonríe, su profunda mirada me tiene hechizada. ¡Oh sorpresa! ella es Carmina mi buena vecina en los brazos de aquél parlanchín. Al día siguiente...
